Oculto

822 50 9
                                    


Samantha

Abrí los ojos al notas unas caricias en mi espalda desnuda, sus dedos de pianista dibujaban formas en ella con toda la dulzura posible, habíamos dormido un par de horas, pero fueron suficientes como para volver a la realidad y ver que esto no estaba bien, pero ¿que podía hacer? Me engañaría a mi misma si dijera que no quería repetir, si dejara que no quiero despertarme más veces así, si dijera que no quiero saber más de Flavio, ver cada rincón de su alma.

-Buenos días- le susurre

-Buenos días sami- su voz era dulce, creo que nadie jamás me había hablando así, de esa forma tan melancólica, de una forma que se notara el cariño, tres palabras que me removieron por dentro.

Lo besé. Sí. Lo besé.

Y lo besé porque no quiero pensar en nadie, porque por un ved en mi vida quiero ser egoísta, quiero ser feliz, quiero dejarme llevar sin pensar en el que dirán, sin pensar en nadie más que yo, que yo y que el.

Flavio me deposito un beso en la cabeza mientras sonreía y yo sentí el alma calentita, sentí que el frío había desaparecido, que lo había sustituido una cálida sensación, quizás es porque después de mucho tiempo volvía a sentirme mujer, deseada, añorada.
O simplemente porque después de tantos años él había vuelto, y yo no iba a dejar que se marchase.

-Que hora es?-Pregunte mientras me estiraba

-Las 8:12 Samanzhi- dijo Flavio poniéndose un pantalón de pijama- ven, vamos a desayunar.

El se me adelantó y salió de la habitación, yo cogí su camisa de anoche y me la puse abrochando un par de botones.

Flavio

La vi bajar la escalera, con el pelo revuelto, los ojos y los labios hinchados y mi camisa, juro por dios que no había visto a nadie así, nunca, era perfecta, jamás pensé que volvería a verla, pero mucho menos que la tendría así, entrando a mi cocina, después de la noche más bonita de mi vida .

Desayunamos entre risas y charlas muy aleatorias, hasta que Samantha cogió su móvil al ver que estaba recibiendo una llamada.

-Buenos días a ti también- dijo bastante sería- no me grites, un grito más y cuelgo el teléfono-su cara cada vez mostraba más su enfado y supuse que sería el imbecil de Rodrigo- no creo que TÚ seas el más indicado para pedir explicaciones no creer?- volvió a hacer una pausa- Ayer te dije que teníamos que hablar, tú me dijiste que no tenías tiempo para tonterías, te la sudó completamente, ahora no vengas como un imbecil a pedir explicaciones cuando hace días que no duermes en casa.
No Rodrigo no, sabes que? No pienso hablar más contigo hoy. No pienses aparecer por casa hoy, porque si lo haces me iré yo.- colgó el teléfono y suspiro, me miró a los ojos en forma de disculpa.

Yo me acerqué a ella abrazándola por la espalda y la besé en la cabeza, note como se le puso la piel de gallina, se giró en mis brazos y se escondió en mi pecho.

-No quiero seguir viviendo una mentira fla- dijo mientras me miraba a los ojos

-No lo hagas sam, habla con el, y dile que se acabó- le dije mientras ella pegaba su cabeza a la mía, frente con frente, nariz con nariz, respiración con respiración.

Sus labios depositaron un leve beso en los míos y con dulzura me acarició la cara.

-Me voy ya fla, e quedado hoy en el club con Eva. Por ahora vamos a llevar esto en secreto, que da oculto, tuyo y mío, no te enfadas verdad?

-Yo hoy e quedado para comer con Hugo ahí, está empeñado en ver el club. No me enfado sam, te voy a echar de menos, pásalo bien bonita mía.

Los dos sonreímos  y nos dimos un último beso, mientras Samantha se ponía el vestido y los zapatos yo la observaba con pasión, con pasión y admiración, sin poderme creer aún todo esto, sin poder explicarme como hemos llegado a este punto.

Salió por la puerta, regalándome una última sonrisa que me hizo sonreír como un imbecil.

La puerta sonó, y corrí a abrirla, hacía literal dos segundos que había salido así que tenía que ser ella, pero no, no era ella y por su sonrisa pícara y como abría la boca supuse que se acaban de cruzar mientras Samantha salía de mi casa.

-Illo lo sabía, lo sabía- decía Hugo mientras seguía boquiabierto mirando la silueta de Samantha entrar en su casa.

-Hugo cállate- le advertí, pero una sonrisa me delató.

La mañana paso entre risas y canciones,tuve que contarle a Hugo todo lo que paso, se hizo la hora de comer y fuimos al club.

Reconocí en la distancia a Samantha sentada en una mesa con su amiga Eva, estaban tomándose una cerveza mientras Samantha fumaba.

-Evaaaaaaaa-dijo Hugo mientras abrazaba a la morena

-Pero Bueno que haces tú aquí????- respondió Eva abrazando a Hugo

-Pues mi amigo Flavio se a mudado aquí y hemos venido a comer- dijo Hugo sonriendo

-Asi que tú eres Flavio- dijo Eva dándome dos besos y riéndose, pude ver como Samantha la asesinaba con la mirada y la morena la miraba riéndose- es que como eres el nuevo vecino me lo contó ayer el presidente de la comunidad. Porque no os sentáis y coméis con nosotras, a ti no te importa verdad sam? Por cierto este Hugo y este es su amigo Flavio.

Samantha nos extendió la mano a cada uno para decir encanta y responder que no le importaba.

Estuvimos un rato poniéndonos los 4 al día de nuestra vida y contándonos cosa pero la cara de Samantha  pasó de estar despreocupada a una cara de enfado y de seria.

Samantha

No entiendo nada, hace semanas que Alberto no come en casa y hoy viene a buscarme al club?

-Hola Preciosas- nos dijo a Eva y a mi, cuando se acercó a darme un beso giré la cara y su beso acabó en mi mejilla, de lo que menos ganas tenia era de besarlo y menos con Flavio al lado.

-Sam e venido para que vayamos a comer a tu restaurante italiano favorito, vamos tenemos tú mesa favorita.

-No me hagas repetir aquí la conversación de esta mañana, sabes que no me voy a cortar un pelo, como veo que te a dado igual lo que te e dicho, soy yo la que se va, ahora vete a otra mesa si quieres o a donde te dé la gana, no voy a ir a ningún sitio contigo- dije mientras terminaba de liarme un cigarro, ni siquiera lo mire a los ojos.

-Sam porfavor, vamos a casa- la voz de Alberto sonaba mal, sonaba triste y la pena estaba tocándome el alma.- lo siento de verdad sam, déjame explicarte todo, te quiero eres el amor de mi vida, porfavor vamos a casa.

Note como Flavio lo fulminaba con la miraba mientras por debajo de la mesa acariciaba mi rodilla, su tacto me hizo estremecerme, y tuve más que clara mi decisión.

-Te e dicho que no. No insistas. Porfavor. - dije acariciando la mano de Flavio mientras él las entrelazaba. Menos mal que estaba el mantel porque si no...

-Vale sam, te espero esta noche para cenar- dijo Alberto.

-Está noche vamos a salir, me prometio hace semanas que hoy saldríamos de fiesta- dijo Eva mirándolo a los ojos, Eva sabía todo, todo es todo, y a pesar de ser muy amigos de los dos, sabía que hacía mese que no era feliz con él y que él estaba con alguien más. Así que no se lo pensó dos veces y me animo a estar con Flavio y dejar a Alberto.

Alberto se dio la vuelta después de fulminarnos a los cuatro con la mirada y siguió su camino.

-Porque no venís con nosotras esta noche?- dijo Eva sonriendo

Los chicos dijeron que si, y yo supe que esa noche iba a ser interesante, muy muy interesante.

________________________________

NUEVO CAPITULOOOO

si recibe mucho amor, puede que esta noche os suba otro!!! ✨

Inesperado / Flamantha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora