ʀᴇᴡʀɪᴛᴇ ᴛʜᴇ sᴛᴀʀs | ᴋɪᴍ sᴇᴏᴋᴊɪɴ [Finalizada]

V E I N T I N U E V E

"Me gustaría pensar cómo es que te apoyas en mi hombro y en cómo me veo contigo, no digo una palabra, pero aun así tomas mi aliento y me robas las cosas que sé, ahí tú vas salvándome del frío.

Porque cuando me despliegas y me dices que me amas y miras a mis ojos eres perfección, mi única dirección, es fuego sobre fuego.

Pero luego amamos y sentimos la verdad, perdemos la cabeza en una ciudad de rosas, no acataremos ninguna regla"

Fire and fire, Sam Smith

Tres meses después

Hoy era el día, hoy después de tantos meses y días aburridos volvería a ver a SeokJin, volvería a Corea.

Estaba emocionada, ¿y cómo no estarlo? Lo vería de nuevo.

Mi sonrisa era amplia, quería ir al aeropuerto, pero lo mejor era no complicar el asunto, así que me dediqué a hornear un pastel, cocinar su comida favorita y preparar una lista de películas que podríamos ver todo lo que restaba del día.

Esperé ansiosa su llamada, pero no llegaba, supuse que era un retardo por cualquier cuestión que surgiera.

Suspire nerviosa, mirando la puerta como lo hace un cachorro esperando a su dueño, así esperaba la entrada de SeokJin, cuando escuche ruido afuera, en un santiamén corrí a abrir la puerta, encontrándolo con su maleta, y su cara asustado por el repentino movimiento. Sonreí antes de lanzarme a sus brazos, prácticamente me colgué de él como un koala a su árbol, lágrimas de felicidad descendían de mis mejillas.

Sí, era real, no era un sueño más, lo estaba abrazando, lo volvía a tener conmigo. Sus brazos me envolvían de la misma manera que yo, con fuerza, ambos aspirando el aroma el uno del otro.

—Te extrañé demasiado Jinnie —digo entre la curvatura de su cuello—. De verdad, te extrañé

—Adara, yo también te extrañé, cada día miraba al cielo esperando que llegara este día, contaba días, horas y minutos para estar en tus brazos de nuevo —susurra sosteniéndome de las mejillas, lo miro con los ojos llenos de lágrimas, sonriendo, jalándolo para besarlo

El sentir sus labios sobre los míos, era volver a vivir, se sentía tocar el cielo, sin duda, él era el amor de mi vida.

—¡Te amo Kim SeokJin! —intente decir en medio de nuestro beso

—Yo también te amo Adara—sonríe bajándome de sus brazos, entramos al departamento, tomados de la mano

La felicidad que sentía al verlo, ahí, en medio de nuestro pequeño refugio del mundo, sonriendo, desempacando, yo podía sentir como todo volvía a tener sentido. Las lágrimas de felicidad vuelven a llenar mis ojos