Capítulo ocho

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Collins camina a mi lado sin dejar que Austin y yo articulemos una palabra. Al parecer está más emocionada que yo (que soy un jugador) por el partido que se viene. Estoy consciente de que es muy importante para la temporada este partido, pero ver a Zhaalas y a McCormick pelearse por quien domina en el partido es estresante.

— Estoy segura de que vas a estar genial, Zack – Collins sigue con su monólogo mientras caminamos por los acres del jardín trasero de la universidad. Aún falta algo de tiempo para el partido, pero Austin y Collins me insistieron para que los acompañara a buscar a Island en sus prácticas.  – Has practicado mucho para este partido, voy a estar muy orgullosa de ti.

— Gracias por tu fe en mí, Collins. Estoy seguro de que así va a ser — le aseguro.

— Claro — la (ahora) inconfundible voz de Island llega hasta nosotros de frente. Había estado tan concentrado en el césped que no había notado que ya habíamos llegado cerca de ella. — Después de todo es mi novio el Capitán va a lucirse – afirma con una sonrisa.

Luego de lo que pasó en la casa de Germanya hace casi dos semanas no hemos vuelto a tener un encuentro cercano, sin embargo hemos hablado bastante por mensajes de texto. No sabia que tenia su número entre mis contactos, pero me sorprendió ver su nombre cuando buscaba el nombre de un amigo en mi agenda.

Al principio se sorprendió de que yo le escribiese, pero luego no le dio tanta importancia. No hablamos nada fuera de lo normal, solo cosas tribales o por el estilo. Ni siquiera alguno de los dos ha insinuado un encuentro carnal entre los dos, aunque ambos sabemos que es una de las cosas que más esperamos, pero (sin hablarlo) creo que hemos acordado dejarlo todo en manos del destino y al parecer, el destino no quiere que algo se de entre nosotros dos.

Esa noche Camila no preguntó nada fuera de lo normal, estaba muy concentrada en sus chismorreos con sus amigas las “Mary’s” y ni me prestó mucha atención, lo que en cierto punto me pareció mucho mejor para los dos y para Island, quien se libra muy fácilmente de los compromisos de ese tipo.

Island toma de la cara a Collins y le da un enorme beso en la mejilla, seguidamente con sus dedos índice-pulgar sujeta de la barbilla a Austin y también le da un beso rápido.

—  Baldragas — fija su vista en mí —, recuerda pasarle el disco a mi novio.

—  Aja si, como no.

—¿Terminaste o te falta mucho? — Austin da una ojeada a las chicas de uniforme corto y llamativo.

— Terminamos y todo salió excelente. Lo conseguí ¿Pueden creerlo? — no entiendo la situación de la que hablan. Exijo una explicación con mi mirada y la única que parece notarlo es la misma Island, pero veo que no me dará una respuesta.

— ¿De veras? Está muy bien. Me agrada que los hayas ayudado.

— Resulta que los médicos son muy generosos — comenta con una mueca de satisfacción, mira de inmediato a Austin y le dice: — espero tú también lo seas.

— Por supuesto. Contigo y con Collins ¿Quién no donaría?

— Ok, suficiente — los interrumpo en sus argumentos, estoy muy perdido en la conversación, tanto, que ni siquiera supe cuando tuvo un hilo que seguir para guiarme — ¿De qué hablan?

Todos me miran con extrañes, como si no saberlo fuese un pecado. Las cejas arriba de todos me estresan y me hacen sentir mas idiota y desorientado.

Collins mueve su cabello un poco y les da una ojeada a los otros dos vuelve la vista a mi y ríe.

— Veras, Zack, pasa que aquí en la universidad

— ¡Celebración con helado! — Brent viene corriendo hacia nosotros con una hoja en manos. Esta contento, su sonrisa es lo que mas se ve en él. — ¡Aprobé la ultima asignatura! — grita con toda la fuerza de sus pulmones.

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