•ƒοοя•

2.2K 256 150
                                    

—¿Qué piensas sobre las reencarnaciones? —Shinobu miró con curiosidad a Mitsuri y esta solo negó con la cabeza —

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Qué piensas sobre las reencarnaciones? —Shinobu miró con curiosidad a Mitsuri y esta solo negó con la cabeza —. No es nada olvídalo.

—Ya hablaste sobre el tema, ahora dime ¿Que te molesta? —Mitsuri suspiró mirando las perlas moradas de su amiga.

—Siento como si conociese a Iguro-san de algo, no sé de dónde pero es una sensación que no me deja dormir por las noches —calló por un momento y luego retomó sus palabras—. Es justo como lo que siento cuando tengo ese sueño.

La de cabellos azabache miró a su amiga, aquellas palabras y el sueño de Mitsuri no eran que vinieran al azar, ella debió pensarlas mucho antes de decirlas porque así era Mitsuri pensaba mucho las cosas antes de contárselo a alguien.

—Yo creo que podría ser, desde que Iguro y tú están teniendo citas, parece que tus sueños han disminuido como si su presencia te calmara pero ahora andas diciendo que no te deja dormir, la respuesta es muy clara amiga pero yo no soy quien para decírtela. —Shinobu bebió de la bebida energética que tenía en la mano, la pelirrosa ladeó la cabeza sin comprender lo que su amiga estaba tratando de decirle.

—Te digo para que me ayudes y solo me das más dudas, eres malvada Shinobu-chan. —Las risas se escucharon por todo el campus ambas estaban bien, felices por todo.

 —Las risas se escucharon por todo el campus ambas estaban bien, felices por todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—La respuesta es demasiado clara amigo mío, tu estás enamorado. —Iguro rodó los ojos una vez más al escuchar las palabras de ese hombre ¿Enamorado? ¿Él? Podría que le gustara mucho Mitsuri y la quería también demasiado pero eso de estar enamorado no era para él.

—No lo estoy —comentó él posiblemente tratando de engañarse, aunque si podía notar como se encontraba las veinticuatro horas del día pensando en su chica y como a pesar de todo él seguía en esa negación constante con él mismo.

—Pero si el otro día tuvieron una cita al menos no vas a negar que te gusta. —Iguro se removió un poco los cabellos pensando en lo que estaba diciendo Rengoku.

—Bueno... Si ella me gusta. —Rengoku saltó de alegría y abrazó al chico, al fin estaba orgulloso de que su amigo admitiera su más gran trabajo.

—Eso es un avance —Giyuu quién había acabado de llegar miró al pelinegro sonriendo minímamente—, dime no sientes deseos de besarla o abrazarla. —El rubio miraba curioso a la espera de la respuesta de su amigo.

Memorias de Otra Vida «ObaMitsu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora