Abrazo

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Y empezamos con esto :D
Como con el anterior, serán capítulos cortos de entre 500-1500 palabras, esperemos pueda actualizar diario❣️

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Esperar no era una de las virtudes de Nakahara Chuuya. Tener que quedarse quieto en un lugar específico, sin hacer absolutamente nada, mientras esperaba a que ocurriera algo de lo que no tenía control, era desesperante para alguien como él que, casi siempre, prefería estar en movimiento, aprovechando que aún era joven y amaba el ejercicio.

Por eso, estar en el aeropuerto sentado junto a otras veinte personas que igual anticipaban la llegada de sus seres queridos, no era algo que le encantara. Mucho menos al saber que esperaba nada más y nada menos que a una momia sin vergüenza que le gustaba burlarse de su estatura.

Suspiró.

Habían sido seis largos meses en los que se quedó solo en el apartamento, en donde las videollamadas eran constantes (casi todas las noches), donde el contacto físico fue deseado más de una vez y las palabras cursis, aunque rara vez, salían a la luz.

¿Cómo se supone que lo recibiría? ¿"Hola, te extrañé"? Muy cursi, aunque... estamos hablando de Dazai, lo que Chuuya diría normalmente sería, "Te hubieras quedado ahí, fui muy feliz mientras no estabas". Sí, eso sería perfecto.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la voz de una de las empleadas resonó por todo el lugar, indicando que el vuelo en donde estaba Dazai, ya había arribado.

Otro gran suspiro salió de su boca. Se estaba empezando a poner un poco nervioso, quiero decir, iba a ver en persona a su odiado novio después de seis meses, es normal sentirse así, ¿verdad? Las manos empezaban a sudarle y su pie a moverse desesperadamente. Debía pararse a recibirlo, ¿pero en qué momento exactamente? ¿Cuando lo vea acercándose hacia él? ¿O mucho antes? 

—¿Espera a su novia? —una señora de mayor edad preguntó a su lado.

—Ah... algo así —respondió Chuuya, no queriendo entrar en detalles con la pobre anciana.

—Sonría entonces, se le ve muy nervioso —aconsejó con una sonrisa en labios la mayor, para luego volver su vista hacia adelante.

Chuuya no pudo evitar sentirse algo avergonzado ante eso. ¿Tan tenso se veía? Dazai seguro se iba a burlar si lo notaba así... Bien, iba a sonreír una vez lo vea.

Pero pasaron cinco, diez y hasta quince minutos, y no había ninguna señal del castaño. Incluso la anciana ya había recibido a lo que parecía ser uno de sus nietos. ¿Por qué Dazai se estaba demorando? ¿O será que le jugó una broma y-

Ah, una cabellera castaña se asomó y el corazón del pelirrojo pareció dar un pequeño salto. Porque ahí estaba, con esa sonrisa de superioridad que siempre ponía al encontrarse con Chuuya, maletas en mano, vendas en brazos y cuello. No había duda de que el que se acercaba hacia él, era Dazai Osamu.

Chuuya se paró rápidamente del asiento cuando se dio cuenta que el castaño ya se encontraba frente a él y trató de poner su mejor sonrisa.

—T-te hubieras queda-

Sus palabras ensayadas minutos antes se vieron interrumpidas cuando Dazai le rodeó en un abrazo.

—Te extrañé —escuchó que le susurrara.

Ah, así que se pondrían cursis. Chuuya no pudo evitar ponerse algo tenso ante el repentino contacto pero... Dios, había extrañado esos brazos larguiruchos, no se iba a mentir.

Sin más que temer o decir, el pelirrojo terminó devolviéndole el abrazo, rodeándole literalmente el torso por culpa de la gran diferencia de alturas, dejándose envolver en el cariño del otro, feliz de por fin poder abrazarle, de tocarle y sentir que aún estaba vivo y junto a él.

—Yo también... —le susurró de igual manera, mejillas tornándose un poco rojas, pues ponerse sentimentales no era lo de ellos, menos en lugares públicos.

Y así estuvieron varios minutos, rodeándose en un tierno abrazo, tratando de transmitir lo mucho que habían extrañaban esto al otro, pues ninguno era bueno con las palabras y, ¿qué mejor que hacerlo con acciones? Un abrazo que, a los ojos de terceras personas era tierno y hasta lindo de ver.

Sin embargo, en dicho abrazo se encontraba Dazai Osamu y cuando se trata de él, nada puede salir tan precioso, ¿verdad?

Pues conforme los brazos de Chuuya perdían cada vez más fuerza, empezando a separarse un poco de Dazai, los del castaño, quienes iniciaron por sobre los hombros del pelirrojo, fueron bajando poco a poco, yendo desde la espalda, hasta llegar a lo bajo de ésta y... Chuuya pensó que solo estaba haciendo un corto recorrido por su espalda, que solo estaba recordando cómo ésta se sentía, cuando de repente sintió las dos manos apretar su trasero y supo que no era nada de lo anterior.

—¡¿No puedes esperar en el departamento?! —los reclamos no tardaron en llegar y, antes de que más gente pudiera ver la escenita que Dazai se estaba montando, el pelirrojo ya lo había empujado y empezado a alejarse de él.

—¡Pero Chuuya! ¡Te extrañé mucho, no podía evitarlo! —y las excusas del otro se hicieron presentes, agarrando sus maletas lo más rápido que podía y yendo tras del más bajo.

No fue hasta cuando Dazai logró alcanzar al pelirrojo y empezar a caminar junto a él, cuando Chuuya le jaló de la oreja, bajándolo hasta una estatura en donde él podía llegar y susurrarle.

—¡Estamos en un lugar público, imbécil!

—¡Pero-

—Hoy no hay sexo.

Fueron esas palabras las que hicieron a Dazai parar en seco, viendo con asombro a Chuuya que aún seguía caminando como si nada.

—¡C-Chuuya, te traje un vino de ahí! —gritó a los aires mientras recuperaba el color e iba tras su enano.

Si bien a Dazai le costó un vino y el limpiar todo el departamento, al menos esa noche sí que logró disfrutarla.

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Sí, parece fluff pero más adelante comienza lo bueno xD.

Siguiente: Beso.

Soukoku. OTP challenge +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora