Capítulo 10

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Me remuevo entre las sábanas. Abro uno de mis ojos y miro el reloj, las siete de la mañana. Solo he podido dormir dos horas, pero no estoy realmente cansada, últimamente no duermo bien así que supongo que ya me he acostumbrado.

Dejé caer mi cabeza en la almohada y suspiré, no me apetecía salir, estaba bastante cómoda y calentita bajo mis sábanas. Anoche el frio se me caló hasta los huesos. Jungkook me acompañó a mi habitación tras dejar a Chung hee en la sala de omegas, se quedó completamente dormido, quería darle algo de comer antes de dormir pero no quería despertarlo. Como supuse el calor de un alfa, en este caso Jungkook, es irresistible para los cachorros, se duermen en segundos.

Tengo que estar con Chung hee antes de que se despierte, necesito saber sobre "ese sitio con omegas" y que me cuente que hay exactamente en la manada Woon. Por no hablar de que aún tengo a algunos de sus lobos, los que han sobrevivido a mis torturas y que, Shaeran hace mucho que no hace ningún movimiento después de le clavé la daga. Bueno, ya sabes el dicho, ojo por ojo, diente por diente. Aunque aún me falta sacarle la dentadura entera si quiero que sea una venganza justa.

Las manadas de los alrededores no parecen muy alteradas y eso no me parece una buena señal. Nuestra manada siempre fue la numero uno en peligro por lo que todas les tenían respeto y no nos tocaban ni un pelo. Pero desde que asesinaron mi madre todo se rescrajó solo fuimos el blanco de todas manadas, y no solo eso, nuestros lobos se marchaban a manadas que fueran más seguras. Pero desde que yo estoy en el puesto de Alfa parece que todo esta volviendo, poco a poco a la normalidad. Conozco la situación que viven-sobre todo las lobas- en el resto de manada y exceptuando algunas si paso por alto ciertos puntos, veo normal que, al ser una loba que manda en una manada piensen que su situación cambiará para ellas. Cosa que es cierta.

Pero al mismo tiempo me enfada.

Dan por hecho que las lobas no podemos hacer nada que ellos califiquen como "malo" como matar a otro lobo. Cuando, en realidad, no somos seres de luz. De hecho, somos más despiadadas que ellos, e incluso resolutivas y, por que no decirlo, astutas.

Me levanté de la cama después de removermerme unos segundos para intentar desperezame. Me vestí, me recogí el cabello, salí de mi habitación y bajé las escaleras, necesitaba comer algo para desayunar estaba hambrienta después de toda la noche en constante movimiento.

Me acerqué al pasillo de la cocina y empecé a oler el aroma de mi padre, tan familiar y alentador como siempre y de una densidad e intensidad propia de un Alfa de manada. Deduje porque estaba en la cocina y sonreí bobamente.

Abrí la puerta y le ví cocinando, sirviendo todo en plato. Alzó la mirada y me vió, intentando esconder lo que había preparado, sonreí. Me acerqué a él hasta el otro lado de la isla de la cocina. No había nadie a estas horas de la mañana, porque era demasiado pronto para ello y parece que había aprovechado eso.

—Ya lo he visto, papá.—se dió por vencido y se acercó a mí dando la vuelta a la isla de la cocina, me abrazó, me dió un beso en la frente y me sonrió.

  —Felicidades cachorrita.me —sonrió.—Ojalá tu madre estuviera aquí para ver lo fuerte, inteligente y bella que eres. Solo tienes 20 años y has hecho demasiado.—dijo agarrando mi barbilla con cuidado para observarme mejor. Sonreí.

  —Papá no digas esas cosas, no quiero llorar para empezar el día.—me volví ha acercar a él para darle un abrazo, mis ojos ya me estaban empezando a escocer.—¿Me has preparado pastel de frambuesa...?—pregunté con cierta gracia, viendo mi plato favorito en la encimera, con bastante hambre.

   —Quería subírtelo para que comieras en la cama, pero ya me han contado lo de anoche, parece que hoy vas a estar ocupada.—caminé hasta mi plato, olía tan bien. Hacia mucho que no comía frambuesas.—Y además, tengo esto.—lo miré. Y sacó una libreta desgastada de piel marrón. Se acercó a mí—Este es el diario de tu madre. Aquí anotaba, todo. Desde lo personal hasta las estrategias que diseñaba para la manada.—lo tome entre mis manos. Saber como pensaba me empezó a generar una curiosidad inmensa. Lo miré con intensidad.

SARANG(Part.2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora