T R E I N T A Y S E I S

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"Él es mi mundo entero y mucho más que eso, sólo grito su nombre cuando llega el desconcierto y entonces todo se derrumba cuando ya no está, me gustaría decirle esto, pero no me atrevo, él me hace girar en el vacío

¿Quién puede decirme qué pasó? Desde que se fue, no he podido levantarme, es solo un recuerdo, una lágrima del pasado atrapada en mis ojos que no quiere irse nunca.

Él era todo mi mundo entero y mucho más que eso, espero volver a verlo en la otra vida, ayúdame, todo se derrumba ya que él no está, ¿conoces mi amor, mi apuesto soldado?"

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Tres días, desde que había pisado otra vez mi país y estaba en casa

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Tres días, desde que había pisado otra vez mi país y estaba en casa.

"En casa"

No, ya no lo era. Ya no se sentía así.

Mis padres creían que la beca había expirado, pero no verme salir tres días, los tenía preocupados, llantos de madrugada, bolsas violetas bajo mis ojos, no daba entender que fuera una expiración de beca la que me había regresado con ellos.

Hoy era el último día, mañana estaría regresando a la universidad en mi último semestre.

—Adara, baja a cenar —grito mi madre desde las escaleras, ate mi cabello y baje, arrastrando los pies, como llevaba haciendo desde hace dos días

¿Cómo estará él? ¿Estará bien? ¿Habrá comido? ¿Estará llorando? ¿Cómo está?

Mi madre me miro con lástima, y la entendía, tenía un aspecto deplorable.

—¿Hoy comerás algo? —preguntó, mirando como movía el tenedor de un lado a otro, jugando con la fruta en el plato, solo negué—. Adara, necesitas comer, cariño no has comido desde que llegaste, más que aquella barrita de cereal y eso fue ayer

—Solo, no tengo hambre, quiero dormir —susurré dejando la fruta y parándome de la mesa

—Adara, siéntate estamos cenando —habla mi padre y suspiro resignada, regresando a mi lugar—. ¿Vas a hablar sobre que tienes?

—No es nada, es la diferencia de horario, el cambio drástico de todo —muerdo mi mejilla internamente para no llorar

Te extraño, maldita sea, ¿por qué me siento tan miserable sí fui yo quién te dejó?

—¿Estás segura? —dice mi madre

—Sí, te lo aseguro mamá, no tienes de que preocuparte

—Merith ha estado llamando, ¿no le vas a responder?

—Yo, yo, no lo sé —susurro, mordiendo con más fuerza mi mejilla, intentando no sonar quebrada

—¿Peleaste con ella? ¿Es por eso por lo que estás llorando todas las madrugadas? —interroga papá

ʀᴇᴡʀɪᴛᴇ ᴛʜᴇ sᴛᴀʀs | ᴋɪᴍ sᴇᴏᴋᴊɪɴ [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora