17. Cambios.

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Emilio.

Ver su sonrisa y su carita de sorpresa por la ventana, me llenaba de alegría. Sabía que amaba tanto los girasoles, pero sabía que lo que mas amaba era verme frente a él y saber que me estaba esforzando por recuperar la bonita historia de amor que teníamos.

—¿Qué haces aquí? —dijo con una sonrisa.

Le hice señas para que saliera de la casa y segundos después lo tuve frente a mí.

—¿Te gustó? —dije dándole el girasol.

Joaquín asintió mientras tomaba el girasol y lo miraba emocionado.

—Gra-Gracias. —dijo sonriendo.

Moría de ganas de besarlo. De tomarlo de la cintura y de acercarlo a mí.

Joaquín miró lo que llevaba puesto y comenzó a reír a carcajadas.

—No te rías, Joaquín Bondoni. —dije riéndome yo también.

La carcajada de Joaquín se intensificó y deseé congelarnos en ese momento.

Ver su rostro lleno de felicidad, con la intuición de que su corazoncito latía de amor y alegría. Ver sus ojos haciéndose pequeños debido a que los arrugaba al sonreír y escuchar las carcajadas que soltaba al verme en pijama. Ese tipo de momentos eran los que deseaba congelar y poder disfrutar una y mil veces.

—¿Cómo estás? —dijo cambiando de tema y sonriendo después de la gran carcajada que había tenido.

Sonreí aún más y lo miré a los ojos.

—Bien, amor... —susurré y me llevé la mano a la boca al escuchar lo que había dicho— Per-perdón. —dije.

Joaquín volvió a reír.

—Emi, no te tienes por qué preocupar. —dijo sonriendo.

Mis nervios aumentaron en ese momento. Sentí mis mejillas tornándose rojas y sonreí tímidamente.

Joaquín dio un paso al frente y posó su mano libre en mi hombro.

—Estemos en pausa o no, sigo siendo tu "amor". —dijo sonriendo coquetamente.

Sonreí de lado y no pude evitar sentir mi corazón latir cada vez más rápido.

Años y años estando juntos. Era muy consciente del largo tiempo que llevábamos juntos y me seguía sorprendiendo lo nervioso que Joaquín Bondoni podía ponerme.

Lleve mi mano a su cintura y con mi otra mano libre aparté un pequeño rizo que se encontraba en su frente.

—¿De casualidad una de tus tácticas para que volvamos a tener una relación sana y especial es reconquistándome? —preguntó curioso.

Solté una pequeña risita y asentí lentamente.

—Que adivino me saliste, amor. —dije.

Joaquín movió la mano que había colocado en mi hombro y la llevó a mi mejilla. Comenzó a repartir caricias por mi rostro y no podíamos evitar vernos con ojos de amor.

—Me parece una buena idea, ricitos. —dijo al acariciar los pequeños rizos que se me estaban formando— ¿Te he dicho lo mucho que amo este corte de cabello?

Intensifiqué un poco mi agarre en su cintura y lo acerqué un poquito más a mí. Podía sentir su respiración.

—¿Me estás coqueteando, Bondoni? —pregunté— ¿A caso tú también me quieres reconquistar?

Joaquín rió y apartó su mirada.

—Puede ser... —susurró cerca de mi boca— ¿Qué te parece?

Cambios. | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora