Park JiMin es el último cisne negro, el último en su especie, como lo es conocido los cisnes solo tienen una pareja para toda su vida y él desea encontrarlo pero su carrera como cantante no se lo permite.
Sus padres deciden que es mejor que él se to...
JiMin se sentía ansioso y tal vez algo desesperado por ver a su alfa otra vez así que no espero más y fue a buscarlo, cuando estuvo casi por llegar a la casa de YoonGi el alfa ya se encontraba ahí esperándolo fuera de esta de igual manera o peor que él.
El Omega al verlo corrió y brinco al regazo de su águila quien lo en volvió con sus brazos fuertemente.
— te sentí, mi águila agitó sus alas desesperado por querer alcanzarte por eso salí— dijo YoonGi dejándole algunos tiernos besos en la piel expuesta de JiMin.
— Te extrañé mucho mucho— JiMin se acomodó como pudo en el regazo de su alfa— tanto mi alfa.
— yo también, maldición que también lo hice, vamos a dentro— YoonGi empujó su silla de ruedas de regreso a su casa.
Cerró la puerta principal, sin darse cuenta de la mirada depredadora de un desconocido a lo lejos, y avanzó hasta la sala, JiMin estaba en su regazo como un bebé acorrucado dándole leves caricias en su pecho, ambos se quedaron en silencio por largos minutos escuchando el suave respirar.
— ¿Ya nos podemos casar, Hyung?— pregunto JiMin a lo que sintió vibrar el pecho del alfa cuando esté río por lo que había dicho.
— JiMin— susurró el águila.
— ya lo sé pero es verdad quiero estar con usted— murmuró como un niño berrinchudo.
YoonGi sonrió.
— no es necesario casarnos para estarlo.
El Omega negó.
— siento que me dejara en algún momento— aquellas palabras fueron como una bala para el corazón de YoonGi, no puedo evitar mirar hacia la repisa dónde estaba aquel papel de la eutanasia.
YoonGi lo abrazo contra su cuerpo olvidando aquel tema.
— No, JiMin, no lo haré.
Prometió, aquella promesa se marcó en su alma.
— Ya lo prometió entonces...— JiMin levantó su cabeza para verle la cara a su pareja— casémonos.
— No vas a parar hasta conseguirlo ¿Cierto?— Park asintió levantándose con cuidado del cómodo lugar.
JiMin acarició suavemente el rostro de su novio y le dio un beso esquimal.
— Prepararé algo para comer— Min asintió y observó como JiMin desaparecía en la cocina.
Pero pronto sintió un fuerte y doloroso calambre en toda su columna, que lo llevo apretar los dientes para no gritar, y así como llegó este desapareció. Tenía que llamar a HoSeok para que lo llevara al médico pero ahora no, no quería asustar a JiMin.
Una vez tranquilo quiso empujar su silla pero sus manos no respondían, las sentía adormecidas.
— No ahora, no con él aquí— suplicó a su cuerpo, y una vez más intento pero seguía igual— vámonos, maldición.
— ¿Sucede algo Hyung?— pregunto JiMin desde la puerta de la cocina, el omega se veía preocupado.
— Nada, estoy bien JiMinnie— respondió pero Park se acercó hasta él y se colocó detrás de su silla para empujarlo.
— Si necesitas ayuda yo estoy aquí, amor— YoonGi asintió.
Pero no quería que JiMin lo viera sufrir, que supiera que su cuerpo se estaba volviendo inútil
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Hola mis rosas 🌹
Espero les haya gustado el capítulo.
¿Quién creen que será aquella persona que los miraba de lejos?
