Eva y Hugo - Carpe diem

Capítulo 16

-¡Eva! No me jodas.
-Relájate. Habrá salido a dar una vuelta.
-Voy a llamarla.
Hugo marca el número de Eva pero salta el contestador. Prueba un par de veces más pero nada.
-¿Nada?
-Nada.
Ángel trata de ocultar su preocupación y mantener la calma aunque cada vez le resulta más complicado.
-Voy a salir a buscarla.
-Voy contigo.
-No, Hugo. Tú quédate por si viene aquí otra vez. Te llamo si la encuentro y viceversa.
-Está bien.
Ángel sale de la casa ante la atenta mirada de Hugo y cuando le pierde de vista por la ventana, vuelve a llamarla.
-Contesta, venga.

-¿Cuánto es? -Pregunta mirando el helado que le extiende el hombre.
-Un euro.
La castaña observa su cartera vacía.
Su cuerpo le pide que coja el helado y corra, pero la imagen de Hugo se presenta en su cabeza y desecha la idea.
-Soy una idiota se me ha olvidado el dinero en...
-Yo invito.
Eva gira la cabeza confundida.
El chico paga, coge el helado y tira de ella fuera de la heladería.
-¿Tú quieres qué nos de un infarto?
Ángel le pone el helado en las manos y la mira con enfado.
-Me apetecía un helado.
-Eres una inconsciente, Eva. Hugo tenía razón. Antes nunca hubieses actuado de esta forma tan estúpida.
-¿Hugo cree que ahora me corporto de manera estúpida?
Eva es ahora la que está enfadada.
-Está preocupado y ahora lo estoy yo. De verdad que no sé qué coño te pasa.
-Que no me pasa nada.
Los ojos de Eva pasan de Ángel a su helado, se le ha ido el hambre pero aún así hunde la cucharilla en él y se la lleva a la boca.
En realidad algo sí la pasa y no tiene ni idea de que es y eso le asusta incluso a sí misma.
-Aquí está.
Ángel empuja a Eva hacia el interior de la casa y Hugo la abraza fuerte.
-¡Eres una inconsciente!
-No me grites.
-¡Menudo susto, Eva! Te lo he dicho bien claro, no tienes ni idea de este pueblo, pero ni idea. No digo que siempre tengas que ir acompañada porque eres adulta, pero me tienes que avisar antes, ¡joder! Dani salió del hospital, Eva. Entérate ya.
Los ojos de Eva se llenan de lágrimas pero se las seca disimuladamente.
-Ya lo he entendido, Hugo.
Se echa a un lado y camina al sofá.
Hugo le dirige una breve mirada a Ángel y suspira antes de caminar junto a Eva.
-¿Vemos algo? -Le pregunta con voz más simpática y Eva le mira brevemente y acaba por sonreír y echarse sobre él.
-Sí.
-Yo me voy. -Ángel les sonríe de lado y sale.
En cuanto Ángel no está, Eva se sienta a horcajadas sobre Hugo y se inclina para besarle. Hugo rápidamente lleva sus manos a su cintura y le sigue el beso.
-Así es fácil perdonarte. -Hugo la mira y tira de ella para mayor cercanía.Va bajando sus manos a su culo y lo aprieta provocando que Eva suelte un pequeño gemido.
Cuando la cosa empieza a ponerse más caliente, Hugo se levanta con Eva enganchada a él y sin dejar de besarse, sube hasta su habitación para encontrar más comodidad.
La deja sobre la cama y abre uno de sus cajones para sacar un preservativo.
-¿Estás segura no?
-No estropees esto. -Eva en cuanto Hugo está a escasos centímetros de ella, le coge de la camiseta y hace que se ponga completamente sobre ella. -Claro que estoy segura.
Hugo sonríe y junta sus cuerpos todo lo que puede. Lentamente, para no hacerla daño, va hundiéndose en ella poco a poco.
Eva suelta un sonoro gemido y arquea la espalda, haciendo que él se introduzca todavía más en ella.
-Joder, Hugo.
El rubio empieza a moverse cuando nota que Eva está preparada y va aumentando el ritmo a uno cada vez mayor, dejando besos por todo el pecho de Eva y sin detenerse.
Minutos después ambos acaban y Hugo hace un nudo al preservativo y lo tira a la basura antes de volver a la cama junto a ella y hacer que se acurruque en él.
-Te quiero. -Susurra Eva medio dormida haciendo que Hugo abra los ojos de golpe y la mire.
Horas más tarde Eva abre los ojos y se encuentra con la mirada de Hugo. Acto seguido sonríe y se incorpora para darle un beso.
-Buenos días. ¿Llevas mucho rato despierto?
El rubio asiente sin despegar la mirada de Eva.
-¿Me quieres? -Pregunta repentinamente.
-¿Eh?
-Antes me has dicho que me quieres. ¿Es cierto? Llevo desde que lo has dicho sin pegar ojo.
Eva traga saliva, de repente se ha puesto nerviosa.
-¿Te ha molestado?
-No has respondido a la pregunta...
-Sí, es verdad.
A Hugo le sale una sonrisa de oreja a oreja.
-Me suele costar mucho admitir mis sentimientos e incluso darme cuenta de ellos pero cuando lo has dicho...  -La mira. - Yo también te quiero.
Eva suspira aliviada y vuelve a darle un beso.
-Me has asustado.
-Lo siento, esque creía que lo habías dicho solo por...
-Yo nunca lo digo si no lo siento aunque haya tenido sexo con esa persona. Y nunca habría dormido acurrucada a tí si no fuese así. -Le sonríe. -¿Hoy trabajas no? -Se sienta sobre sus piernas.
-Me apetece fingir que estoy malo. -Acaricia su cadera y se tumba del todo.
-Me parece perfecto. -Se tumba sobre él y comienza a dejar besos por su cuello.

-¿Estás bien? -Pregunta Ángel en cuanto Hugo le coge el teléfono.
-Estaba ocupado.
Ángel frunce el ceño.
-¿Ocupado?
-Ajá. Pero todo bien.
-¿Por qué has faltado?
-Me encontraba mal.
-¿Esperas que me trague eso?
Se escucha un suspiro del otro lado.
-Luego te lo cuento y estoy bien.
-Vale.
Cuelga y camina de vuelta a vigilar a Dani.
-¿Cómo está el rubio? -Pregunta Dani con una sonrisa cínica.
-Cállate.
-¿Y mi novia? ¿Cómo está ella?
-Eva no es tu novia.
Ángel tiene que contenerse y no girarse a darle un puñetazo.
Dani suelta una carcajada.
-¿Quién sabe si no lo será?