VEINTINUEVE

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— Cuidate mucho hija. -me abrazó mi mamá y yo asentí abrazándola aún más fuerte.- Cuida de mi nieto, y por favor, cualquier cosa cosa me avisas.

— Tranquila, todo estará bien mamá. -sonreí.-

— Eso espero, mi amor.

— Cuida de mi hija y de mi nieto. -le dijo mi papá a YoonGi y él sólo asintió dándoles una reverencia.-

— Lo prometo. -YoonGi sonrió y dejó que me despidiera de mi padre.-

Después de pasar una semana más aquí decidimos ya volver a Seúl. Mis padres a los dos días se enteraron lo de Seung, mi madre sólo dijo que yo sólo sabía que cosas quería para mí bien y el bien de mi hijo.

Mi hermano hace dos días se enteró y no dudó en llamarme, obvio recibí su regaño y dijo que pronto quería hablar bien YoonGi. YoonGi estaba dispuesto a hablar con mi hermano para poder estar bien con nuestra familia.

Cargué a Aiden quien estaba en brazos de HoSeok.

— Vamos Aiden, despidete de tus abuelos. -lo acerqué a ellos y a cada uno le dio un beso en su mejilla. Moría de ternura al ver haciendo ese lindo gesto de mi hijo.-

HoSeok y Jin le enseñaron a Aiden en estos días a como dar besos en la mejilla, según para conquistar a la chicas.

— Gracias por todo papás, los amo. -les di un beso a cada uno y me fui a lado de YoonGi, quien estaba hablando con los chicos.-

Cuando me vieron llegar los nueve nos fuimos a la sala de espera.

De nuevo hacía Corea. Solo pido y espero que las cosas mejoren para bien.

°°°

— Bienvenidos a nuestro hogar. -dijo YoonGi para abrir la puerta de su departamento. La última vez que vine fue aquella ocasión donde le dije a YoonGi la verdad.-

— Gracias. -pasé con Aiden en brazos y con una maleta de mano, YoonGi venía con el resto de maletas.-

Dejé a Aiden en el suelo para que empezará a gatear mientras yo le ayudaba a YoonGi.

— El departamento tiene dos cuartos y dos baños, la habitación principal que va a ser la de nosotros. -abrió la puerta de la habitación dejándose ver aquellos colores cafés, todo era hermoso y se veía el lugar cómodo, sin duda YoonGi sabía como mantener los mejores colores para cada ocasión. Sonreí y asentí.- Y el otro cuarto lo tengo como bodega. -se rascó un poco su nuca y abrió la puerta de la habitación que quedaba enfrente de nuestra habitación.- Aquí podría ser la habitación de Aiden. -asentí.-

— Me gusta.

— Mañana podríamos empezar a comodar y decorar su habitación. -asentí y lo vi, sus ojos que tanto me encantaban pararon a ver a los míos, sonreí al tener su atención.- ¿Qué? -sonrió apenado, viendo aquel rubor en sus mejillas.-

— Me encanta. -me paré de puntitas y besé sus labios.- Gracias.

— Todo por mi familia. -acarició mi mejilla y yo cerré mis ojos al sentir su tacto en ellas.-

— Quiero descansar, mañana prometo acomodar la ropa, pero por ahora sólo quiero descansar a lado de mis hombres.

— Vamos a dormir. -asintió.- Aiden, ven con papá, ya es hora de dormir. -dijo YoonGi alejándose de mí e ir por Aiden quien se encontraba gateando en la sala.-

Sonreí al ver cómo Aiden reía al YoonGi hacerle cosquillas en su cuello. Ambos se metieron a la habitación -que ahora era mía y de YoonGi- y YoonGi dejó con cuidado a nuestro hijo en la cama para después empezar a quitaste la ropa.

© Mi Linda Prisionera. Siempre Juntos || YG ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora