Paraíso

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Samantha

Nuestras manos estabas recorriendo nuestros cuerpos, nuestras bocas tenían sed, llevaba años queriendo esto y ni siquiera pensé en mi prometido, quería por una vez pensar solo en mi, decidí arrancarle la ropa a Flavio pero para mi sorpresa este me paro.

-Sam créeme que quiero llegar a más, pero estas prometida y yo no soy así- dijo con la respiración agitada mordiéndose el labio.

Yo por mi parte no pensaba no acabar lo empezado, quería que me llevara al paraíso y lo tenia claro.

-Déjate llevar, déjame que seas mío una noche, solo una fla- dije susurrándole al oído.

Flavio

Siempre hacia las cosas con cabeza pero esta noche no quería eso, quería ser feliz, hacer lo que sentía y eso hice.

Llevaba a Samantha en brazos mientras nos dirigíamos a mi habitación, casualmente mi balcón esta enfrente del suyo, por lo q de veía que aún Alberto no había llegado. La ropa volaba por toda la habitación, sus besos salvajes me estaban volviendo loco.

Fue una de las noches más mágicas de mi vida, nos entregamos, fue lento, bonito, lleno de deseo, de ganas, como si fuera una necesidad, simplemente me llevo al paraíso.

-Tengo que irme fla, créeme que no quiero pero no tengo ganas de escuchar a alberto- dijo con su cabeza aun apoyada en mi cuello mientras me abrazaba.

Se levanto con su cuerpo desnudo, con unas curvas de infarto sin nada que las ocultara y miro por la ventana.

-Mierda- dijo mientras se vestía corriendo y miraba el móvil.

-Chao sam- dije un poco decepcionado

Samantha se abalanzó sobre la cama llenándome la cara de besos y haciendo reír a carcajadas.

-Para porfavor me duelen los mofletes- fue lo único que yo podría decir mientras las carcajadas no se calmaban.

-Descansa bebé- dijo sam dándome un beso fugaz en los labios .

Podía escuchar los gritos desde mi balcón, estaba sentado en el componiendo y escuchaba la fuerte discusión de Samantha y alberto.

-No me toques- grito Samantha

-Porfavor Samantha, como puedes decirme eso? Quedan dos meses para nuestra boda, como puedes decirme que no te quieres casar que no me quieres- gritaba alberto llorando

La vi salir al balcón con las manos en la cabeza llorando y encendiéndose un cigarro.

-Vete Alberto, ve a dormir al piso del centro esta noche, porfavor, dame espacio, necesito respirar Alberto- dijo samantha a gritos.

Alberto salió y la abrazó, sentí algo que jamas había sentido antes, estaban llorando, abrazados a la luz de la luna, hacia horas que había sido mia, hacia minutos que escuche gritar que no lo quería, no entendía nada.

Samantha

-Porfavor- le dije a alberto en un susurro.

-Esta bien sam, ire a dormir al piso del centro- dijo alberto limpiándose las lágrimas- te amo- fue lo ultimo que dijo antes de darme un beso en la cabeza y desaparecer.

El mundo se me estaba cayendo encima, no entendía nada, ayer pensaba que estaba profundamente enamorada, hoy al ver a flavio el mundo se me a caído al suelo, hasta tal punto que me e entregado a el, como nunca lo había echo antes.

Habíamos echo el amor y yo solo sentía paz, a pesar del caos en el que se había convertido mi vida en cuestión de horas.

Toc-Toc- la puerta me saco de mis pensamientos y me dirigi a ella limpiándome las lágrimas.

-Porfavor alberto, vete, no puedo más con esto, se acabo- dije mirando al suelo con los ojos cerrados.

Cuando levante la vista lo vi ahí, despeinado, en pijama, mirándome sin decir nada. Se acerco poco a poco y me abrazó, fue un abrazo sincero, un abrazo lleno de paz, de amor, de comprensión.

-Quédate conmigo, no me dejes sola esta noche porfavor- dije mientras lo acercaba mas a mi si eso era posible.

-No voy a dormir aquí sam- dijo flavio mientras me hacia caricias en la espalda, me había quedado a cuadros, no iba a quedarse conmigo- pero puedes venir tu a mi casa-dijo mientras me agarraba las mejillas y me besaba la nariz.

-Vale, vamos- dije mientras cerraba la puerta de mi "hogar".

Inesperado / Flamantha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora