𝐄𝐍 𝐓𝐔𝐒 𝐑𝐄𝐂𝐔𝐄𝐑𝐃𝐎𝐒 (𝖫𝗎𝗂𝗆𝖾𝗅𝗂𝖺)

I. Encontrarte

Mudarse sola nunca es fácil. Pero ya lo había decidido desde hace mucho tiempo.

Habia mucha gente en las calles, y yo solo era una más entre ellos

Salí a comprar algunas cosas y en el camino me perdí

- ¡Joder! ¿Por dónde era el camino? - Me dije rascándome la cabeza - Todas las calles se parecen...

Me quedé parada viendo los grandes edificios, esperando reconocer alguno. Retrocedí dos pasos porque sentí ver a lo lejos una bicicleta con la cual me cruze al salir de mi edificio..

Choqué con alguien por detrás

- ¡Oh vaya! Lo siento - Le dije inmediatamente

- No te preocupes - Me dijo mientras yo me giraba - Sucede todo el tiempo, es una ciudad muy aglomerado - Terminó diciendo en una sonrisa

El cuerpo se me congeló al verla, no pude pronunciar palabra.

Ella se me quedó viendo extrañamente durante unos segundos mientras pareciera que el mundo alrededor dejara de girar, y estábamos en esa calle solo las dos

- Disculpa - Dijo ella al reaccionar - es que tus ojos.. digo, tienes una mirada que...

- ¿Mi mirada? - Fue apenas lo único que pude articular. Seguía en shock

- Si bueno, no me hagas caso - Dijo riendo mientras bajaba la cabeza tímidamente y se acomodaba un mechón de cabello.

La forma de sus gestos, su mirada, su cabello y su cuerpo, me hizo sacar del trance donde me había metido y estaba dispuesta de tirarme a sus brazos

- Bueno ¿eres nueva por aquí? Es que creo que nunca te he visto

¿Qué?

- Soy Amelí - Me dijo estrechando su mano

Miré a mi alrededor rápidamente por si es que la estaban vigilando, por si encontraba a su padre por ahí...

- Amelia que soy yo - Le dije mientras sentía que se me iba formando un nudo en la garganta

- No, Amelia no, me llamo Amelí. Bueno no te preocupes la gente suele confundirse con mi nombre, incluso mi madre ¿puedes creerlo? - Dijo riendo

- No entiendo... Soy Luisita - Le dije tomando su manos entre las mías.

La sensación de su piel suave contra la mía, me hacía sentir una explosión como si dos almas hubiesen colisionado en ese instante

- ¿Disculpa te conozco? - Me dijo extrañada

No me reconoce, no lo entiendo.

- Claro que nos conocemos, nos conocemos más que nadie en este mundo ¿no lo recuerdas?

- Eh... yo... - Empezó a titubiar mientras intentaba quitar su mano de mí, pero no la solté

- Tus padres viven en Zaragoza, te gusta cantar, amas la actuación - Le dije mientras veía como se rascaba el cuello - Te rascas el cuello cuando te pones nerviosa, eres alérgica a los gatos - Me miró sorprendida

-Oye... Esto me está asustando un poco, creo que te estas confundiendo...

- Te gusta tomar siempre una taza de manzanilla en las noches para que puedas descansar bien

- ¿Cómo sabes eso?

- Porque nos conocemos Amelia

- Soy Amelí y estas confundiendote de persona - Me dijo soltando mi agarre y dándose vuelta

- Cada vez que me miras, el universo hace un segundo de silencio para prestarnos atención...

Volteó a verme dejando su mirada conectada a la mía

-... y darse cuenta que este es el camino correcto - Me dijo

- ¿No me recuerdas Amelia?

Sus labios entreabiertos y sus ojos brillantes, me vieron de manera sorprendida y extrañada al mismo

- Yo...

- Hola mi amor - Dijo un hombre alto abrazándola por detrás - ¿Dónde estabas? Te estuve buscando por todos lados - El hombre la tomó de las mejillas y le dio un beso en los labios

La escena me destrozó el alma.

No entiendo nada.

¿Qué hace en esta ciudad?

¿Estuvo aquí todo el tiempo?

¿Me buscó alguna vez como yo lo hice con ella?

¿Por qué besaba a ese hombre?

Amelia... ¿Por qué no me recuerdas?