Ángel se encontraba saliendo de la ducha cuando su teléfono comenzó a sonar. En ese instante tomó una toalla y la envolvió en su cadera, animado contestó el móvil sin embargo no era la persona que creía.
—¿Ya me extrañas?.
—Claro que te extraño, ¿Cómo estás querido?.
—¿Dulce?, lo siento te confundí.
—Me parece que estás pensando en esa chica, ¿verdad?.—prosiguió—La verdad me parece que estás jugando con las dos.—exclamó la joven molesta.
—Selena siempre ha sido una buena amiga y siento cosas por ella. Tú eres increíble y hermosa pero no te confundas.
—Vamos a vernos mañana, ¿qué dices?. Van a ir más amigos y me gustaría que fueras.
—No sé, tal vez la verdad ya no quiero más problemas con Sel. Yo te aviso.
—Como gustes. Nos vemos bello, besos.—argumentó la chica con sarcasmo.
Al escuchar aquellas palabras colgó la llamada con disgusto dejando el teléfono caer en la orilla de su cama. Ladeo la cabeza hacia los lados y se quedo quieto mientras reflexionaba acerca de la plática que había sostenido hace unos momentos con Dulce. Se encontraba confundido acerca de sus sentimientos y no sabía que hacer ya que las dos chicas le parecían atractivas y las dos parecían sentir algo por él. Sin embargo una de ellas era su mejor amiga y no quería lastimarla. Así que tendría que tomar una buena decisión.
Por otro lado, en esa misma noche junto a esa misma luna. Se hallaban dos jóvenes uno frente al otro mientras se besaban tiernamente. Luego de algunos besos decidieron alejarse sin decir nada. El silencio había hecho de las suyas y el sonido parecía un enemigo mientras las estrellas brillaban con intensidad y el anochecer avanzaba rápidamente. Fabián parecía el más seguro de los dos ya que fue el primero en tomar la palabra.
—Te ves más linda cuando brillas bajo la luz de la luna.—exclamó mientras sonreía.
—Y tú cuando no estas contaminando al ambiente.
El chico soltó una pequeña risa y volteo la cabeza hacia los lados mientras observaba a la joven de arriba abajo.
—Yo sé que no me conoces bien ni yo a ti pero, siento que te conozco desde siempre.
—Eres muy poético. No te voy a mentir, yo siento lo mismo—exhaló—pero estoy saliendo con Ángel y no está bien que esté aquí contigo.
—Entiendo, pero ese chico esta saliendo contigo y con mi prima. ¿Eso es justo?.
—Él ya me contó y las cosas no son así, lo conozco desde hace años y es un buen chico.
—No sé, no me da buena espina. Pero no pienso entrometerme entre ustedes.
—Gracias y lo siento. Siendo sincera estoy sintiendo cosas contigo que nunca había sentido pero no sería justo de mi parte hacer esto.—añadió—¿nos podemos ir?, ya es tarde.
Fabián asintió. Bajaron rápidamente las escaleras y se dispusieron a caminar para llegar a la casa de Selena. Los minutos pasaron lentamente ya que ninguno se animó a decir palabra alguna, al acercarse al hogar los dos se despidieron y Selena al entrar por la puerta, se encontró con su hermana cruzada de brazos y su cara parecía no estar muy contenta.
Esmeralda alzó la voz mientras exclamaba lo enojada y preocupada que se hallaba al observar que ella no se encontraba presente en ningún lugar de la casa. La joven, arrepentida explicaba lo que había sucedido y le suplicaba no decírselo a sus padres ya que sin duda la castigarían.
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El Árbol de los Ojos Verdes
RomantikSelena,una joven con un corazón nostálgico. Recuerda los tiempos de su juventud y como su gran amor cambio su perspectiva de vida. Y como su historia de amor siempre estará destina a cruzarse, siendo el destino su fiel acompañante.