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No voy a llorar. No lo haré. Pase lo que pase, no lo haré.

Lo pensé durante todo el camino de regreso a casa mientras acomodaba y limpiaba el uniforme con mis manos. Llegué, saludé como de costumbre y subí a mi habitación, lo que menos quería ahora era hablar con mis padres. O con mi madre, que era la única que se encontraba en casa.

No me molesté siquiera en quitarme el uniforme, y así me quedé hasta la noche, ni siquiera bajé a comer con el pretexto de que tenía un montón de tarea. Mi teléfono estaba desconectado y era lo mejor, tampoco quería saber algo de ellos.

—Oye, niña. ¿No bajarás por la cena? Papá acaba de llegar.

—No tengo hambre, gracias.

—Lo creería, pero tu jamás te pierdes una comida. ¿Te pasa algo?

—Tengo mucha tarea, mamá. Bajaré en cuanto termine.

—Ah, está bien. Pensé que tu humor tenía que ver con el chico que está afuera buscándote, ¿le digo que se vaya?

Miré por la ventana tan rápido como mi madre terminó de hablar, imaginando que esa persona sería Yeonjun, ¿estaba dispuesta a bajar después de lo que ocurrió?

Qué bueno que no fue así.

—¿Hyunsuk? ¿Qué haces aquí?

—Hola, te escribí, pero no contestaste. Creí que lo mejor sería venir personalmente.

—¿Pasó algo?

—¿Estás molesta? Si lo estás, oki, pero no me odies, por favor. Sé que me equivoqué también, pero créeme si te digo que lo hicimos por ti.

Las plantas de mis pies dolían incluso si durante toda la tarde no tocaron el suelo. Me senté en la acera, Hyunsuk me siguió y pronto ambos mirábamos el pavimento como si fuera lo más interesante del mundo.

—Tonto.

—¡Al fin! No importa si me insultas, sólo háblame.

Me reí de la angustia con la que dijo aquello. No podía odiarlo. Nada de lo que ocurría era su culpa. Ojalá lo hubiese sido, así solo tendría que olvidar que el mejor amigo del chico que me gustaba fue alguna vez mi amigo también, y más tarde todo pasaría.

—Lo siento en serio.

—No estoy molesta y lo siento también por gritarte temprano.

—Lo entiendo. Sé lo difícil que es para ti tratar de convivir con esa chica y verle la cara a diario, y después de esto, que nosotros la excusemos, debió confundirte. Te aclaro que Yeonjun no me pidió que viniera en su lugar. Como le dije a él antes, los dos actuaron mal, incluso si ambos tenían una razón. Lo siento de nuevo, sé que no estás bien, pero no pienses que Yeonjun está tranquilo con esto. Él tampoco se ha quitado el uniforme.

Pues alegre que digamos, no estaba. Pero me dejó un poco de sosiego el saber que no se había tomado las cosas a la ligera y que no era la única persona a la que le había afectado.

—Vete a tu casa. Es muy noche y hace frío.

—¿Amigos todavía? Te traje un chocolate —confesó introduciendo las manos en el bolsillo de su hoodie. Era una tableta de Ferrero Rocher, la cual extendió en mi dirección con ojos de cachorro.

—Amigos.

Regresé a mi habitación después de hablar unos minutos más con Hyunsuk, esta vez directo a conectar el cargador a mi teléfono. Se encendió minutos después y las notificaciones comenzaron a llegar. Terminé por colocarme ropa limpia y como ahora si "tenía apetito" bajé.

₂₀ᴄᴍ  | Cʜᴏɪ YᴇᴏɴᴊᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora