Cuando desperté me dio la sensación de haber dormido mucho tiempo. Tenía todavía en la mente la pesadilla que había tenido sobre esos ojos rojos maliciosos. En el sueño sentía miedo y frustración, eran de esos sueños en los que no te puedes mover, ni hacer nada en contra del monstruo que está detrás de ti, en mi caso los Vulturis.
Cerré los ojos con fuerza intentando olvidar todas las pesadillas que estaban en mi mente, cuando algo frio toco mi frente en un suave roce.
Abrí rápidamente los ojos y ahí estaba Edward a unos centímetros de mi rostro.
—¿Te asuste? —pregunto.
—No. —dije seria. —¿Qué hora es? —
—Es la una de la mañana. Deberías de seguir durmiendo. —dijo.
Me estire un poco.
—Ya no tengo sueño. —dije mientras me sentaba en la cama mirando la pared que esta adelante.
—Yo...—comenzó. Dio un suspiro entrecortado como si estuviera llorando. —Quisiera que me perdonaras, y saber si hay alguna posibilidad de que vuelvas conmigo. —
No lo mire solo lo escuche.
—Pensé que si me iba te mantendría a salvo. —
Solté una risita de sarcasmo y me crucé de brazos.
—Yo no sabía...no me di cuenta del desastre que dejaba a mis espaldas. Creí que te dejaría a salvo. No sabía que Victoria volvería. De cualquier modo no tengo excusa alguna para a ver permitido que te enfrentaras eso tu sola, cuando me di cuenta de que habías tenido que poner tu vida en manos de hombres lobos, esas criaturas inmaduras y volubles, son unas de las peores cosas que rondan por ahí, aparte de Victoria. —
Se sentó delante de mí para que lo mirara, pude mirar sus ojos llenos de sufrimiento.
—Primero, no tienes ni el más mínimo derecho a hablar así de las personas que cuidaron a mi familia y a mí, te lo prohíbo rotundamente. —le susurre severamente. —Y segundo, a quien deberías de estar pidiéndole disculpas es a Carlisle y a Esme, ¡¿Que no pensaste en ellos cuando fuiste a cometer semejante estupidez?! —le grite en un susurro para no despertar a nadie. —Yo te había dicho que si algo llegaba a pasarme no hicieras nada idiota y que paso, que a la primera oportunidad que tuviste lo hiciste. Tu no tuviste la culpa que la loca de Isabella hiciera eso y no tenías, ni tienes ninguna responsabilidad hacia mi seguridad. Así que no te sientas culpable. —
—Elina...—susurro, con una expresión que no pude interpretar. —¿Acaso tú crees que le pedí a los Vulturis que me mataran porque me sentía culpable? —
—Si, eso pienso. —
—Si, me sentía completamente culpable, más de lo que pudieras comprender. Fui con los Vulturis porque como ya te dije no podía vivir en un mundo donde no existieras tú, pero creo que mi error fue creer en las palabras de Rosalie y no preguntar directamente a Alice, ¿Pero qué querías que pensara? Cuando ese chico dijo que tus padres estaban en un funeral. —soltó un suspiro y cerró los ojos con fuerza.
ESTÁS LEYENDO
Nada es para siempre
Fiksi PenggemarLibro I2I Lo mire enojada, limpiándome la lagrima que se había escapado sin mi consentimiento. -Solo contéstame esto. -tome aire para que mi voz no temblara. -¿Tu...ya no me quieres? - -No. -en sus ojos solo había sinceridad. . . . . . . Edward Cull...