Por si no saben, es cuando tienen sexo cara a cara(?) En este caso, Chuuya acostado hacia arriba y Dazai sobre él, observándose cksjcdkig.
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—Dazai.—¿Si?
—¿Qué mierda tienes ahí?
Bien. Chuuya acababa de llegar del trabajo, no cansado, pero sí con ganas de cenar, bañarse y dormir. Sabía que el castaño estaría en la casa y que tal vez sus planes no salieran como planeaba, pero no pudo evitar hacer una mueca cuando lo encontró en su cama con un libro.
Al principio, el pelirrojo no le dio importancia y fue directo al clóset para ver qué ponerse, vio de reojo al otro con la intención de regañarle por estar leyendo otra vez ese estúpido libro de suicidio, hasta que vio que se trataba del camasutra.
—¿Hm? ¿No conoces al camasutra, Chuuya? —le devolvió la pregunta con otra, alzando la mirada del libro para observar divertido al pelirrojo que solo le volteó los ojos y decidió ignorarlo.
Había logrado agarrar ropa limpiar, su toalla y llegar hasta le entrada del baño, pero Dazai le detuvo con sus palabras.
—¿Sabes? Hemos hecho mucha de las poses pero no la más común —comentó, pasando las hojas del libro con aburrimiento.
Chuuya volteó a verlo extrañado, esperando a que el otro le explicara qué pose, pero no dijo nada y se tuvo que dignar a contestarle.
—¿Cuál?
Dazai, sonriendo y sabiendo que el enano mordería el anzuelo, busco la página en donde dicha pose estaba y volteó el libro hacia el pelirrojo para que pudiera verlo.
—El misionero —contestó, observando la reacción del otro que solo se limitó a alzar ambas cejas, viéndolo con incredulidad, pensando y...
—Hagámoslo.
...
...
...
Y hace, entre besos y caricias, quince minutos después, la habitación subió varios grados.
Dazai besaba el cuello de Chuuya, quien ni se había dado cuenta ya estaba completamente desnudo, abrazado al cuello del castaño y alzando la cabeza lo más alto posible para que el otro tuviera mejor acceso a dicha zona. Fue bajando la lengua, depositando besos en el camino, succionando en donde sabía a Chuuya le gustaba más, llegando a los pezones, los cuales empezó a atacar con lengua, dientes y su mano, disfrutando del cálido cuerpo y gemidos del pelirrojo, excitándose cada vez que le jalaban del cabello, animándolo a hacer más.
Chuuya desde que llegó y vio lo que leía el otro, tuvo ganas de probar algunas poses, por eso, cuando las manos del castaño empezaron a bajar de sus pezones hasta el estómago y sus muslos, su cuerpo no dudo en abrirsepor completo para él, invitándole a hacer lo que quisiera.
—Andamos ansiosos, ¿eh? —comentó con gracia Dazai al ver cómo abría las piernas tan rápido, disfrutando de la vista.
El calor empezaba a hacerse insoportable, así que se deshizo de su playera y pantalón, dejando solo las vendas y ropa interior, sonriendo con malicia al ver la mirada que le dedicaba su compañero mientras se desvestía. Una vez más fresco y con menos ropa, se volvió a poner encima del pelirrojo, esta vez jugando con su entrada con una de sus manos mientras la otra daba caricias en su muslo cerca de su miembro.
—¿Puedes dejar de jugar? —habló amenazante Chuuya al notar lo que hacía Dazai, viéndolo desde abajo con ojos que parecían dagas.
Dazai rió a lo bajo y, sin decirle nada al otro, metió un dedo tal como había pedido Chuuya indirectamente. El pelirrojo, al sentir la intromisión, no pudo evitar soltar un gemido que probablemente escucharon los vecinos que siempre se andaban quejando. Dazai que ya conocía bien a Chuuya, empezó a mover su dedo en el interior, sacándolo y metiendo siempre que veía al otro pedirle más, su otra mano empezando a masturbar el miembro para duplicar el placer. Un segundo dedo fue introducido, y Chuuya empezó a perder la cabeza. Porque cuando más de un dedo estaba en su interior, era cuando Dazai aprovechaba para tijeretearlo y, si quería escucharlo gemir, tocar su próstata.
No fue hasta que Dazai sintió como el interior de Chuuya empezaba a estremecerse y demás, que paró.
—¿Puedo? —preguntó como siempre, a lo que Chuuya asintió y agradecía internamente.
Con eso dicho y, tal y como indicaba el libro, Dazai, que yacía encima de Chuuya que estaba acostado boca arriba frente a él, entró con cuidado, sintiendo cómo el pelirrojo en seguida ponía sus manos en sus hombros como soporte, apretándolos con fuerza cada que iba más profundo hasta que entró por completo. Dazai esperó a que Chuuya se acostumbrara y, cuando sintió que le dio una palmada en el hombro aparte de que le asentió, empezó a moverse.
Y, ok, sí, tal vez hayan hecho esta pose otras miles de veces pero casi nunca se miraban a los ojos como ahora. Eran movimientos lentos en donde trataba de ir lo más profundo que podía, pero no era eso lo que acaparaba su atención ahora, sino los hermosos ojos azules debajo de él viéndolo con cariño y deseo. No pudo evitar esbozar un pequeña sonrisa que fue correspondida casi enseguida y aumentar la velocidad. Se arrepentía de no haber comprado antes ese libro, pues si bien lo hizo nada más por curiosidad y para molestar al pelirrojo, había valido la pena leer exactamente cómo hacer esto. Con las pieles chocando, yendo rápido y profundo, tratando de encontrar ese lugar que hacía a Chuuya casi llorar, escuchando las patas de la cama chillar, observando ese perfecto rostro debajo de él, tan sumiso, con algo de saliva corriéndole por la barbilla, sus ojos algo perdidos y la respiración agitada, le estaba prendiendo demasiado.
Lo mismo para Chuuya, que desde que Dazai empezó a golpear donde sabía que le gustaba, perdió todo control sobre su cabeza y solo se limitaba a disfrutar y gemir el nombre del otro.
No fue hasta que los dos ya estaban casi a su límite, que Chuuya habló y dijo algo que rara vez escuchaba Dazai.
—T-te amo, idiota.
Fue suficiente para que Dazai se esforzara más en esas últimas dos estocadas para luego venirse junto con Chuuya que terminó abrazándolo con fuerza, gimiendo una última vez en su oído antes de caer como un muñeco de trapo en la cama, tratando de recuperar el aliento junto con Dazai que le había caído encima a los pocos segundos.
—¿Te he puesto en cuatro alguna vez? —preguntó el castaño a los cinco minutos.
...
...
...
Siguiente: En cuatro, uy.
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Soukoku. OTP challenge +18
FanficAlgunas escenas comprometedoras y explícitas entre los chicos. That's it. Ninguno de los personajes me pertenece, créditos a Asagiri Kafka y equipo. Créditos al bello dibujo de la portada a @HiChuya en Twitter, yo solo la edité❣️.