Día 7.2

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Al poco tiempo comenzamos a trabajar. Con ayuda de un libro, explico y selecciono los bloques que pueden servirnos. Me fascino al tocarlos y ver que son elásticos, como si estuvieran hechos de goma. Mientras tanto, Sora dibuja un boceto de lo que serían los planos de la nave. Por supuesto, no tenemos los materiales necesarios para construirla ya que es muy grande, pero intentamos hacer varias partes clave del diseño para comprobar que funcionaría de forma correcta.

-Eres un vago, Sora. -Grita una chica detrás nuestra. -Se nota que todo el trabajo lo está haciendo tu compañero.

-Estoy ayudando, Kairi. No te metas en nuestro trabajo. -Sora le saca la lengua y la chica sonríe.

-Solo te está picando. -Otro chico de cabello plateado se une a la conversación. Parece que los tres son muy buenos amigos y les gusta bromear entre ellos.

-Ya lo sabía, Riku. -Los tres se ríen y continúan con el trabajo. -¿Añadimos armas a la nave? -Me pregunta Sora entusiasmado.

-Vale, puede que sean necesarias. No sabemos que hay en el espacio. -Respondo y asiento de acuerdo a su propuesta.

-Puede que se encuentren con una ballena gigante espacial.

-O un robot enorme que lance misiles. -Ambos nos reímos solo de imaginarlo. Sora se rasca el pecho, seguro que por el dolor de tanto reírse. Parecemos niños pequeños jugando con plastilina y creando historias.

Una vez terminado, hablamos con el profesor Even para enseñar nuestra idea y escuchar su valoración.

-El diseño es simple, pero eso también quiere decir que supondrá un menor coste su producción. Está muy bien pensado y presenta armas para la defensa contra asteroides y hasta un escudo. Además, me habéis presentado algo profesional, no como otra gente. -Responde el profesor Even y nos enseña los planos de una nave que parece un monstruo blanco adorable con el nombre "Moguri".

-Seguro que ganamos. -Sora me abraza y sonríe tras escuchar la opinión.

-Sora es un estudiante muy prometedor con un futuro brillante por delante. He de decir que también me ha sorprendido su trabajo, Roxas. Me alegra ver alumnos que trabajan en serio. -Me sonrojo y agradezco los cumplidos. Axel me levanta el pulgar como signo de aprobación.

El taller termina y Sora se despide para irse con sus otros dos amigos. Meto todas las cosas en mi mochila y me llevo un bloque que nos permiten quedarnos como recuerdo. También guardo una copia de los planos de la nave.

Mucha gente aprovecha estos talleres para no asistir a las asignaturas y los profesores lo saben. La clase de Axel sin embargo se mantiene con un número de alumnos similar al de siempre. Al terminar la lección, recojo mis cosas para irme a casa. Enciendo el móvil para ver los votos a los diseños de las naves. Parece que el nuestro no está triunfando mucho, de hecho en primero posición se encuentra el 'Moguri'. Antes de apagarlo, me fijo en la fecha y me acuerdo de algo.

-Eh, Roxas. -Axel se acerca a saludarme aunque no le hago mucho caso.

-...Es la hora. -Agarro la mochila y me dirijo a la salida. Se pone delante mía para frenarme pero me pongo nervioso. Voy a llegar tarde.

-¿Qué hay? ¿Sucede algo malo? -Axel se cruza de brazos y yo me quedo callado. Ahora que lo pienso, él forma parte de la Organización. Al igual que yo, mira el móvil y se da cuenta de qué día es.

-Oh, bueno. Se suponía que debíamos vernos hoy en la Sala Redonda. Odio las reuniones...

La Sala Redonda es el nombre que le dan a la habitación donde se hacen las reuniones de la Organización. Hoy es un día especial. Se trata de la fiesta de bienvenida para Xion. En realidad, lleva formando parte del grupo más tiempo pero la gente suele estar tan liada que estas celebraciones se acaban aplazando.

