Eres mi realidad- Naruhina

Capitulo 14 Naruto

Había tenido a Hinata en mi cama gimiendo mi nombre retorciéndose de placer, la tuve completamente mía pude haber muerto entre sus piernas, pero cuando la cuando vi lo que había pasado mi cuerpo se heló. No solo me había aprovechado de su inocencia, sino que también la había lastimado, me partió levantar mi vista y ver sus ojos llorosos ella estaba llorando Y me sentí más avergonzado cuando me reprocho el no haberla protegido.

Maldición tenía razón yo simplemente me volví una bestia, mi auto control desapareció cuando la escuché gemir mi nombre, cuando vi como gozaba del orgasmo que le estaba dando, cuando mi polla quería escapar de mis pantalones para penetrarla y proclamarla mía. Simplemente no pude detenerme ella era más de lo que había imaginado y ni siquiera pude dejarla en el momento que ella me rechazo, si no hubiese levantado la vista me hubiese aprovechado de su inocencia.

Yo simplemente me dormí a su espalda, había sido un maldito error lastimarla así y ahora me encontraba en la sala lejos del cuerpo de mi ángel hermoso, era lo mejor. Necesitábamos hablar y pedirle perdón por lo que hice que ¿debía hacer?

- Shikamaru necesito el día libre- le dije por teléfono a mi amigo.

- Y ¿porque me pides permiso? se supone que tu eres el jefe ¿no? - me respondió con mala gana, acaso ¿no lo habían cogido?

- Me refiero a que no podre ayudarte hoy, lo siento- sabía que se acercaba el cierre del trato, pero simplemente no podía pensar no así.

- Pues estas de suerte- me respondió muy tranquilo.

- ¿A qué te refieres?

- El inversionista dijo que no podía ir hoy, así que firmara y cerrara el trato mañana no sé cómo, pero lo convencimos- me dijo tranquilo.

- Qué alegría, entonces llegare mañana con mi mejor cara – dije con sarcasmo este era un trato importante y no tenía ni ganas de ir a "Mi amada empresa"

- Así es, pero no estaré así que te envió el documento.

- ¿Por qué no iras? - le pregunte.

- Tal vez no lo sepas, pero me debes como 2 años de vacaciones, así que yo si me tomare un merecido mes libre Naruto no vayas si quieres hoy pero ya deja de llamarme, no soy tu maldito niñero.

- Shika .... Perdón es que han pasado muchas cosas- le dije despacio mi amigo estaba mal y yo solo me quejaba, vaya vida de mierda.

- Olvídalo Naruto, perdón es que esta situación es un fastidio, en fin, solo pido un mese ¿te las arreglaras?

- Por supuesto, no te preocupes salúdame a Sam.

- Si claro, oye Naruto una pregunta.

- ¿Que paso?

- ¿Como le dices a alguien que no quieres lastimarla? - me dijo con voz baja

- Bueno creo que me acercaría, le expresaría que lo siento y le diría que no lo volveré a hacer y que no pasara que nunca mas la volveré a herir, porque ella es muy importante y porque la necesito en mi vida cerca de mi .... Yo me tengo que ir.

No pude continuar hablando con Shikamaru las palabras habían salido de mi boca como si mi corazón supiera lo que tenía que hacer. Salí al carro y saque los girasoles que le había comprado cuando había ido a recogerla del colegio, tengo que admitirlo encontrarla con ese tipejo en la biblioteca me volvió loco tire las flores y todo pensamiento racional se fue al carajo cuando lo vi acercarse a darle un beso. No me detuve y actúe como un animal con ella lo celos me nublaron y la trate muy mal, fui brusco yo siquiera tenía que reclamarle.

Entre a la casa con el girasol en mano solo sobrevivió uno a mi ataque de furia, subí las escaleras y me encontré con Hinata. Estaba con la camisa que le había dado ayer y su braga blanca, se acababa de levantar o estaba llorando no lo sabía, pero tenía los ojos rojos, si le había hecho daño, me acerque corriendo y la levante del piso abrazándola, quería gozar de su olor por ultima vez aspirar el aroma de su cabello sentir la suavidad de su piel una ultima vez antes de alejarme de ella y pedirle perdón.

EI hombro se humedeció sus lagrimas caían silenciosas y ella se aferraba a mí, la lleve a mi cuarto y la recosté en la cama no la aleje mucho y mientras que limpiaba sus lagrimas y ordenaba su cabello.

- Perdóname Hinata, yo lo siento te trate como basura cuando te encontré con ese hombre y luego me aproveche de ti y abuse de mi fuerza – le dije mirándola a los ojos los más serio posible – fue un error aprovecharme de ti y mas sabiendo que tu no querías se que no sientes nada por mí, espero que me disculpes.

Dicen que el silencio otorga ¿no? Eso quería pensar porque Hinata no decía nada, estaba callada mirándome no sabía que había en su mirada: si decepción, tristeza o ira simplemente mi miraba con sus hermosos ojos perlas, quise dar mi último intento.

- Se que prometí protegerte y no lo hice, no te protegí, pero no volverá a pasar lo prometo. Eres lo mas importante que tengo- ella movió su boca en susurro, pero no entendí lo que dijo así que me acerque a ella- ¿Que dijiste? - ni bien acabe de hablar Hinata se aferró a mí, en un abrazo.

- No me dejes Naruto - me dijo en susurro mientras las lágrimas caían- por favor no me dejes.

- Nunca mi niña- le dije acariciándola, solo quería que parara de llorar.

- Yo se que no soy la mejor – me dijo cerca de mi oído- pero me esforzare por no ser un error.

Asustado la jale de vuelta, realmente ¿ella pensaba que era un error? ella la más grande bendición en mi vida en ese momento mi voz llego a mi mente "esto fue un error, lo siento Hinata." ella pensaba eso.

- Hinata no eres ningún error- le dije juntando nuestras frentes- eres lo mejor que me ha pasado,

- Pero tu dijiste ....

- Ni siquiera lo digas, no me refería ti – le dije molesto – tu eres una niña Hinata, yo no debí tratarte así perdóname.

- Perdóname también por dejarte plantado, es que no me contestabas los mensajes y tu secretaria me dijo que estaban ocupados.

- ¿Enserio? Bueno si estaba ocupado, pero no me hubiese perdido nuestra película además, toma- le entregue el girasol.

- ¿Para mí?

- Si, lo compre para ti.

- Naruto, yo tengo que ir a la universidad en unas horas – me dijo sonrojada- pero estoy cansada.

- Oh claro, te dejo descansar- me pare y me dirigí a la puerta.

- No te vayas – me dijo acercándose a mi- podemos dormir juntos por favor te necesito

No necesite más esas dos palabras me derretían, así que me acerque nos arrope y me acosté con ella no tuve que reprimirme estábamos acurrucados y en menos de un minuto caímos en un profundo sueño que me regreso la tranquilidad de saber que no la había perdido aun.