1. La preciosa imprudente

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No poseo la autoría de las imagenes ni los personajes.

¡Hola! Este fic tiene intención de explorar ligeramente algunos problemas mentales como el Síndrome de estrés postraumático o la depresión, para aquellas personas que en algún momento pudieran sentirse identificadas y/o para las que no, es como algo fuera de la típica imagen de chicas buenas o tímidas que se muestran normalmente en los fics con Jotaro o Kak.

Habrá lemon +18. (la portada está en proceso)

Espero que lo disfruten mucho. <3

(Recordad: "T/n" = tu nombre)


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"Es una mala influencia para todos, ya es la quinta vez que agrede a un compañero de clase, sabemos que con sus pandilleros mandó al hospital a los chicos del club deportivo, estaba acusada de robo, pero lo negó todo y se salió con la suya, intimida a los profesores que no le caen bien, en los últimos meses solo ha ido peor, por no hablar de aquella vez que se escapó en medio del viaje escolar a Egipto y desapareció durante semanas... Nadie más en su familia ha accedido a acogerla. Lo mejor es que se marche a Japón con su tía, que ella ejerza de tutora legal y se coma los problemas. Además... allí son más disciplinados, en cuanto se pase de lista se irá de cabeza a un centro de menores o unos días al calabozo. El juez no presentó cargos y la junta directiva está de acuerdo. Se defiende bien con el idioma, tal vez incluso haga amigos... otro grupo de delicuentes seguramente."

Esas fueron las palabras del asistente social que llevaba tu caso. Palabras que se repiten en tu cabeza una y otra vez. Es una mierda. No quieres marcharte a Japón, pero no te queda otra alternativa. Después del problema de Egipto y lo que se llegó a complicar con tus padres y el dichoso instituto, estás sola y si no aceptabas a irte con tu tía, a la cual ni siquiera conoces ni tienes el más mínimo interés en conocer, buscarían una jodida familia de acogida en otra ciudad más penosa todavía.

Y ahí estas, con dos grandes maletas y unas ganas terribles de darle un puñetazo a alguien. Esperando en la entrada del Aeropuerto de Tokyo a la persona que a partir de ahora será como una especie de madre de mentira. Se llama Carol Sakurai, se casó con un arquitecto japonés, tiene 56 años y es viuda desde hace tres. Trabaja como traductora. Hace siglos que apenas habla con el resto de la familia y estás segura de que solo te ha acogido por qué se siente demasiado sola.

Un taxi se detiene dónde estás tú. Una mujer madura de mediana estatura, ojos verdes y cabello castaño se baja del vehículo con un cartel muy absurdo con tu nombre.

Te acercas a ella y le hablas procurando usar el idioma lo mejor posible.

-Soy (T/n) ... me buscas a mí. Buenas tardes...- No dices nada más. La señora te mira de arriba a abajo sorprendida y su voz sale alegremente:

- ¡Oh! ¡Querida pero cuanto has crecido! Cuando te conocí eras un bebé, vaya sí que es verdad que tienes una forma de vestir...llamativa. Bueno no importa, tu escuela es muy buena y muy tolerante en ese aspecto, pero trata de esconder los tatuajes que lleves y no enseñes tanta piel... Casi no se te nota acento, que suerte que te enseñasen tan bien en casa. - Y ríe histéricamente mientras te invita a subir al transporte.

Tu ropa de hoy tampoco era la peor que podías llevar, tal vez la chaqueta de motero y la minifalda rasgada allí son demasiado. "Vah" Sueltas un gruñido y subes al taxi.

Después de un buen rato de viaje, en realidad no sabes cuánto por que no has prestado atención a nada y te has echado a dormir, llegáis a un barrio residencial tranquilo en las afueras y vas leyendo los letreros de las elegantes y enormes casas que salen al paso.

Bailando entre estrellas y esmeraldas. - (Kakyoin x Jotaro x Lectora fem.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora