Día 5.2

32 4 4
                                    

-Claro, puedes sentarte. -Ahora soy yo el que tiene una mirada de auxilio.

-Genial, gracias Roxas. -Creo que me voy a desmayar. ¿Por qué estoy siendo tan dramático? Yo antes no era así.

Axel intenta pasar por delante mía para sentarse en la butaca. Para que le resulte más fácil, aparto las piernas como puedo. Él está dándole la espalda al escenario, por lo que sin querer mis ojos miran justo al frente. Mi cara se enrojece rápidamente. Está demasiado cerca.

La situación dura una eternidad en comparación a lo que debería, pero finalmente llega a su asiento. Parece que la ronda de aplausos ha terminado y están presentando al profesor Even, aunque por supuesto no es necesario porque toda la gente le conoce.

-Disculpa de nuevo, ¿te importa si cambiamos sitios? Necesito salir en un rato al pasillo y no quiero interrumpirte en medio de la presentación. -Axel me mira a los ojos. Sentados me parece aún más alto en comparación.

-Eh, claro. No hay ningún problema. -Adiós ir al baño. Espero que no me entren ganas hasta que se termine.

Ambos nos levantamos para cambiar los asientos pero el espacio es demasiado estrecho para los dos. Axel se acerca y pega su cuerpo al mío.

-A ver, tú ponte así delante y yo paso por detrás. -Sus manos agarran mi cintura y, acto seguido, de forma involuntaria coloco las mías en sus hombros como si estuviéramos en medio de un baile. Su perfume empeora la situación envolviéndome completamente y sus ojos se fijan en los míos. Una oleada de calor invade mi cuerpo, que poco a poco acorta la distancia y se aprieta más al suyo. Por un momento me parece ver como se muerde el labio y sus manos se deslizan más atrás de mi cintura.

-¡Queréis sentaros de una vez! Algunos queremos ver la presentación. -Un señor nos grita, aunque termina siendo un susurro para no interrumpir el acto.

-Lo sentimos. -Se disculpa Axel. El ambiente hechizante que se había creado entre ambos se desvanece por completo y se convierte en un momento incómodo que termina con ambos sentados en las butacas en silencio. Creo que nunca he sentido tanta vergüenza.

La presentación del profesor Even empieza con imágenes y explicaciones sobre los Bloques Gumi. Expresiones y murmullos de asombro se escuchan cada vez que se menciona un nuevo dato sobre el descubrimiento. El acto continúa con numerosos estudios recientes de diversos temas.

-Vaya, increíble. -Comenta Axel a mi lado. Me coloco en la butaca de nuevo para estar más cómodo y mi pie choca contra algo. Me sonrojo al pensar que puede ser, pero no decido apartarlo. Axel ni se inmuta y su pie se mantiene inmóvil a pesar de estar en contacto con el mío. Intento centrarme en el acto pero es imposible. El simple roce me pone nervioso y tan rígido como una estatua. Debo tranquilizarme y centrarme en lo que importa.

Poco después, la aparición de otro hombre en el escenario sorprende a todo el público. Se trata de Ansem El Sabio, una figura muy importante en la ciencia de los últimos años. Nadie esperaba su asistencia puesto que no se había anunciado nada, pero tiene sentido puesto que trabaja con el profesor Even.

Axel también se muestra asombrado e interesado, aunque muchas veces parece distraído y se rasca la nuca como si no entendiera de qué hablan. Puede que sea más despreocupado y menos serio de lo que me imaginaba.

Debo centrarme en la presentación, debo centrarme en la presentación. Ambos profesores terminan la explicación y las luces se encienden un poco. Me doy cuenta de que Axel ya no se encuentra a mi lado y que lo que se supone que era su pie contra el mío, era en realidad una botella de agua. El señor de atrás me la pide y me explica cómo se le ha caído aunque no me puede importar menos.

Estoy enfermo. Estoy asistiendo a un seminario de dos científicos conocidos mundialmente y en su lugar lo único que pienso es en mi profesor. Y ni siquiera de una forma profesional. Bueno, ahora que se ha ido, puedo atender sin distracciones.

-A continuación, queremos dar la palabra a un profesor de esta facultad que ha aportado sus conocimientos e ideas en los descubrimientos mencionados anteriormente. Con su edad tan joven, ya ha escrito para numerosas revistas de gran calibre. Démosle un fuerte aplauso al profesor Lea.

-No puede ser.

-Buenos días y muchas gracias. Veo muchas caras jóvenes en el público y solo puedo verme reflejado en vosotros. Me alegro que mostréis tanto interés por estos temas. -¿Qué está pasando? -Sé de primera mano que entre vosotros hay muchos diamantes en bruto, solo hay que ver el fuego tan intenso que desprenden vuestras miradas. ¿Lo captáis?

Por un momento siento que sus ojos miran únicamente en mi dirección y sus frases van dirigidas a mi. Recuerdo la situación al cambiar los asientos y me sonrojo. Se me escapa un suspiro, mezcla de deseo y resignación. Al menos parece que voy a prestar más atención a la presentación ahora.

-Creía que estaba sentado al lado tuya. -Larxene se gira para hablar conmigo. -Llámame loca pero no para de mirar en nuestra dirección. Yo creo que está interesado en ti. -Aporta antes de darse la vuelta de nuevo. Lo dudo mucho pero ojalá.

La charla de Axel dura mucho menos que las anteriores, o puede que fuera igual de larga... Tampoco es que haya prestado mucha atención a las otras. De todas formas, se hace más amena. Axel tiene más gracia, se expresa de una manera menos formal y se dirige más al público e interactúa con él.

-Voy a aprender más química que fotografía a este paso. -Comenta Larxene mientras salimos del auditorio. La verdad es que pasa más tiempo en esta facultad que en la suya, eso seguro.

-Vamos ahora a la sala de detrás del auditorio. -Interrumpe Zexión. -He conseguido acceso para poder hablar con los profesores. Ventajas de sacar buenas notas y ser el ojito derecho de algunas personas. -No me queda claro si Zexión me guiña el ojo o simplemente está parpadeando.

En la parte de atrás se encuentran algunos alumnos y profesores de la universidad pidiendo autógrafos y fotos. Muchos se lamentan de no haber traído libros del profesor Ansem para que se los firme. Sin embargo, ambos responden que permanecerán en la facultad hasta que termine la semana para realizar talleres y papeleo.

Pronto llega nuestro turno y Zexión saca todos los libros. Una vez termina con las dedicatorias, le da instrucciones a Larxene para que realice las fotos. Consigo aparecer en algunas e intento hablar con el profesor Ansem ya que cierto emo no deja respirar al profesor Even. Aún así, parece que no le desagrada la compañía de mi amigo.

-No recibo a gente a menudo. -Comenta Ansem El Sabio. -Me recuerdas a un chico muy prometedor que una vez conocí. Muchos de vosotros estáis esperando vuestro nuevo comienzo en este mundo laboral. Seguro que alcanzáis mucho más de lo que nosotros consigamos hacer.

Aunque sus palabras me desconciertan al principio, en cierto modo me tranquilizan y parecen inspiradoras. Una chica de pelo azul que parece unos años mayor que yo responde de repente.

-Tiene razón. -La chica se presenta de manera muy profesional y sofisticada, aunque su tono de voz se envuelve en un aire de nostalgia, como si su vida hubiera sido muy difícil. -Por favor, llámeme Aqua. He dedicado incontables horas a seguir sus descubrimientos y no puedo esperar a ver el mundo exterior para continuar su trabajo como pueda.

Nuestro turno se termina y decidimos irnos, aunque Zexión podría quedarse horas. Los estudios deberían ser mi prioridad y esta situación debería darme esperanza en mi futuro como ha mostrado esa chica llamada Aqua.

Sin embargo, lo único que puedo hacer es buscar a Axel y pensar en él.

Our sunset (Axel x Roxas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora