El Árbol de los Ojos Verdes

Ojos Verdes

Me gustaría recordar cada uno de los momentos más importantes en mi vida. Desde el momento en que lo conocí, me di cuenta que las cosas eran diferentes. No quisiera dar tantas vueltas, sólo deseo que conozcan mi historia y porque estoy aquí en un parque, recostada frente a un árbol...

Algunos años atrás...

—¡Selena!, ¡Ven acá!.—Exclamó una voz femenina.

—Mamá, me voy.Lo siento.—Expresó la joven, mientras corría.

La joven, apresurada, abrió la puerta y decidida se dirigió hacia el lugar al que le encantaba; El parque. Mientras caminaba, abría el bolso que traía consigo y comenzó a hurgar entre sus cosas, hasta que finalmente consiguió lo que buscaba. Después de merodear un rato, un brillo en sus ojos, iluminó en su mirada. Se trataba de un árbol y no cualquiera. Éste, era diferente. Los recuerdos empezaron a llegar a su memoria, cuando era apenas una niña y jugaba junto a su abuelo en aquél parque junto a ese árbol. Eran uno mismo; su mejor amigo de la infancia. Ella subía hasta arriba y el la tomaba cuando caía, ambos reían tan fuerte, que todas las personas los observaban con extrañeza.

 Un día sentados junto a éste, su abuelo prometió que siempre cuidaría de ella, y que si tenia algún problema o quisiera compartir alguna felicidad, él estaría allí en ese parque junto al árbol. Selena convencida, asintió, pensando que su abuelo la acompañaría por siempre. 

En ese momento, volvió en sí, contemplando el hermoso paisaje que se encontraba frente a ella. Ahora no era una niña, sino una adolescente, con dudas y emociones que no comprendía y deseaba que abuelo pudiera guiarla. Emotiva, colocó una vela blanca y la encendió. Pensando en su abuelo y observando el cielo mientras oraba.

Decidida, subió cada una de las ramas del árbol, hasta llegar arriba. Inhaló profundamente y contempló todo lo que se encontraba frente a sus ojos.De pronto una lágrima bajo por su mejilla y comprendió que era normal extrañarlo. Entonces, un olor extraño llegó hasta su nariz, extrañada frunció el cejo y volteó de reojo hacia abajo. El humo llegaba rápidamente hasta donde ella estaba. Una silueta se hallaba parada debajo del árbol.  Al percatarse de esto, tomó un fruto del árbol y lo aventó con fuerza hacia él.

El joven, adolorido, tocó su cabeza y volteó velozmente hacia arriba. 

—¿Quién es?, ¡Qué te pasa!.

Selena intento esconderse, sin embargo fue inevitable.

—¡No puedes ocultarte!, ¡Puedo verte!.—expresó el joven.

Dubitativa, pensaba en que hacer. Fue así, que decidió bajar por detrás del árbol sin que éste la viera. El chico, al percatarse que algo se movía, comenzó a seguirla. Casi al bajar sintió como la rama empezaba a romperse, entonces pasó lo inevitable. El joven al verla en el suelo, exclamó:

—¡Aplastaste a la ardilla!, pobrecita tan chiquita que era.

 —¿Cuál ardilla?, no puede ser.

 Asustada, se incorporó rápidamente observando hacia el suelo y sus alrededores. Éste soltó una carcajada mientras veía su expresión .

—Muy gracioso, ¿eh?. Cada vez más maleducados.—argumentó la joven molesta.

—Yo no fui quién me lanzó algo. Pudiste lastimarme, ¿sabes?.

—Estabas fumando, y de ser así yo tengo las rodillas raspadas. Puedes hacerle daño al árbol con eso.

—Puedo fumar aquí y donde lo desee. ¿Entiendes?. Estoy esperando a una persona.

La chica, con enfado tomó su cigarrillo y con fuerza lo aplastó en el suelo. Ante la situación, el joven quedo perplejo. Tragó saliva y se dirigió hacia ella:

—¿Qué te crees que haces?, ¡Déjame en paz!, estoy esperando a mi abuelo.

Selena, bajó la mirada y no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas ya que a veces olvidaba que los demás aún tenían un apoyo incondicional. 

—¿Estás bien?, ¿dije algo malo?.—expresó el joven mientras la observaba.

—Lo siento, no fue mi intención lanzarte algo. Tengo que irme.

Y sin más, se alejó. Podía sentir como la nostalgia la invadía y no podía hacer nada por ello. Sabía que lo recordaría, aunque los años pasarán.  Aquellas alegrías, momentos fantásticos llenos de aventuras, hacían replantearse si podía seguir visitando aquél lugar que tanto les gustaba. Sin embargo, la presencia de ese chico había producido una sensación nueva que no sabía a que se debía. Además de que esos ojos verdes le recordaban a su abuelo y eso no podía olvidarlo tan fácil.  Quizá después volverían a encontrarse. 

Hola a todos que tal!muy contenta por estar de regreso, muchas gracias a las personas que me han dado la oportunidad de leerme. Muchas gracias!! Me encantaría saber sus comentarios y opiniones acerca de la historia y agradecería mucho si votan en la estrellita de verdad seria de mucha ayuda.

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