UNO

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UN MES DESPUÉS

Nos encontrábamos mi familia y yo comiendo, mi hermano había venido a visitarnos, específicamente para hablar con mi padre de algo, ¿De qué? No lo sé, pero ellos estaban muy concentrados en su platica. Mi hermano se veía serio mientras platicaba con mi padre, y mientras él, un poco... ¿Preocupado?. Esto me incomoda mucho y me empieza a preocupar.

Había hecho un examen para buscar plaza. O una de dos, o me iba a otro país, o me quedaba aquí en el mío.

Nervios, los nervios me empezaban a invadir por todo mi cuerpo.

— Les preparé la comida que les gusta a ambos. -dijo mi mamá sonriendo.-

Desde que le Conté a mi madre la verdad de mi historia amorosa, y dolorosa con YoonGi, ella es más comprensiva con mis sentimientos, me siento débil sentimentalmente muy seguido, y ella lo comprende. 

Asentí sonriente al ver el exquisito plato de comida en frente de mis ojos. ¡Vaya delicia! los ojos me brillaban al solo ver aquel delicioso manjar. Exagero un poco, pero en verdad, se veía muy delicioso. 

Sin más, empecé a comer a toda prisa.

Error.

Sentí mi estomago devolver todo aquello. No lo pensé por mucho cuando ya me encontraba en el baño, otra vez.

Sí, ayer paso lo mismo. 

— ¿Otra vez vomitaste mi comida? -se escuchó la voz de mi mamá detrás de mí.- Por eso hice tu comida favorita. -la vi, y estaba con los brazos cruzados. Una cosa que a mi mamá detestaba era que taráramos la comida.- ¿Qué pasa?

Lo mismo me pregunto yo, ¡¿Qué pasa?!

— N-no lo sé... ¿Serán los nervios por los resultados? -la miré.- Pronto las darán y si no quedo, tendré que esperar seis meces más. -dije.- Son los nervios, es eso. -dije muy segura.-

— ¿Me lo prometes? -asentí.- ¿Entonces mi comida no sabe tan mal? -sonreí.-

— No mamá, tu comida es deliciosa. -aseguré, porque sí... ¡Su comida era deliciosa!.-

— Bien, entonces ven a comer. 

— Mamá lo siento, me quede de ver con Melanie en su casa, ¿Te importa? -la miré y se me quedó viendo por un momento y luego negó.-

— Para nada. -sonrió.- Sólo no vengas tarde. 

— Esta bien. 

Salí del baño, no sin antes bajarle a la taza, para así dirigirme a mi habitación y cambiarme.

°°°

Me despedí de mi familia y salí de la casa. Llamé a Melanie para avisarle que iba en camino. Su casa no quedaba tan lejos, irme caminando estaría bien.

Al llegar a su casa toqué la puerta, siendo abierta inmediatamente. Era Melanie, mi loca amiga.

— ¡Dios! -me abrazó.- Te eché mucho de menos amiga. -dijo muy contenta.- Perdón por no ir a visitarte todo este mes, pero ya vez la carrera y el trabajo no me dejan respirar ni un poco. -sonrió.-

Melanie se independizó hace poco, y aunque tuviera ya la mayoría de edad, aún seguía viviendo con sus padres, no hasta muy poco. Dice que se le complica un poco más las cosas, pero así podrá aprender de la vida. Lo veo bien, me gusta su idea.

— A mí los nervios me ponen al cien. -dije de la nada. Ella se me quedó viendo.- Volví a vomitar todo lo que comí, mi madre pensó que no me había gustado la comida. -dije de lo más normal.- Ya vez, los nervios. -le teste importancia al asunto.-

© Mi Linda Prisionera. Siempre Juntos || YG ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora