One-shots anime (personaje x lectora)

Yoshiki Maeda - Gakuen Handsome

Pedido por: Liz_194

Arco argumental: Ninguno en concreto (ni siquiera sé si tiene xd)

N/A: Perdón si me quedó un poco corto o raro, realmente no tenía ni idea de cómo hacer esto xdd.

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Caminaba por la calle con mi hermano Renji, el torpe presidente del consejo estudiantil de la academia Baramon. Al ser un instituto exclusivo para chicos, yo estudiaba en uno diferente, el cual se encontraba algo más lejos en la misma dirección. 

Llegamos al colegio del peliverde y le di un abrazo a modo de despedida. Continué mi camino hacia el mío, mas por la calle había una piel de plátano y me resbalé. Estaba esperando el impacto contra el suelo cuando sentí unos brazos agarrarme.

???: Fiu, por los pelos.

El chico me ayudó a ponerme de pie mientras otro de pelo naranja me miraba mal desde detrás.

???: ¿Estás bien?

_____: S-sí, muchas gracias.

???: No es nada, yo soy Yoshiki Maeda y él es Takuya Saotome. 

_____: E-encantada.

Un pequeño sonrojo adornaba mis mejillas y sentía como estas se calentaban cada vez más.

Takuya: Tenemos que irnos o llegaremos tarde a clases.

Yoshiki: Claro. Adiós, eh...

El chico hizo una pausa, indicándome que no le había dicho mi nombre.

_____: _____ Kagami.

Yoshiki: ¿Eh? ¿Kagami? ¿Cómo el presidente del consejo?

_____: Sí, es mi hermano.

Takuya: Yoshiki...

Yoshiki: Sí, perdón. Adiós, _____. 

Los chicos siguieron su camino y yo hice lo mismo, acelerando el paso para no retrasarme más. 

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Después de ese encuentro, intentaba ir lo más posible al colegio masculino utilizando a Renji como escusa. A pesar de no haber interactuado casi con él, me enamoré a primera vista del moreno después de que me salvara. Takuya seguía matándome con la mirada cada vez que me veía, pero me limitaba a ignorarle para centrarme en mi amado. 

Hoy se cumplían tres meses desde que me rescató del accidente y había decidido que era el momento de confesarle mi amor. Sabía que esta tarde mi hermano tenía que resolver unos asuntos con los demás miembros del consejo, así que podría ir a la escuela fingiendo haberlo olvidado para verle. 

Cuando llegó la hora de la salida de los institutos, salí corriendo hacia el suyo, dispuesta a llevar a cabo mi plan. Al llegar, vi a Yoshiki saliendo acompañado del de pelo naranja. Me acerqué a ellos mientras sentía como mi corazón empezaba a acelerarse.

_____: ¡Hola!

Yoshiki: Hola, _____. ¿Qué haces aquí?

_____: Venía a por mi hermano para volver juntos a casa. ¿Le habéis visto?

Takuya: Hoy el consejo se reunía y se quedaban hasta más tarde. Lo mejor será que te vayas sin él.

Le fulminé con la mirada durante unos segundos para, después, volver a centrarme en mi querido moreno. 

_____: Que raro. Juraría que me había dicho que eso era mañana. Yoshiki, ¿puedes acompañarme a ver si está dentro? Iría sola, mas no quiero perderme.

Yoshiki: Claro, vamos. Takuya, vuelvo ahora. Adelántate si quieres.

Él chasqueó la lengua y se apoyó en la pared, dispuesto a esperar su regreso.

Entré al edificio con el Maeda y, una vez no hubo nadie cerca, di un pequeño tirón a la manga de su chaqueta haciendo que parara de caminar. Mis mejillas estaban muy calientes y sentía como si el corazón se me fuera a salir del pecho.

Yoshiki: ¿Ocurre algo?

_____: Verás, tú... ¡me gustas!

Él abrió los ojos como platos. 

Yoshiki: ¿¡Q-qué!?

_____: M-me gustas.

Desvié la mirada para no ver sus ojos llenos de frialdad cuando me rechazara. 

Yoshiki: _____... soy gay.

Esta vez fui yo la que le miró desconcertada. Me había preparado mentalmente para muchos escenarios, mas este no era uno de ellos.

_____: ¿Q-qué?

Yoshiki: Me gustan los hombres, lo siento. 

Rápidamente negué con la cabeza mientras acompañaba el movimiento con mis manos.

_____: N-no hace falta que te disculpes, no es t-tu culpa. B-bueno, creo que me confundí de día, m-mejor me voy.

Salí corriendo de allí antes de que pudiera decir nada más. En la entrada, Takuya me miraba son superioridad, mas seguí mi camino ignorándole. Tal vez, él también era homosexual y por eso me odiaba. 

Llegué a mi casa y me tumbé sobre mi cama. No me podía creer que me hubiera pasado otra vez. Primero, Sakuya; luego, Shingo; y, ahora, Yoshiki... Desesperada, enterré mi cara en la almohada. ¿¡Es que todos en esa escuela son gays!?