Mar, Arena y Sopresas

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Los días pasaron rápido y Selena decidió concentrarse en los exámenes de la escuela ya que sus calificaciones se estaban viendo afectadas debido a su distante comportamiento. Esmeralda se hallaba feliz ya que había regresado con su ser amado y eso hacía que valorara la oportunidad que la vida le había dado. 

Por su parte Ángel se había distanciado de su entonces amiga; Selena la cuál no quería saber nada de él y lo estaba cumpliendo tal y como fue su última plática. Su esfuerzos por querer arreglar las cosas habían sido en vano, así que ya no sabía que hacer para recuperarla.

Los primos por otro lado, siguen esmerándose en conseguir lo que quieren, poniéndose de acuerdo para poder coincidir con sus anhelados amores. Y así es como la vida avanza y sigue sin esperar ni quedarse por alguien.


—¡Por fin!, saldremos de viaje después de tantas meses—exclamó Esmeralda mientras alzaba los brazos.

—Sólo iremos dos días porque tienen escuela—argumentó el papá de la joven en tono serio.

—¡Me encanta la playa!, y más Acapulco. Sólo quiero ir, bailar.—soltó de pronto la hermana menor.

—Eres menor de edad, nada de antros Selena. ¿Entendiste?.

Aquella, sólo rodeo los ojos, arqueando una ceja en señal de disgusto. Esmeralda emitió una pequeña risa y el papá solo observaba como su hija se enfadaba.

—¡Ay papá!, y ¿Quién me va acompañar entonces?.

—Esmeralda, invita a una amiga o yo que sé. Pero Selena se queda con nosotros.

—Lo intenté, hermanita.

—Bueno, mañana nos vamos y ya es tarde así que a dormir.—señaló el papá.

La joven sólo asintió en forma resignada.  Ambas, subieron los escalones mientras tarareaban una melodía de Britney Spears. 

La mañana había llegado y con ello un par de rostros desvelados y cansados. La familia subió al automóvil y las hermanas se dispusieron a dormir durante el transcurso del viaje. Las horas pasaban y al calor aumentaba, tanto que ni las ventanas abajo podían ocultar la resolana que se encontraba.

Selena, atenta, observaba el hermoso paisaje mientras más se acercaban. A lo lejos podía ver como el mar comenzaba asomarse de forma impresionante haciendo que su hermana mayor quedará boquiabierta ante el bello lugar que se hallaba frente a ellas.

 A lo lejos podía ver como el mar comenzaba asomarse de forma impresionante haciendo que su hermana mayor quedará boquiabierta ante el bello lugar que se hallaba frente a ellas

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Después de algunos minutos por fin habían llegado a su destino. Los padres de las chicas, bajaron cuidadosamente el equipaje que llevaban consigo y las chicas, tras de ellos hacían lo mismo mientras entraban a un hotel que estaba cercar del mar.

El Árbol de los Ojos VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora