Our sunset (Axel x Roxas)

Día 4.2

-¿Qué hace Larxene aquí? -Pregunta Zexion confuso y asustado a la vez.

-No tenía clase y ha convencido al profe para estar conmigo.

-Dejemos de hablar de mí. Zexion, ¿me dejas tu libro? -Interrumpe Larxene. Esta vez nos sentamos en la parte trasera para no quitar un sitio a algún compañero.

-Ni loco. El lexicón es sagrado. Mi vida gira en torno a él. -Responde apretando contra su pecho la mochila que lo contiene.

-Al menos dime qué has escrito sobre Roxy y Axel. -Mi amigo evita su mirada. -Por favor, si Roxas ya me ha dicho que le atraen los chicos.

-¿Le has dicho que eres gay? -Zexion se gira hacia mí indignado. -Se suponía que yo iba a ser tu único confidente. Ahora solo soy uno más. -¡Si ni siquiera se lo confesé!

-No se lo he dicho. Es que al cruzarnos con Axel... -Me quedo pensativo un momento. Los dos han adivinado que me gustaba sin contarles que me atraen los chicos. -¿Tanto se me nota? -Pregunto temiendo sus respuestas sinceras. Ambos empiezan a soltar pruebas en sincronía.

-Nunca has tenido novia. -Comienza Zexion.

-Eso tampoco es tan raro. Puedo ser feo. -Respondo defensivo.

-No te fijas en las chicas. -Vale, eso es verdad. Punto para Larxene.

-Saludaste un día a Demyx con un besito en los labios.

-¡Fue una apuesta!

-Chupas los helados de una manera muy sospechosa. -¿Existe alguna forma de chuparlo que no sea sexual?

-No vale. Los de sal marina están muy ricos. Además, ni que fuera la única persona del planeta que come helados.

-Y otro día que jugamos a la botella, los dos aceptasteis besaros durante tres minutos. Además, acabasteis durmiendo juntos. -Otra vez con Demyx...

-¡Estábamos borrachos! Os recuerdo que Zexion, tú duermes con un libro y Larxene, tú te besaste también con Xion.

-Pero eso no es lo mismo. Somos chicas. -Rápidamente cambia de tema y sigue atacándome. -Me hablas mirándome a los ojos cuando llevo escote y eso que me insinúo.

-Es que eso sería una falta de respeto. No te voy a ver las tetas mientras me cuentas tu vida.

-Según Xigbar, eres violable.

-Ese pervertido piensa que cualquiera lo es.

-Tu silla de la Organización tiene corazoncitos y estrellas. -Es que la decoración es muy sosa. Son solo dibujos, no hacen daño a nadie.

-Todavía me pregunto para qué tienes un gancho en tu habitación.

-Eso es información confidencial. -En realidad ni sabía que tenía uno. Casi nunca limpio mi cuarto.

-Te pillé masturb...

-¡Ya, suficiente! No necesito escuchar más. -Ambos me miran esperando mi veredicto. -Muy bien, hay razones para que lo penséis pero yo lo que quería saber es por qué se me nota tanto lo de... -Giro mi cabeza y hago señas hacia el profesor, que se encuentra de cara a la pizarra resolviendo un problema.

-Te sonrojas. -Responden los dos al unísono y se ríen por la coincidencia.

-¿En serio? ¿No creeréis que Axel también se ha dado cuenta? -Pregunto un poco asustado y con el corazón encogido ante la respuesta.

-Tal vez. -Zexion vuelve a su libro y copia varias cuentas.

-Si te soy sincera, yo creo que o es corto de luces y no lo ha notado, o lo sabe y por eso se interesa por ti.

La hora restante se esfuma mientras atendemos poco y comentamos muchas tonterías. Al terminar Larxene sale disparada del aula para ir al baño y Zexion se marcha con prisa. Una vez recojo todo me dispongo a salir pero una mano me para.

-Lo siento Roxas. Vas a tener que recibir la reprimenda que os merecéis los tres. Tengo mucha paciencia pero os dije claramente que no molestarais a cambio del favor que le he hecho a tu amiga. -Ya se han largado todos los alumnos y me pongo muy nervioso al ver que estamos nosotros dos solos.

-Esto... Yo... Tampoco hemos hablado demasiado.

-Lo sé. Solo quería asustarte. -Axel suelta una carcajada mientras yo sigo con mi paro cardíaco. -Deberías ver tu carita. Pareces un cachorro indefenso. De todas formas, esto no se va a volver a repetir. -Asiento sin saber qué responder. ¿Qué profesor hace estas bromas a sus alumnos? -Os habréis enterado al menos de lo que he explicado hoy, ¿no?

-Más o menos. -Contesto temiéndome lo peor. -Algunas partes las has borrado muy rápido de la pizarra y no me ha dado tiempo. No quiero decir que haya sido tu culpa, seguro que me he distraído un poco.

-Ya que perteneces a la Organización, que te parece si vamos hoy y te ayudo con lo que no entiendas.

-No es un poco injusto que reciba un trato especial... -Me encantaría pasar esta tarde con él pero me preocupa que le pueda costar su trabajo. La universidad es muy estricta en lo que respecta a las relaciones entre profesores y estudiantes. Al parecer el amor entre dos personas puede dañar la imagen de un centro de estudios.

-Considéralo como una tutoría solo que en lugar de venir a mi despacho a preguntarme dudas, quedamos en otro lugar.

Asiento convencido con la respuesta y nos despedimos después de acordar una hora. Espero a que Larxene salga del baño y nos dirigimos juntos a la parada del bus. Por el camino alcanzamos a escuchar una conversación entre dos personas que se encuentran a unos pasos por delante de nosotros.

-¿Vas a venir mañana a la conferencia del profesor Even? -Miro a Larxene sorprendido pero ella ni se inmuta. Se nota que no está interesada en la ciencia.

-Zexion no para de hablar de él. Dicen que es un maestro de la química. Sus descubrimientos han ahorrado millones de platines a muchas empresas. -Informo entusiasmado a mi amiga pero su atención no se despega del móvil.

-Primero tú con Axel y ahora Zexion con ese tipo. ¿Qué obsesión tenéis con vuestros profesores? -De nuevo mis mejillas enrojecen. Debería ir al médico porque tanto sonrojo no es normal. -Bueno, ¿quieres ver a tu pelirrojo desnudo?

-¿Qué?

-¿No has investigado nada sobre él? He encontrado su cuenta de Instagram y resulta que también es modelo. -Ya está. Me he convertido oficialmente en un tomate solo de imaginar su cuerpo desnudo. -Qué pena, es una cuenta privada.

-Pues agrégale. -Respondo sin pensar en lo desesperado que he sonado.

-¿Yo? Hazlo tú, que para algo es tu crush. -Larxene y sus palabras inglesas para hacerse la moderna. Se nota que lee fanfics aunque no lo admita.

-No voy a hacerlo. No quiero que se haga ideas raras.

-¿Qué ideas raras? ¡Si te gusta! -El bus que tengo que coger aparece por una calle. -Mira, te mando su nombre y tú ya decides lo que haces.