Eres mi realidad- Naruhina

Capítulo 27 Hinata

Recuerdo que antes no era capaz de enfrentarme a la profundidad de sus ojos azules, pero ahora el poder conectarme con él solo con la mirada era fantástico sin embargo estaba ansiosa, muy ansiosa sobre todo por la molestia que presentaba en mi entrepierna la excitación que sentía por tenerlo cerca o será la incertidumbre que calaba mi alma cuando Naruto me dejo en su cama y se quedó mirándome. Yo también lo estaba admirando, es más lo deseaba ¿Cómo no hacerlo? No solo era el hombre del que estaba enamorada, Naruto era caliente muy caliente: alto, musculoso, me encantaba su espalda y hombros gruesos, su cabello brilloso, sus labios carnosos era lo que mis ojos miraban en este momento hasta que mi mente me recordó lo viril y buen hombre que era Naruto y pose mi mirada en su entrepierna bueno en el bulto que se estaba formando ahí.

- Hinata perdón yo, me deje llevar por el momento y .... – no deje que terminara y me abalance a sus brazos, no quería repetir la historia de: "esto es un error"

Mi cabeza le llegaba por su pecho, el solo me devolvió el abrazo en silencio, el cual yo rompí cuando me frote contra él y ambos soltamos un pequeño gemido, me moví un poco acomodando mi cadera quería sentir su dureza en mi coño, quería que se diera cuenta lo mal que deseaba esto lo mucho que lo necesitaba y que lo necesitaba ya.

- Hina para por favor- su respiración agitada y que no se atrevía a mirarme decía todo lo contario – si no te detienes no parare.

- Te deseo.

Adiós a la cordura, si quería a la bestia dentro de el por fin la había liberado, en su mirada podía ver lo desesperado que estaba por follarme y lo confirme cuando junto nuestras bocas en un beso apasionada, no como el anterior que fue cariñoso y corto, no esté beso era sucio porque nuestra leguas peleaban entre las dos hasta que un jadeo mío nos separó por que el empezó a sacarme la pijama y a bajarme mi braga.

- Mi niña estas muy mojada – solo quería sus dedos ahí – dios extrañaba esto.

- Naruto, más, tócame más. – hice un puchero y busque su mirada, pero el no contesto así que trate de rozarme, pero sujeto mis piernas y las abrió más.

- ¿Sabes cuánto desee volver a tenerte así? – su dedo se acercó a mi coño hinchado y mojado por la necesidad de tenerlo ahí – tenerte a mi merced, haciéndote gritar de placer que eres mía de nadie más, oh mi niña después de esto habrás deseado nunca querer ir con Toneri ni con otro.

¿Toneri? ¿otro? No pude ni procesar el significado de sus palabras porque en ese momento el masajeo con fuerza mi centro donde podía sentir todo el placer acumulándose, pero necesitaba más.

- Te quiero dentro - lloriquee porque lo quería YA

Mis manos inexpertas, pero desesperadas bajaron rápidamente a su cremallera tratando de quitársela. Lo único que conseguí fue sus brazos bruscos acomodándome para sentarme y verlo sacarse el pantalón, mientras yo aproveché por sacarme todo el resto de ropa que me quedaba.

- ¿Quién te dijo que te sacaras la ropa? – fue lo que salió de su boca con una voz profunda que me estremeció y más cuando se acerco a mis pechos -el que da las órdenes aquí, soy yo.

En ese instante metió uno de mis pezones en su boca y empezó a mordisquearlo y tirar de él, gemía mucho y no sabía si era de dolor o de placer, era como si me castigara, así que entre gritos logre suplicar que parara:

- Perdón, amor perdón, no lo volver a hacer – él se detuvo y levanto sus ojos sin soltar mi pecho y empezó a succionar y dejar chupetones por todo mi pecho

- Así me gusta mi niña.

En un momento y sin darme cuenta sentí un escalofrió, su cara estaba en mi sexo mojado y cuando iba a protestar su lengua arremetió con todo y solo me quedo arquearme por la cantidad de sensaciones que sentí en el momento que su boca hizo contacto con mi coño, paso toda su lengua por mi feminidad y lamia en los punto exacto que me volvió loca y que no me dejaba parar de gritar. Y cuando sentí que mi primer orgasmo se estaba formando, sus dedos ingresaron con furia en mi interior, eso fue todo, me vine rapído fuerte y con su nombre en mis labios.