-Ahora que lo pienso, la tuya fue hace siete días. -En mi caso, fue bastante lamentable. La mitad de la gente no asistió porque estaban todavía de vacaciones y como ya habían comprado la tarta, se hizo de todas formas. -Parecías un perrito asustado delante de todo el mundo.

-Espera, ¿estuviste en mi fiesta? -Me extraño mucho ya que habría sido imposible no percatarme de su pelo tan llamativo. Seguimos andando hacia la salida mientras intento recordar ese día. Ahora que lo pienso, sí hubo una persona que me acompañó hasta el sitio y no reconocí...

-Iba con capucha. Digamos que un experimento salió mal y mi pelo sufrió algunas consecuencias esa semana, así que tuve que llevarla para ocultarlo. Por suerte, pude arreglarlo antes del primer día de clase. -No me puedo creer que estuviera ahí. Entonces realmente nos conocimos hace siete días...

-Ya me contó Demyx sobre un incendio que provocaste. -Axel se sorprende y sus mejillas se tornan rojas.

-Nada de lo que oigas de esos tipos sobre mí es verdad. Bueno, me tengo que ir a dejar las cosas en mi despacho. -Intentando evitar el tema, Axel se despide con prisa y se aleja.

Me olvido de lo que acaba de ocurrir y llego lo más rápido posible a la Organización. Si no asisto a la celebración, Xion se va a enfadar conmigo. Como el nombre de la sala indica, las sillas en las que nos sentamos forman un círculo, con el asiento de Xemnas de cara a la entrada.

Algunos de los mayores se muestran serios, otros con ganas de terminar cuanto antes para irse. Larxene toma fotos del acto mientras Marluxia posa. Zexión se encuentra mirando fijamente con la boca abierta en una dirección. Al seguirla, me doy cuenta de que el Profesor Even está sentado en una de las sillas. ¿También forma parte de la Organización?

Al cabo de un rato, Axel aparece junto a Saïx y no puedo evitar sentir un poco de celos. Para mi sorpresa, esta vez han asistido todos los trece miembros, no como en la mía... No sé por qué siento envidia por eso si fue mejor que hubiera menos gente mirándome. Poco tiempo pasa hasta que entra Xion un poco nerviosa y Xemnas comienza su discurso.

-Buenas noticias, amigos. Hoy es un día memorable. Me complace anunciaros que tenemos un nuevo camarada. -Xion da unos pasos hacia el centro de la sala bajo nuestras miradas. -Será el número XIV. -Sus ojos azules buscan los míos y sonrío para tranquilizarla. Ella me devuelve la sonrisa. Recuerdos del día de mi celebración se pasan por mi cabeza y pienso en los nervios que sentí al ver a Xemnas.

El ambiente serio se ve interrumpido por una ronda de aplausos. Demyx no tarda ni un minuto en sacar su sitar azul y tocar una canción.

-De verdad, no se puede hacer algo serio con vosotros. -Comenta Xemnas después de felicitar a Xion.

-Es que haces ver todo como si fuéramos parte de una secta. -Responde Larxene con una bebida ya en la mano y con la otra abrazando a Xion. -La tenías igual de asustada que Roxas hace una semana.

La fiesta continúa aunque Xemnas, Xigbar, Lexaeus, Saïx y el Profesor Even, al que parece que llaman Vexen, se marchan relativamente pronto. Al poco tiempo, Zexión también se va con la excusa de estudiar aunque claramente ha perdido el interés al irse su ídolo. La música de Demyx sigue sonando, ahora más animada que antes, y hace que bailemos, sobre todo Marluxia. Luxord hace trucos de magia con las cartas para Xaldin y Larxene intenta descubrir como lo hace cada vez que termina uno.

Mientras hablo con Xion, Axel se acerca y les presento. En poco tiempo, los tres hablamos y bromeamos como si nos conociéramos de toda la vida.

El número XIV. Tendremos que cambiarle el nombre a la Organización...

Our sunset (Axel x Roxas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora