єᴘɪƖᴏɢᴜє

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—Primero, entonación del Aegukga.

No podía creer lo sucedido durante este tiempo; porque jamás las cosas habían estado tan bien. Jamás.

Las diferencias con mis padres mejoraron un montón. Quizá ya éramos una mini familia de verdad.

Acerca de la gente cercana a mí, podía decir que Mina y Hyejoo —a pesar de los malentendidos— tenían un gran espacio en mi corazón. No eran las amigas perfectas, pero todos alguna vez nos equivocamos y había tiempo para segundas oportunidades.

Jihoon seguía perteneciendo a mis personas más preciadas —¿no cambiaba el hecho de que se haya aceptado así mismo, o sí? —, al igual que Minhyuk, quien por cierto se disculpó y yo también por lo que hicimos aquel día, y aseguramos que ninguno tuvo intenciones de llegar a algo más; era como el hermano que nunca quise después de todo. Aún más ahora que hacía mi mejor esfuerzo para ayudarlo a sobresalir con lo de sus padres.

—Segundo, discurso por parte del director.

Jinsook, cómo decir... la maldita Yeoreum se "disculpó conmigo", y además supe que ella no fue la de los embrollos. Todo este tiempo se trató únicamente de Dayoung, la cual no pudo graduarse y por una que otra razón, se quedó a supletorios.

Soobin, quien pudo ser un juez y un amigo al mismo tiempo. Mi lindo niño amargado siempre me preguntaba cómo estaba, si había comido, si había hecho mis tareas, aunque siempre le respondía que él tendría que saberlo. En una de sus tantas "sesiones" me confesó que la verdadera magia provenía de su tía y que ella estuvo al tanto de lo que podía pasar, pero las intervenciones no siempre eran certeras, así que, era mejor que la gente se salvara así misma sin ayuda de nadie, aunque si intervino en el castigo de Kim Jihoo, pues según dijeron los policías, mostraba síntomas de demencia y Minhee estaba en la cárcel por complicidad.

Hueningkai, mi pequeño bebé quien era perseguido por Taehyun. El par, hasta donde supe, seguían corriendo por los pasillos de la escuela como Tom y Jerry. Ojalá nunca crecieran.

Una persona especial que debía recalcar era Hyunsuk, que pasaría a formar parte de mi escasa lista de mejores amigos. Quien siempre estaría para cuando me cayera, o él me empujara. Todavía recordaba el día en que nos conocimos y me acompañó amablemente hacia el lugar donde pasé mis peores y mejores pesadillas en carne propia.

¡Ah, sí! Y aprendí a chocar de puños y manos.

Como último, pero, para nada irrelevante: el asunto de mi vida. Era muy confuso. ¿Cómo es que por una vez al menos no volteó a verme? La "C" queda lejos de la "L" y el habernos colocado por apellidos no ayudaba en nada.

No recibía aún una respuesta o propuesta real, pero siempre se la pasaba diciéndome piropos, según él, o jactándose de lo lindo que se veía cuando se miraba en el espejo. Mentira no era.

Me dejaba que cargara su pesada mochila de camino a la escuela, siendo totalmente un fracaso repetirle que tendría que ser al revés.

—Cuarto, mención de notas finales de los estudiantes por graduarse.

Un momento... ¿Ya pasó el tercero?

Rogué por que el micrófono se dañara al momento de mencionar mi nota final, pero como la suerte jamás estaba de mi lado, no pasó y mis resultados no fueron los que esperaba. Bueno, tampoco eran tan malos. ¡Ya qué! Me estaba graduando y era lo que importaba. Por otro lado, las calificaciones de Yeonjun y Hyunsuk fueron envidiables.

—Quinto, entrega de los diplomas.

Uno por uno pasamos a recibir los pequeños cartones que anunciaban directamente nuestro abandono del recinto. Y había que aclarar que los tacos no eran favorables para estos momentos y sabía que, si nos jugaban una mala pasada, seriamos la comidilla de la graduación.

₂₀ᴄᴍ  | Cʜᴏɪ YᴇᴏɴᴊᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora