16. Un único sacrificio.

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pd2: al parecer a mi queridísimo wattpad se le ocurrió subir la versión no finalizada de este cap. siento mucho las molestias, ahora sí, disfruten.


Si tuviera la oportunidad

Lo haría todo de nuevo

Últimos capítulos.

Violette Miller.

La maldita alarma sonó y tuve que levantarme, forzaba a mi cuerpo para que aguantara un día más, al menos al final de este me darían mi paga... Trabajar en una farmacia no era lo que soñé de pequeña, pero era lo mejor que podía aspirar en ese momento.

Retiré el brazo de Leon de mi cintura y me levanté de mi cama con mala gana. Al parecer, dormir cuatro horas diarias como mucho empezaba a hacer sus efectos.

Entré al baño al lado de mi habitación y observé las pesadas ojeras debajo de mis ojos, las cuales no recuerdo haber tenido antes. Mi cabello había crecido y ahora lo tenía por debajo del pecho, las puntas un poco más claras que la raíz, la cual estaba con un color opaco y apagado. Reflejaba un poco mi situación actual para ser honesta.

Miré por la pequeña ventana superior del baño, eran las cinco de la mañana, pero todavía parecía de medianoche. Yo tampoco estaba tan despierta y mi cabeza llena de cuestionamientos igual de obscuros que la noche del exterior.

Hice lo mismo de todas las mañanas por las últimas tres semanas: Bañarme, desayunar algo rápido y bajar las escaleras del gran edificio de apartamentos. Luego, caminaría por 22nd Street y observaría a los diferentes dueños de negocios abrir sus tiendas con las mismas malas ganas que yo.

Sin embargo, algo estaba mal ese día.

La calle se veía igual, las mismas personas estaban caminando y todo era lo mismo, pero mi sexto sentido me decía que algo iba a pasar. Quise pensar que solo estaba paranoica, y que la falta del sueño estaba haciendo cosas raras con mi cabeza. Ya me había pasado que, cuando tenía la sensación de que me perseguían, al final solo era mi cabeza jugándome una mala broma.

Intenté controlar mi respiración y contuve las ganas que tenía de mirar a todos lados, incluso con la presión de sentir que un millón de ojos se encontraban encima de mí, aplastándome con su pesada mirada.

Observé una Van con vidrios polarizados detrás de mí. Una punzada tocó mi corazón. Podía ser algo normal, pero preferí asegurarme.

Si es que aquel es un auto común, debería seguir la calle de largo ¿no?

Di la vuelta a la calle hacia la derecha, pero el carro seguía detrás de mí. Pudo haber sido una coincidencia, así que di la vuelta a la derecha otra vez... Pero el auto continuaba estando ahí. Repetí ese proceso una y otra vez hasta que caminé en círculos dentro de la cuadra dos veces.

Eso no podía ser normal. Mi pecho subía y bajaba en respiraciones irregulares y mis dedos apretaban con fuerza el filo inferior de mi blusa. Miré mis manos y piernas, estaba temblando como una pluma en medio del viento.

¿Por qué me estaban siguiendo?

Tuve miedo. Muchísimo. En unos segundos, volví a tener el mismo terror cuando estaba en Racoon City. Me sentí igual de acosada y acechada por esos monstruos, solo que ahora no sabía lo que me seguía o porque lo hacía

Así que corrí. No me importó sentir la poca estabilidad en mis rodillas antes de dar cada paso, corrí lo más rápido que me era posible hasta poder encontrar un lugar en donde meterme.

Pero podía escuchar como el motor de la Van aceleró, y con ello, los latidos de mi corazón no me dejaban escuchar nada más dentro de mi cabeza, ni si quiera mis pensamientos. Se acercaba más y más y yo deseaba poder correr más rápido pero ya no era capaz, estaba demasiado cansada. Muy desgastada física y mentalmente como para forzarme a tener más velocidad.

La Noche En Raccoon City -Leon KennedyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora