Park JiMin es el último cisne negro, el último en su especie, como lo es conocido los cisnes solo tienen una pareja para toda su vida y él desea encontrarlo pero su carrera como cantante no se lo permite.
Sus padres deciden que es mejor que él se to...
JiMin observo a YugYeom ingresar a la habitación para tomar asiento a su lado, al parecer el Omega había tenido un momento muy duro.
— ¿Lo mataste?— pregunto TaeHyung y YugYeom lo miró confundido— tienes sangre en tu camisa y en tu brazo.
YugYeom se observo y era cierto, tenía manchas de sangre entonces recordo el arañon que le dejo como regalo a JungKook.
— digamos que su perfecto rostro ya no es tan perfecto— comento.
— no me dijiste que le diste un puñetazo la vez pasada y ahora también— hablo TaeHyung.
— fue un puñetazo, un arañon y muchos empujones las de hoy— aclaró con media sonrisa— pero jura que no tiene nada que ver con ésto, solo admitió que filtró la información de su relación— miro hacia JiMin— con el fin de correr rumores y molestarlos.
JiMin se mantenía serio y frío totalmente, parecía estar muerto pero vivo a la vez, si no se viera su pecho subir y bajar lentamente cualquiera diría que estaba muerto, y es que el cisne sentía que su mundo se le caía encima.
YoonGi aún no salía de la sala de operaciones, solo había oído por ahí que el animal de su alfa se había levantado pero no había nadie que confirmará ese hecho, y si es cierto había esperanza.
— JungKook podrá ser de todo pero no dejaría que su carrera se fuera a la basura, sabe sus límites perfectamente, y realmente, aunque parezca mentira, admiró eso de él— respondió JiMin con la mirada perdida— tener esa vida y aún así mantenerse entre los primeros populares de esta industria es impresionante, de esto se trata este mundo, sobrevivir.
YugYeom asintió.
En eso entro NamJoon saludando a todos en silencio, JiMin lo miró y supo a qué había venido su padre. En el mundo del entrenamiento o te atacan y te dejas vencer o atacas y te defiendes, así eran las cosas, como había dicho era cuestión de saber sobrevivir.
Ahora mismo su perfecta imagen estaba siendo destrozada a más no poder, años de serenidad se habían ido al tacho en cuestión de horas, ya no solo era sobre su relación con YoonGi.
JiMin se levantó y negó hacía su padre antes de salir de la habitación, no tenía ánimos de nada, se dirigió hacia el baño donde se encerró para finalmente dejarse caer y llorar, se mordió la muñeca hasta que está sangró todo para evitar gritar con todo lo que sus pulmones le podían permitir, cuando imaginó que regresaría no pensó que sería de está manera, y lo que más le dolía era que YoonGi no había confiado en él para decirle las cosas claras.
Después de largos minutos salió de baño chocando contra alguien al levantar la mirada vio que era JungKook, este tenía los ojos rojos producto de haber llorado.
— JiMin— lo nombró, JiMin se le quedó viendo y se percató de la herida en su rostro— realmente lo siento mucho.
— se que no tienes nada que ver en este accidente pero eso no quita el hecho de que fuiste tú quien puso la trampa...
— créeme que lo estoy pagando y de la peor manera— entonces JungKook vio gotas de sangre caer al suelo— pero antes de que me empieces a gritar o golpear hay que curarte esa herida, y no hagas locuras total cuando tú pareja se despierte no creo que le parezca bueno verte demacrado.
— él ha pensado tanto en mí que se dejó caer— respondió mordiendo sus labios de la cólera.
JungKook solo lo escucho y lo llevo al área de enfermería ahí vio que JiMin se había mordido terrible en su muñeca y de paso JiMin pidió que taparan la herida del rostro de Jeon, cuando la enfermera terminó los dejo solos. Jeon tomó asiendo a su lado.
— hablarás ahora— dijo JiMin y JungKook asintió.
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