Capitulo 4 🍱

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Donghyun se estaba quejando desde hace aproximadamente media hora.

Su madre lo escuchaba y como todos los dias, fingia que su precioso hijo no estaba diciendo todas esas maldiciones.

-De verdad que odio el horario de hoy. - Dijo comiendo lo que quedaba de fruta en su plato.

-¿Qué vas a hacer la proxima semana? Tantos Omegas juntos y tu hablando asi. - Le estaba dando la espalda.

- No voy a ir a esa estupida reunion de estupidos Omegas.

La señora se giro para verlo.

-¡Kim Donghyun!-Dijo fuerte. - Vas a ir y los Omegas no son estupidos.

-Si los son, ¡odio ser un Omega!

-Yo soy una omega. ¿Soy estupida y me odias? ¿Te averguenzas de mi?

La madre estaba furiosa.

El joven frotó su cara.

- Sabes que no lo dije así. Perdón.

- No entiendo que es lo malo en ser Omega Donghyun. Damos vida, podemos comprender los sentimientos de otros, y conservamos un poco de un lobo interior.

- Lo sé. Solo que eso no significa que seamos débiles o que todas esas cualidades nos tengan que costar tanta sumisión.

Se levantó y caminó en círculos.

- No somos libres mamá. Y eso es asqueroso.

La señora suspiró.

Se acercó a su hijo para abrazarlo.

- No tienes que romper todos los estereotipos o ir en contra de ellos para ser diferente Donghyun.

Pero no quiero ser diferente, solo quiero no ser un Omega.

El joven salió molesto de su casa, por pelear con su mamá se le había hecho tarde y para colmo ni bien asomo la cabeza de su puerta el aroma a grosella le inundo la nariz.

-Que buena mañana.- Dijo rodando los ojos.

Joochan se despidió de sus padres con una sonrisa e hizo tiempo para que su vecino saliera.

Parecia molesto.

-Hola Donghyun.

El contrario se detuvo y luego se giro solo para hacer una mueca y seguir su camino.

Joochan no se vio afectado por ello, regularmente esa era la reacción del myor al verlo.

Su padre, un Omega bastante relajado, le había dicho que todos los Omegas pasaban por esa etapa de rebeldía.

Joochan caminó, como todos los dias, siempre un paso atras de Donghyun, casi como un guardespaldas.

Le gustaba como al pasar el aire su ropa se impregnaba ligeramente del ese aroma a vainilla.

Soltó una risita al ver como un Donghyun enfurruñado trataba de arreglar su cabello. Para el, él Omega siempre se veia de lo mas lindo.

Kim por su parte comenzaba a molestarse por el olor del Alfa; siempre tan dominante y asquerosamente cálido.
El menor lo desprendía como para inundar la calle entera, y eso hacia que casi siempre oliera a el.

Apenas llegaron a la escuela Donghyun suspiró molesto.

El no odiaba la escuela, solo odiaba llegar y escuchar la irritante voz de Joochan saludando a todos mientras el tenía que aguantar los comentarios acerca de su relacion ficticia.

Es Realmente DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora