© Mi Linda Prisionera. Siempre Juntos || YG ✔

CATORCE

¡LOS SALUDOS LOS MANDARÉ EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO! ✨

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— ¿No me escucharon? -dijo ahora viendo a los chicos.- ¿Qué hace ella aquí en mi departamento? -me apuntó.- ¿Qué pretenden? ¡¿Qué me vuelva loco?! -gritó lo último, yo automáticamente abracé a Aiden.-

— Sólo pedimos que hablen, ella pidió de nuestra ayuda y no dudamos en hacerlo. Tienen que hablar, tiene que aclarar muchas cosas. -dijo NamJoon.-

— ¿De qué quieres hablar? -me vio y se cruzó de brazos, yo sólo suspiré y vi a los chicos.-

— Dame a Aiden, estaremos en la habitación. -dijo TaeHyung.- Ven Aiden, ven con tío TaeHyung. -le habló a Aiden y él rápidamente se fue a sus brazos, vi como los chicos se iban a la dicha habitación, quedando solo YoonGi y yo.-

— Y bien, ¿De qué quieres hablar? -me vio. Él aún tenía sus brazos cruzados, dando señal que cualquier palabra mía podría acabar con su poca paciencia.-

— ¿Podemos sentarnos? -dije y él sólo asintió.-

Fui y me senté en el sofá que se encontraba a unos cuentos metros de mí. Al poco rato YoonGi también se sentó en el mismo sofá, claro, tomando esa distancia de casi un metro del otro.

Nadie decía nada, no veíamos la mirada del otro, todo era incómodo y yo no sabía ni como empezar.

— No sé como decírtelo. -dije.-

— Sólo dilo. -Y por fin lo volteé a ver, él aún mantenía la mirada hacia un punto fijo de la sala, estaban sus codos recargados en sus piernas. Suspiré.-

— Sabemos que esto es muy difícil para ambos, pero quiero que lo entiendas, no es fácil decirlo. Los chicos ya lo saben, y... -me interrumpió.-

— T/N, sólo dilo. -me dio una mirada muy corta, sentí una electricidad por todo mi cuerpo. Volvió a voltear a su punto fijo.-

— Y-YoonGi... T-tú... -suspiré. ¡Dilo, sólo dilo!.- T-tú... Eres p-padre... Aiden es tu hijo. -mis labios temblaban. Rápidamente él me volteó a ver. Estaba confundió, lo decía en su mirada, no entendía nada.-

— ¡¿Q-qué?! -se paró rápidamente. Me mordí el labio por lo nerviosa que estaba. Me volví más chiquita en mi lugar.- ¡¿Me estás Jodiendo?! -se puso adelante de mí.-

— No, no lo hago, Aiden es tu hijo.

— ¡N-no lo creo, no te creo! -me gritó.- ¡Ese niño no es mío, no lo creo!

— ¡Es tu hijo, YoonGi! -lo vi y me paré del sofá, quedando a sólo centímetros de él.- ¡¿No te das cuenta?! ¡Aiden se parece mucho a ti, sólo míralo!

— ¡N-no... Yo no... N-no puedo, no puedo ser padre!

¿Qué es lo que te aterra?

Lo vi y mi voz, mi cuerpo, todo, todo temblaban.

— ¡Pues lo eres! -callé. No era la manera de decirlo.- Lo eres... -mis malditas lágrimas aparecieron. Váyanse idiotas.- Eres padre, eres el padre de Aiden. -lo agarré de las mejillas, su vista callo en la mía, también estaba llorando.- Eres el verdadero padre... -dije ya más calmada.- Lo eres...

— No... -negó con la cabeza, alejándose de mí y de mi agarre. Lo mire confundida.- E-ese niño no es mi hijo, no lo es. -negó.-

Sentí como mi estómago y todo dentro de mí daba un gran brinco ante aquellas palabras. No saben cuanto me mata ver que él niegue a su propio hijo.