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El amor es un sentimiento muy... peculiar, fuerte. Te confunde, hace estar feliz, llorar, querer hacer todo por una persona y sacrificar hasta lo más significante para hacerle feliz.
Un sentimiento de doble filo.
Uno que, por lo mismo, fue tan difícil para la pareja del doble negro admitir y expresar, pues el miedo al rechazo, a que todo salga mal, siempre estuvo presente. ¿Eso los detuvo? Por supuesto que no.
Y es que a Chuuya siempre se le ha hecho difícil poder controlarse cuando está con Dazai. El no darle dos golpes cada que se burlaba de su estatura, no patearle cada que le quitaba su sombrero, el querer besarle siempre que se acercaba a su rostro para prender un cigarrillo con el suyo...
Por otro lado, Dazai. Alguien que era temido, admirado por su inteligencia, escuchado por sus estrategias... Pensar que un enano de metro y sesenta, pelirrojo y con los ojos más parecidos a un cielo estrellado que jamás había visto, le había volteado su mundo en un giro de ciento ochenta grados, era un poco difícil de aceptar.
Negarlo al principio, pensarlo mejor después, procesarlo y aceptarlo todo, eran pasos que podían ser superados individualmente. ¿Expresar esos sentimientos hacia la persona? Dios, difícil. Demasiado. Más cuando se trataban de dos asesinos de la Port Mafia que debían mantener una reputación.
Si alguien les preguntara la misión más difícil que han tenido, dirían que fue declararse... aunque ni tanto, porque las cosas pasaron muy rápido ese día.
Y la gente, al pensar en una declaración, normalmente se imagina un escenario romántico, lleno de flores, regalos, besos, abrazos, manos entrelazadas, rostros sonrojados y sentimientos un poco temerosos por el siguiente paso...
No una montaña de muertos, sangre, balas en el suelo, lágrimas de enemigos, montañas de materiales destrozados y humo. La misión donde en una sola noche, destruyeron a toda una organización, fue ahí, cuando Dazai vio a Chuuya, con una sonrisa de oreja a oreja, la respiración agitada, con algo de sangre, sudor, el cabello pelirrojo revuelto y los guantes y sombrero perdidos entre los escombros, que las palabras se le salieron sin su consentimiento y fueron escuchadas por el pelirrojo.
—Me gustas.
Dos palabras que resonaron por todo el cuerpo de Chuuya, parpadeando varias veces, queriendo pellizcarse para saber si estaba soñando, dónde pasaron minutos de silencio, contemplándose con sorpresa y miedo, para que luego, a pasos lentos, caminar uno hacia el otro, quedando a tan solo unos centímetros y...
Fue Chuuya quien inició el beso, jalando de la corbata del demonio prodigio para que se agachara un poco y pudiera unir sus labios con los suyos. Un primer beso que desató varias cosas en cada uno, donde los labios ajenos se sentían adictivos, tóxicos, inclusive con el sabor metálico de sangre y las salivas que se intercambiaban; donde con cada movimiento, la fuerza ejercida aumentaba y las ganas de más con ella. Hasta que Dazai decidió morder el labio inferior de Chuuya y este dejó salir un sonido que sintió como fuego por todo su cuerpo, se separaron.
Sus miradas expresaban todo: deseo, pasión, expectativa y, aunque algo difícil de creer, amor.
No tuvieron que intercambiar palabras, ni siquiera le avisaron a Mori que ya habían acabado, simplemente se subieron a la motocicleta del pelirrojo, claro, no sin antes buscar el sombrero y guantes de Chuuya que significaban la vida para él, y partieron hasta la casa del mismo.
El trayecto fue corto, algo que no sorprendió a ninguno de los dos puesto que la velocidad con la que estaban yendo era demoníaca. Además, Dazai estaba demasiado concentrado abrazando al pelirrojo por detrás con fuerza mientras depositaba besos sobre el cuello y hombros de este, obteniendo risas y piel erizada por parte de Chuuya.
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Soukoku. OTP challenge +18
Fiksi PenggemarAlgunas escenas comprometedoras y explícitas entre los chicos. That's it. Ninguno de los personajes me pertenece, créditos a Asagiri Kafka y equipo. Créditos al bello dibujo de la portada a @HiChuya en Twitter, yo solo la edité❣️.