Capítulo 23 [Final]

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Duele la palabrita de arriba ay :c

Narra Harry

Abrí los ojos deseando que todo fuese una pesadilla, que nada de eso hubiese ocurrido en realidad. Pero en cuanto noté que estaba en el hospital las lágrimas no tardaron en inundar mis ojos.

—¡Oh Harry! No puedes hacerme esto dos veces —mi madre estaba en un lado mío y en cuanto me vio despertar se abalanzó hacia mí y me rodeó con sus brazos. Lloré en los brazos de mi madre y ella me acompañó. Cuando se separó de mí la vi a los ojos y pregunté lo que no quería, pero tenía que saber.

—¿Cómo está Louis? —sus ojos se inundaron de lágrimas y llevó su mano a su boca.

—Harry…no puedo…

—¡Dime la verdad mamá! —grité y cerré los ojos esperando su respuesta.

—Está conectado a un respirador artificial; los doctores no le dan muchas posibilidades…

Y eso bastó para darme aunque sea una mínima esperanza. Porque tenía fe en que el saldría de esto. Él era fuerte. Él es fuerte. Mi mente repetía esas palabras una y otra vez mientras me quitaba la sábana de encima.

—¿Qué estás haciendo Harry? —preguntó mi madre entre sollozos.

—Tengo que verlo —dije decidido.

—Pero Harry, hijo…

—¡Tengo que verlo! —grité. Mi mamá asintió y llamó a una de las enfermeras.

 Llegó con una silla de ruedas y me pidió de una manera amable que me subiera a ella. Con la ayuda de mi mamá lo hice y lentamente nos dirigimos a cuidados intensivos. Al llegar a la sala de espera de ésta, vi a la mamá de Louis y a sus dos hermanas mayores. El dolor y cansancio eran visibles en sus rostros; cuando me vieron acercarme, Jay corrió hacia mí y me dio un abrazo que le devolví.

—Lo siento mucho Harry —dijo entre lágrimas y aunque sabía que yo debería decirle eso a ella, nada salió de mi boca y asentí.

—¿Puedo verlo? —pregunté.

—Los doctores nos dijeron que nos despidiéramos de él Harry…

—No —dije negando con la cabeza— no me voy a despedir de Louis porque él va a salir de esto; él va a estar bien —Jay comenzó a llorar más fuerte porque parecía un loco negándome a la inevitable realidad. Pero para mí él aún seguía con vida, tal vez gracias a un respirador, pero aun seguía con vida y eso era lo que en realidad me importaba. Luego de lo que pareció una eternidad otra enfermera me preparó para entrar: me puso una bata, un gorrito y un cubre bocas.

Cuando entré la imagen de Louis era muy diferente a la qué estaba en mi mente: todos esos aparatos conectados a él, su pecho subiendo y bajando gracias a ese tubo conectado a su boca y ese aspecto pálido que tenía; las lágrimas no tardaron en aparecer y lentamente la enfermera me acercó a la camilla para luego salir y dejarme con Louis. Después de varias lágrimas, tomé su mano entre la mía y comencé a acariciarla.

—Todos quieren que me despida ¿Sabes? —dije sorbiendo mi nariz— pero yo no me voy a despedir ¿Sabes por qué? —el silencio inundó la sala ante la falta de una respuesta— Por qué yo no me voy a rendir contigo; yo no voy a decirte adiós. Tú eres fuerte y vas a salir de ésta, vamos —me corregí— vamos a salir de ésta.

***

—Y así fue cómo el señor Roberts me sacó de su clase ¿Lo puedes creer? —acomodé el cabello que caía, ya largo, por la frente de Louis.

Habían pasado ya un largo tiempo, tres ataques que casi se lo llevaban de mi lado y para mí una eternidad sin volver a escuchar su voz; sentía que poco a poco la iba olvidando pero luego recordaba su hermosa risa y todo miedo se alejaba. Desde el día en el que desperté hasta ahora, los doctores desistían de toda posibilidad de que despertara, pero también dijeron que no soportaría más allá de una semana y ya van cinco meses desde eso.     

La misma habitación [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora