Su Frío Corazón [Seulrene]

04# El Pastelito

Seulgi po'v

Me encontraba comprando unos pastelitos para pasar la tarde de té y café con Irene-unnie. Ya que anoche se molestó conmigo por haber tirado a la basura un dibujo que había hecho cuando era pequeña; desde entonces está muy molesta conmigo y está mañana no me habló.

Entonces, yo Kang Seulgi, decidí comprarle café, té y pastelitos para que me perdone por lo que hice.

-tome, aquí está su pedido- dijo entregándome la bolsa donde venían los pastelitos.

-gracias, ¿cuánto es?- dije mirando fijamente a la vendedora.

-son...1,557 wones- sonrió la señorita. Asentí y comencé a buscar el dinero en mí bolsillo pero no había absolutamente nada. Dejé la bolsa sobre la mesa y seguí recorriendo los bolsillos de mí campera, jean y mí bolso, pero no había nada.

-¿Me permite hacer una llamada y vuelvo para pagarle?- dije inocentemente mirando a la vendedora. Está asintió acompañado de una sonrisa y ahí rápidamente salí afuera del local y comencé a llamar a Irene-unnie.

-hola...- contesto con su típico tono frío.

-unnie!! ¿Podrías venir a traerme algo de dinero a la pastelería que está cerca de la casa de Wendy?- dije fingiendo llorar y haciendo un puchero.

-tch, ¿por qué? ¿Ahora que vas a comprar?- dijo quejándose fríamente.

-queria comprarle unos pastelitos para comer con usted para que me perdonará por lo de ayer pero me olvidé el dinero en casa- seguí fingiendo llorar.

Escuché que Irene suspiro y se paró;

-ahora voy para allá. Espérame dentro del local, hace frío, te puedes resfriar- dijo muy mandona.

-si unnie, la esperó, adiós- corte y entre nuevamente al local a esperar a Irene-unnie.

//Más tarde//

Después de esperar unos minutos, ví el auto de Irene estacionarse frente al local y de ahí bajo ella toda vestida de negro, bien sugar mommy y entro al local.
Me miró aún manteniendo su expresión de fría.

-hola unnie- sonreí y me acerqué a ella.

-¿A quien debo pagarle?- dijo fríamente. Señale con la cabeza a la chica que estaba atendiendo a otros clientes. Irene se acercó a la caja y le pago a la señorita para después agarrar la bolsa y darmela a mí.

Ambas salimos del local y subimos al auto.

-unnie, lo siento por hacerla venir aquí y por lo de anoche- dije bajando la cabeza.

-siento ser tan distraída, infantil y tonta- dije nuevamente. Ella me tomó del cuello de la camisa y me beso bruscamente para después separarse y comenzar a conducir.

-no digas eso sobre ti, Seulgi. A mí me gusta tal y como eres- ella sonrió de lado aún mirando la carretera.

-awww unnie- sonreí y le di un beso en la mejilla para sacar un pastelito y comérmelo.

-ya Kang Seulgi! Espera a que lleguemos a casa!- dijo enojada, yo sonreí.