Capítulo 9

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Hugo camina con paso decidido hasta el edificio y llama a la puerta.
-¿Hugo...? -Susurra Eva restregándose las manos contra los ojos. -¿Qué haces aquí?
El rubio pasa sin esperar una invitación.
-¡Espera! Dani puede volver... No deberías entrar, ni haber venido.
-Tenemos que hablar y no podía esperar más.
-Hemos hablado hace un rato...
-Me da igual, me has cerrado la puerta en la cara.
Eva suspira pero se sienta sobre el sofá y espera que Hugo haga lo mismo.
-Di, entonces...
-He hablado con Ángel y ya ha podido tener contacto con Laura, hablar con ella... Ha aceptado ayudarnos e incluso Enzo también lo hará. -Hugo sonríe. -Estamos ya pensando en cómo contárselo a Alec, Eva. Saldrás de aquí con total seguridad.
-Eso es genial. -Dice Eva simplemente.
-No pareces muy feliz.
-Bueno, me has pillado en mal momento pero mañana seguro que doy saltos de alegría.
El silencio reina por unos segundos hasta que Hugo vuelve a mirarla.
-¿Sabes que conversación viene ahora verdad?
-Lo esperaba pero no tendría que darse lugar esa conversación, está todo claro, no pasa nada.
-Ni siquiera sabes lo que voy a decir.
Eva se encoge de hombros.
-Pues di lo que quieras decir.
Hugo se queda callado unos minutos intentando encontrar las palabras adecuadas, pero no lo consigue.
-Bueno... Me resulta un poco raro todo y no sé siquiera cómo decirlo. -Admite. -Tú en realidad también me gustas. -Los ojos de Eva se abren al máximo y Hugo puede ver cierta ilusión en ellos, aunque intente ocultarlo. -Pero... -Esta vez la ilusión tan rápido como ha llegado, desaparece. Los peros nunca traen nada bueno. -Seguimos sin poder, Eva... Es la ley quién lo marca.
-Habría sido mejor que no me lo hubieses dicho. -Eva se incorpora mosqueada. -Para decirme esa mierda te lo podrías haber ahorrado.
-Creía que tenías que saberlo... Mira, Eva... Yo querría estar contigo pero no puedo, ¿entiendes? Es una total mierda, yo también estoy enfadado pero no podemos hacer nada.
Eva camina simplemente hacia la puerta y la abre.
-Adiós, Hugo. Mejor vete.
-Eva...
-Quiero que te vayas, por favor. Dani vendrá y nos matará a los dos si te ve aquí. Si no te vas a ir por ti vete por mi.
-Está bien... Seguiré en sacarte de aquí y todo en lo que estábamos... Nos vemos...
Pero justo cuando Hugo va a salir se topa con la mala suerte. Dani, en persona, le mira desde la puerta con los puños apretados.
Está tan enfadado que tanto Eva como Hugo pueden apreciar una gruesa vena en su cuello.
Y el corazón de Eva se acelera.
Su primer impulso es cerrar la puerta y poner el cerrojo.
-Estamos perdidos. -Murmura con la respiración acelerada.
-Hey. -Hugo intenta mantener la calma. -Ese tío no supone ninguna amenaza, ¿vale? Si nos hace algo nos lo pondrá fácil.
-Hugo. Ese tío es un criminal. No le va a importar ponernoslo fácil, ¡nos matará! Y lo sabes.
Unos golpes fuertes contra la puerta les corta la conversación.
-Está bien. Quiero que vayas a tu cuarto y te escondas, ¿vale? Todo irá bien.
-Pero... Yo no quiero dejarte aquí solo con él.
-Eva, por favor. Puedo con esto, de verdad.
La chica acaba por hacer caso a Hugo y camina hasta la habitación que le toca compartir con Dani y cierra la puerta.
-Que todo vaya bien... -Dice para sí misma metiéndose bajo la cama y cerrando los ojos.
El miedo es tan fuerte que no puede luchar contra él.

La puerta finalmente cede ante los golpes de Dani y Hugo le apunta con el arma.
-Eres muy gracioso. -Comenta Dani con una sonrisa maliciosa. -Baja eso, chaval.
-Lárgate y bajaré la pistola. Mientras tanto...
-Verdaderamente podría llamar a tus superiores y estarías acabado, solo por si quieres saberlo.
-¿Lo harás?
-Oh, no. Prefiero estrangularte con mis propias manos. ¿Prefieres intentar huir o...?
-Te estoy apuntando con un arma, imbécil.
Dani se encoge de hombros y camina más cerca de él.
-Estoy acostumbrado, lo que sea, no me importa en realidad. Encima como sé que Igualmente no vas a dispararme.
-¿Eso crees? Me estás dando muchas razones.
-Cállate. ¿Dónde está ella?
Las manos de Hugo se aprietan fuertemente a la pistola y su mandíbula se tensa.
-Lejos de ti, donde mejor va a estar.
-¿Ah sí? Pues a menos que tenga la capacidad de volar, dudo mucho que haya saltado desde un 12, idiota. Ni siquiera sabes mentir.
-Lárgate, Dani. No te sirve de nada quedarte, acabarás en la cárcel o peor aún, bajo tierra.
-Más quisieras. Lo único que me importa de aquí es que Eva pague por haber escapado de mi hace casi dos años. Me atrajo desde el primer momento que la vi, me obsesionó tanto...
-Estás demente.
-Me lo han dicho antes, ¿y qué?
Dani da varios pasos hacia él y cuando su mirada le despista, consigue arrebatarle la pistola de las manos.
Le dedica una mirada maliciosa y le apunta con el arma
-Uf, eso ha debido de doler. -Ríe. Debería darte vergüenza, agente Cobo. ¿Qué debería hacer ahora contigo? Te doy una oportunidad de lárgarte por esa puerta y dejarnos a mí novia y a mí solos.
-Eva no es tu novia, te tiene miedo porque eres un cerdo.
Dani le pega una patada en el estómago y aprieta la mandíbula.
-Eres tan imbécil que vas a quedarte y Eva podrá apreciar como te vuelo la cabeza, simplemente precioso.
Hugo intenta incorporarse pero recibe otra patada, esta vez en la boca, y escupe sangre.
-Vamos, Hugo. Todos sabemos que no vas a poder ni salvarte a ti mismo. Eres una miseria, no vales para nada. Un borracho te ha quitado el arma, Cobo. Es patético.
Las palabras de Dani se quedan clavadas en la mente de Hugo, que finalmente se pone de pie y le da un puñetazo y unos cuantos golpes más.
Pero son unos instantes después cuando todo se vuelve negro a su alrededor al recibir un fuerte golpe en la cabeza con el arma metálica.

Eva y Hugo - Carpe diemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora