Capítulo 8

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-¿Sabes en lo que estamos no?
-Ángel me ha informado desde el primer momento. Os lo agradezco de verdad, Hugo. Todo. Sin vosotros, ¿qué podría hacer?
-Huir de Dani. No es tu novio, puedes hacerlo. Y aunque lo fuese realmente no me parece que pertenezcas a nadie. Ni a tus padres siquiera. Es tu vida.
-Lo sé... No sé cómo funciona, Hugo... No sé porque estoy con él, no sé absolutamente nada.
Hugo la observa. Está desmejorada. Más delgada, pálida e incluso su personalidad es distinta. Apagada.
-Eva... -Hugo quiere cambiar el rumbo de la conversación pero no sabe cómo ni si dadas las circunstancias es lo mejor
-Bueno... -La mirada de ella está puesta en él. -¿Sabes que tienes casi 17 años verdad?
-Si, Hugo. Me lo dijiste tú mismo.
El chico asiente.
-Yo soy mayor que tú.
-También lo sé pero no sé a qué viene esto.
-Bueno... Viene a que el otro día me besaste, Eva...
Las mejillas de Eva se tornan de un tono carmesí y aparta la mirada de él, incomodada.
-Sé que no es buen momento pero es algo que me ronda la cabeza y aún es pronto, podemos hablar.
Eva niega.
-Hugo...
-Se qué quizás no es muy cómodo para ti hablar de ello pero... No creo que esto esté bien. Quiero decir, tú y yo. Por dios, tengo casi 8 años más que tú...
-¿A qué viene todo esto?
Vuelve a mirarle, fingiendo no entender nada.
-¿Por qué me besaste, Eva?
Ella no puede evitar desviar la mirada y dirigirla a sus manos, con las que comienza a jugar a causa del nerviosismo.
-Eva.
-¿Por qué me vas a hacer pasar el mal trago de decirlo si ya lo sabes y es obvio que da igual lo qué yo piense?
Hugo la observa confuso.
-¿Qué?
-Es igual. Mejor vete... Dani no siempre cumple al pie de la letra los horarios y deberías ir a hablar con Ángel y preguntarle sobre Laura. Adiós.
Se da la vuelta pero Hugo la sujeta por el brazo.
-Quiero saberlo, Eva.
La castaña se suelta de su agarre y le empuja hasta la puerta.
-Creo que me gustas. -Dice rápidamente antes de cerrásela en la cara.


-Laura está totalmente con nosotros.
Hugo sonríe con alivio aunque tiene un poco la cabeza en otra parte.
-Menos mal.
Se lleva el cubata a los labios y se los moja con él sin llegar a beberlo.
-Dice que ese capullo estuvo acosando a Eva desde ese día hasta hace poco.
-Menudo imbécil.
-Lo es. Oye, ¿todo bien?
-Sisi, todo está bien.
-Estás raro.
Hugo se encoge de hombros y está vez bebe de su cubata.
Ángel en seguida se da cuenta de que Hugo no va a decir ni palabra.
-No quieres hablar. -Afirma mirándole.
-Continua con lo que me decías de Laura.
-Bueno... -Posa sus ojos sobre él una última vez antes de proseguir. -Dice que tiene incluso pruebas de cómo Dani la acosaba y que puede contactar con Enzo para que nos ayude también.
-Esa chica es una maravilla. No la conozco y ya me cae bien.
-Ya te digo. -Sonríe. -La verdad esque ha mostrado mucho interés y ha preguntado por Eva. No es tan increíble cómo Eva, pero la sigue de cerca.
-Ajá. -Cortante.
Ángel frunce el ceño debido al repentino cambio de humor.
-¿Qué te pasa, Hugo? Ahora dímelo, no me vengas con que nada.
Hugo deja su copa sobre la mesa y se inclina un poco sobre esta para así poder estar más cerca de Ángel y conseguir que le escuche mejor.
-Eva me ha dicho que le gusto.
El gesto tranquilo e incluso feliz de Ángel cambia completamente a uno serio e incluso de molestia.
-¿Has ido a verla?
-No he podido evitarlo.
-Tú nunca puedes... -Rueda los ojo. -¿Tú que la has respondido?
-No me ha dado oportunidad...
Ángel mira su copa y se bebe el cubata de un trago.
-¿Qué la habrías dicho?
-Ángel, sígueme contando acerca...
-No cambies de tema. Lo de Laura está solucionado, no necesitamos seguir hablando de ello.
-Bueno, la verdad...
-¿Qué es?
Hugo mira a su alrededor y suelta un pequeño suspiro antes de volver la vista a Ángel.
-Que a mí ella también. Es decir, ¿a quién no le puede gustar Eva? Incluso a ti, tipo duro, te gusta Eva.
Los ojos de Ángel se abren como platos.
-¿A mí? ¿Eva? Es una cría, Hugo.
El rubio se encoge de hombros.
-Bueno, tus ojos no la miran como si se tratase de una cría.
-Para, en serio. Tengo 32, tío. Ella 16. Le saco 16 y no soy ningún pedófilo.
-No exageres y tiene casi 17.
-¿Qué más da? Es una niña y más para mí.
-Lo que tú digas. -Dice sin creerle. -Si siempre te dedicas a negar tus sentimientos... No vas a poder ser feliz nunca.
Hugo se levanta con solo una idea en mente.
-¿A dónde vas?
El rubio se inclina y deja un billete de cinco euros en el centro de la mesa.
-¿Tú qué crees?
Ángel también se levanta y deja otro.
-No puedes ir ahora, Hugo. Dani estará allí, es casi seguro. ¿Desde cuándo te has vuelto demente?
-Cállate.
Ni siquiera se para a pensar en sus palabras. Si Dani está ahí le va a matar por haber sido tan capullo con Eva.
-¡Hugo! -Sigue escuchando a Ángel a lo lejos, pero le da igual.

Eva y Hugo - Carpe diemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora