Furry

10.7K 527 380
                                    

Doble actualización wuu.
...

...

...

Lluvia.

Eso fue lo primero que despertó a Dazai a mitad de la noche, sus ojos tal vez no abriéndose como tal, pero su mente sí que estaba consciente de que estaba en su cama, probablemente a las tres de la mañana intentando recuperar el sueño. No hace mucho se acostó, por eso no le molestó tanto el haber sido despertado, pero, lo que hizo que abriera los ojos no fueron los relámpagos ni las ramas de los árboles chocando en su ventana, sino un fuerte ruido proveniente, según él, de la cocina.

Extrañado y con algo de pereza, se levantó de la cama, tallándose los ojos en el camino y encaminándose al lugar.

Tuvo que tallarse los ojos por segunda ocasión porque, lo que encontró ahí no podía ser... real, ¿verdad? ¿O acaso estaba alucinando? ¿Seguía durmiendo quizá?

—¿Qué? —Chuuya preguntaba confundido, subido a una silla para alcanzar el vino que estaba en la parte más alta de la repisa.

—¿Por qué...? —Dazai quiso preguntar, parando a la mitad porque no estaba muy seguro de qué decir exactamente.

—¿Por qué me estoy robando tu vino? Porque puedo —respondió algo que al castaño ni siquiera le importaba, pues andaba demasiado ocupado viendo a Chuuya de pies a cabeza.

Bien, era Chuuya, de eso no tenía dudas, pero, ¿por qué tenía orejas y cola de gato? ¿Estaba alucinando? ¿Se golpeó la cabeza al levantarse de la cama?

Su mirada bajó al mismo tiempo que Chuuya de la silla, botella en mano y una sonrisa de felino en rostro. Dazai tragó saliva antes de preguntar.

—¿Por qué tienes orejas y cola de gato?

Chuuya le alzó una ceja algo incrédulo, dejando la botella en la silla y poniendo su mano en la cadera antes de responder.

—¿De qué hablas? Siempre he estado así —dijo como si fuera lo obvio, como si Dazai era el que estaba mal.

—No... no es cierto —Dazai estaba confundido, incluso perdido, ¿algún poder le afectó? Pero él era inmune y-

—¿Qué te ocurre, Osamu? —volvió a hablar el pelirrojo, sus ojos, que Dazai juraba no se parecían a los del Chuuya que conocía, sino a los de un verdadero gato, le miraban con cautela, acercándose lentamente hacia él —. ¿Te golpeaste la cabeza o algo?

Dazai se tocó la nuca por instinto, recorrió su mano por todo su cráneo pero... nada, no sentía ningún dolor o algo que le dijera que sí a la pregunta de Chuuya.

Y antes de que se diera cuenta, el pelirrojo ya estaba a centímetros de él, sus ojos casi completamente negros, como cuando los gatos juegan o cazan con sus presas, su cola moviéndose de lado a lado coqueta. Sintió que los labios se le resecaron al sentir la uña de Chuuya sobre su hombro, bajando lentamente por todo su brazo mientras volvía a hablar.

—¿No te acuerdas de tu lindo gato? —preguntó Chuuya, mostrando una sonrisa con colmillos mientras se ponía de puntas, untando su cabeza en el pecho del castaño mientras su cola jugaba con la pierna.

Dazai no se acordaba de tener un gato completamente idéntico a Chuuya solo que con cola, orejas, colmillos, garras y ojos de felino, pero, el hecho de tenerlo así de sugestivo, a solo centímetros, el pelirrojo usando solo un choker y un bóxer negro muy ajustado, como si el frío y humedad de la lluvia no existieran, tampoco le ayudaba para tratar de deducir qué estaba pasando.

—Chuuya...

—¿Si, Osamu? —devolvió Chuuya, su sonrisa ampliándose más, su uña llegando hasta la mano de Dazai que terminó agarrando.

Soukoku. OTP challenge +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora