Amore Mío 2

1. Andar Conmigo

NARRA CHRISTIAN

30 de noviembre de 2018

Los días viernes, antes de salir de clases, mis amigas y yo planeamos a dónde ir de fiesta.

― ¡Muero de hambre! ―dice Melanie―. Vayamos a la cafetería por comida primero. Ya después acordamos a dónde ir.

Entre mis amigas y yo existe una canción que, además de ser nuestro himno, nos representa como los más populares de todo el colegio; "Fancy" de Iggy Azalea, la cual cantamos con mucho fervor.

― ¡I'm so fancy...! ―cantamos al unísono y a todo volumen.

― ¡Quieren callarse! ―exclaman otros chicos que van entrando a la cafetería.

― ¡Fuera de nuestro camino, perdedores! ―dice Rosy y empuja a los chicos.

La fila de la cafetería es muy corta y cerca de ella se encuentra Leonardo; está sentado y revisando su celular.

― ¿Qué tanto le miras a ese loser? ―pregunta Rosy―. ¿Acaso te gusta?

―Chris, ¿sabías que Leonardo está enamorado de ti? ―añade Julieta.

―Nos llegó el rumor ―concluye Melanie.

Suelto una carcajada fingiendo que no sé nada de eso. Leonardo ha hecho muchas publicaciones en su perfil de Facebook hablando de que está enamorado de un chico, el cual jamás le hará caso y las finaliza colocando entre paréntesis mis iniciales.

― ¿Gustarle a Leonardo? ―pregunto simulando incredulidad.

―No deja de mirarte. Échale un vistazo ―dice Melanie.

Con discreción enfoco mi vista a donde él se encuentra. Leo desvía su mirada para no hacer contacto con la mía.

―Ahora vuelvo...

― ¿A dónde vas, Christian? ―Melanie me toma del brazo. Ignoro su pregunta y voy decidido a iniciar una conversación con Leo.

―Me llamo Christian. Christian Miranda ―extiendo mi mano para saludarle.

―Yo soy Leonardo ―está nervioso. Estrecha su mano con la mía y noto que le sudan las manos.

―No seas tímido. No muerdo ―le tomo la barbilla y noto que se ha ruborizado― ¿Puedo sentarme contigo?

―Adelante ―pone sus manos sobre la mesa. La sonrisa que se le forma en el rostro es inmensa.

Vaya, Julieta tenía razón.

― ¿Qué harás hoy por la tarde? ―le pregunto para romper la tensión.

―Dormir... y dormir ―suelta una risita.

― ¿Te gustaría venir a dar una vuelta por el parque?

―Me encantaría ―responde sin dudarlo.

―Y así podrás ayudarme a estudiar para el examen de geometría del próximo lunes ―entrelazo los dedos.

― ¡Christian! ¡Ya es nuestro turno! ―me llama Melanie― ¡Christian! ―una vez más me llama.

―Espera un poco ―susurro y me levanto del asiento―. Ahora vuelvo, ¿quieres que te traiga algo?

―Un café descafeinado, por favor ―responde con dulzura.

Mis amigas no esperan en pedirme que les cuente lo poco que ha sucedido con Leo.

― ¿Y bien? ¿Ya confirmaste que Leonardo está enamorado de ti? ―pregunta Julieta.