12. ¿Quién es el que está en lo alto?

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La siguiente vez que Athanasia abrió los ojos, ya no era la misma. Había pasado por una vida distinta, no menos dolorosa, pero al menos distinta.

Se miró al espejo y no creyó verse a sí misma, recordaba a Kiel, pero no al hombre que amo.

Tenía una misión.

Quería vivir.

El amor ya no era una parte del plan, porque ella no recordaba a su Sol ni recordaba ser Luna.

Sólo recordaba ser una hija bastada, un personaje olvidado y usado.

No esperó que todo se adelantara, no espero encontrarse con Claude, finalmente, no esperó conseguir su agrado.

Aún así, todas las noches, algo dolió en su pecho.

Cuando conoció a Lucas, sintió que aquel dolor, tal vez, había disminuido.

Cuando supo que tenía el amor de Claude, quizás, disminuyó otro poco.

Pero sólo paró ese día, ese día en que Lucas la mandó directo al jardín de los Alfierce y cayó sobre el niñito más lindo que pudo haber visto jamás.

"¿Aún recuerdas?" una voz adulta pareció susurrarle, al ver esos ojos dorados mirarle directo al alma.

Pero Athanasia, fiel a su deseo, no recordó.

Nunca lo hizo.

Kiel, por otro lado, lo hizo desde el principio.

Él miró a Athanasia, la vio darle excusas tontas sobre su aparición y supo que era ella.

En esa vida, la llamó Lady Ángel.

En esa vida, que la conoció antes, algo se rompió.

Un cicló sin fin que los había hecho sufrir por milenios.

Ese día, volvió a casa y supo que los ojos enjoyados de Jennette no eran los de sus sueños y, finalmente, pudo ver a su hermanita por lo que era, ya que él tenía a su Lady Ángel.

A su Luna.

Lástima que su Luna ya había escogido otro Sol.

Como el Sol y la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora