Los dos chicos te recorren con la mirada cuando sales con vestimenta ajutada y el pelo suelto y salvaje, (uno disimula tapándose los ojos con la gorra).
-Te sienta bien esa ropa -. Comenta el del pelo rojizo sin ningún tipo de timidez.
-Creía que en Japón todo el mundo era más callado... - Susurras sin querer, provocando la ligera risa del que tienes en frente.
Sales de tu casa acompañada por ambos. No te sientes del todo cómoda, es difícil arrancarte las palabras. Vas un paso por detrás, admirando de vez en cuando, sus traseros compactos, que incluso a pesar de las chaquetas largas; se marcan lo suficiente como para darte una idea de cómo son.
- ¿Qué estabas soñando cuando hemos llegado? Estabas hablando mientras dormías. No queríamos molestar... - Dice Kakyoin, poniéndose a tu lado.
- ¿Eh?... No... Nada. Ha sido un Mindfuck. – Contestas tratando de evitar el tema.
- ¿Un qué? -. Pregunta él, llevándose una mano al mentón.
-No tenía ningún sentido. No lo sé. No importa. ¿ok? –
Al final acudís directamente a la residencia Kujo. Holly os saluda con su alegría natural, Kakyoin se muestra amable con ella, a diferencia de su hijo.
- ¿Has preparado la consola? Jojo -.
-Sí.... No me has dado instrucciones. Ha sido complicado montar esa mierda... -
Bromean entre ellos mientras te conducen al salón donde está el televisor.
-Tenemos que hablar de algunas cosas... - Dice Jotaro muy serio, cuando os quedáis solos los tres. Tú tomas la iniciativa, solo para desviar su atención y que no inicie una de esas charlas desagradables sobre ti, no entiendes por qué tanta obsesión sobre tu stand o tu pasado; ni a ti misma te interesa. Agarras uno de los controles de la máquina, te sientas en el suelo de rodillas y eliges un juego de plataformas multijugador.
-Sí, vamos a hablar de cómo os voy destrozar en cada partida. – Dices cómo si fueses la mejor jugadora de la historia...
Los ojos violetas del joven de verde se abren más, un rayo de luz los atraviesa y sonríe con cierta agresividad. Se toma la provocación como algo personal. Inmediatamente se coloca en posición para manejar el joystick. Jotaro suelta un "yare yare daze" y se queda observando mientras fuma.
Al cabo de mucho tiempo de juego, empiezas a cansarte... has perdido bastantes veces. <Realmente se lo toma en serio...> Te quedas embobada mirando como dos botones del gakuran de tu rival se han desabrochado, y revelan parte de su cuello hasta más abajo del centro donde convergen sus clavículas. <Oh... Ojalá hiciese un poco más de calor y se desabrochase todos...- Piensas en tu cabeza.
-He vuelto a ganar. – Comenta con una pequeña carcajada. Te despiertas de tus pensamientos pervertidos.
Jotaro os sorprende sentándose en medio de los dos y hablando: -Oi, déjame probar a mí. Pero quiero elegir otro juego. – Selecciona uno de Baseball que nunca habías probado.
-No sé cómo funciona este. – Te quejas.
Kakyoin se aparta y se sienta a tu otro lado. Mira a Jotaro fijamente: - ¡No uses a Star Platinum para ganar! -. El otro muchacho no hace caso y se dispone a dibujar las caras de los jugadores (la tuya, muy fea).
Pierdes la primera ronda. Arrugas la frente en señal de enfado.
Unos brazos cálidos te rodean. Apenas rozan tu cuerpo, pero puedes sentirlos demasiado cerca. El pecho del chico cereza está casi tocando tu espalda. Y su cabeza asoma sobre tu hombro. Toquetea los botones mostrándote cómo jugar. Y empiezas a frustrarte... porque ese contacto tan estrecho te encanta... pero te sientes temerosa, incómoda, indefensa... quieres separarte lo más rápido posible, necesitas espacio. Tiemblas y él se da cuenta. Jotaro también presiente algo, y desde el primer momento no ha dejado de lanzar miradas asesinas al pelirrojo.
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Bailando entre estrellas y esmeraldas. - (Kakyoin x Jotaro x Lectora fem.)
FanfictionSolo eres una chica con una mala reputación que quiere salir adelante. Pero a veces afrontar las inseguridades y dejar atrás los traumas es demasiado difícil, sobre todo cuando las sombras del pasado aún se ciernen sobre ti. Tal vez tu nuevo comienz...