Capítulo 4

603 23 5
                                    

Tras la cena, Eva decide que es momento de echarse a dormir, pero Hugo está sentado sobre el sofá leyendo un libro y no tiene muchas ganas de hablar con él y que Hugo vuelva a ser borde con ella.
Pero antes de que pueda caminar en dirección al sillón de la terraza, la voz de Hugo le para en seco.

-Eva, ¿a dónde vas?

La chica se gira hacia el rubio, quién le observa desde el sillón con el ceño fruncido.

-A la terraza. -Responde simplemente.
-Hace mucho frío fuera, ven aquí.

Eva duda pero acaba por sentarse junto a Hugo, que ha dejado el libro a un lado y ahora le mira atentamente.

-¿Por qué ibas a fuera?
-No quería molestarte y tenía sueño.
-¿Molestarme? No seas tonta.
-Bueno... Hoy parecías estar irritado por algo...

Hugo suspira y aparta por un segundo la mirada.

-Tienes razón. He sido un imbécil, lo siento. No es nada culpa tuya.

Eva casi se siente aliviada y relaja más su posición sobre el sofá.

-Pero sí que quiero hablar contigo sobre algo.
-Ya sé que mañana trabajas, Hugo.
-No es eso, Eva. -El rubio baja un poco la mirada antes de volverla a subir hacia la chica y tras coger aire, empieza a hablar. -Tú sabes que en el cuartel estamos investigando el caso de la bomba, ¿verdad? -Eva asiente. -Pues también estamos tratando de averiguar acerca de ti para que puedas recuperar tu vida.
-Gracias, eso es genial.

La sonrisa de Eva se extiende por toda su cara y Hugo comienza a sentirse muy mal.

-Hay un compañero que ha descubierto algo sobre ti. Alec, ¿le recuerdas? -Eva niega pero Hugo lo ignora y sigue hablando. -Eres menor de edad, Eva.
-¿Menor de edad? Vaya, no tenía ni idea. ¿Se sabe exactamente la edad que tengo?
-Dieciseis, casi diecisiete... Pero eso no es todo, Eva.
-¿Se sabe algo más sobre mi?

Hugo niega despacio.

-¿Sabes lo que implica qué seas menor de edad? -La Castaña piensa por unos segundos pero no hay nada que se le venga a la cabeza y acaba por negar. -Necesitas vivir con tus padres o tutor legal, Eva... Y yo no soy nada de eso, ¿lo entiendes ahora?

Eva le mira con el ceño fruncido y se sienta bien sobre el sofá para poder mirarle mejor.

-Entonces... ¿Ahora qué? -Pregunta con voz temblorosa y temiéndose lo peor.
-Mañana vienes conmigo a la comisaría... No puedes quedarte aquí, Eva.




A la mañana siguiente Hugo se levanta con pocas ganas y prepara un gran desayuno para él y Eva.

-Buenos días. -Dice mirando a Eva, que está sentada en el sofá con Bella y Vega echadas sobre ella.
-Buenos días. -Responde seca sin apartar la mirada de la televisión.

Hugo decide no recordarle la norma sobre la televisión en el desayuno y cuando acaba de prepararlo, lo deja sobre la mesa frente a ella y se sienta a su lado.
Desayunan en silencio y Hugo no puede evitar pensar en la tensión del ambiente y lo mierda que va a ser todo a partir de ahora. Desde hacía mucho tiempo vivía solo, pero se había acostumbrado a la risa e hiperactividad de Eva y le gustaba. Le gustaba que el ambiente solitario hubiese cambiado a uno alegre y no quería que eso desapareciese.

-Eva, nos vamos...

La castaña solo se levanta y le sigue hasta el coche habiéndose despedido antes de las pitbulls de Hugo.

-Eva. -La chica se gira hacia él. -No puedes odiarme a mí por algo de lo que no tengo culpa.
-No te odio. -Ella niega con la cabeza. -Solo estoy triste y asustada.
-Lo siento... Intentaré encontrar tu vida lo antes posible.
-Gracias...

Hugo aparca el coche y al ayudar a Eva a salir, tira de ella en un abrazo que ella corresponde.

-Aunque ya no vivas conmigo seguiremos siendo amigos ¿eh? -Sonríe. -Y en menos de dos años serás mayor de edad y podrás vivir con quién te de la gana.

Eva también sonríe.

-No te lo creas tanto que lo mismo ya no quiero contigo. -Bromea.
-¡Eh! Yo he dicho con quién quieras.
-Yaya, pero creyendo que contigo.

Hugo suelta una carcajada y guía a Eva al interior del edificio, haciendo que el ambiente cambie por ello y Eva vuelva a ser silenciosa y apenas perceptible.

-Vamos a mí despacho, avisaré a Alec desde allí. -Le susurra en el oído.

No recibe respuesta pero aún así le conduce hasta allí y le sienta sobre la silla de su escritorio mientras el da el aviso al policía, que en seguida se presenta ante su puerta.

-Buenos días, chicos.
-¿Que vas a hacer con ella? -pregunta a Alec alejándose un poco de Eva para no ser escuchado.
-No es asunto tuyo, Hugo. Tú a tu caso, ¿entiendes?

Hugo bufa y le mira irritado.

-No te lo estoy preguntando por cotillear, Alec.
-Ya sé porque me lo estás preguntando, Hugo y creeme si te digo que te hago un favor no contándotelo.

El rubio se aleja hasta Eva, sabiendo que no va a obtener ninguna respuesta por parte del policía.

-Oye... -Suspira sin saber que decir. No se le dan bien las despedidas. -Ya ha venido. -Señala a Alec y vuelve a mirarle.
-¿Ya...? -Los ojos de Eva vuelven a observar al policía.
-Si...

Eva se incorpora y le da un pequeño abrazo antes de situarse junto al policía y hacerle un gesto de despedida con la mano. Gesto que Hugo rápidamente devuelve.

-Adios, Hugo. -Alec cierra la puerta y el rubio suspira con algo de tristeza.




-¿Eva? -Pregunta un chico desconocido que le sonríe y al que Eva no logra identificar por más que le mira. -Soy Dani, ¿te acuerdas de mí?

Ella solo niega.

-Dani es tu novio. Es al único que hemos podido encontrar de tu vida anterior.
-¿Novio? -Pregunta la castaña algo confusa y volviendo la vista al chico. -No sé quién es...
-He traído unas fotos para refrescarte un poco la memoria. -Sonríe un poco extendiéndoselas para que pueda cogerlas.

Eva observa una a una parándose más para analizar las que más llaman su atención.

-No, lo siento...
-No importa. ¿Tienes una maleta o algo? -pregunta Dani y Eva solo le enseña el libro y la camiseta que Hugo le había regalado para que usase de pijama. -Ya habrá tiempo de comprarte ropa. -Le sonríe. -¿Puedo llevármela ya?
-Si, claro. Hasta luego, Eva.
-No quiero ir. -Eva le mira suplicante pero Alec solo le hace un gesto de despedida y se da la vuelta para irse.

Dani tira de ella y la saca de la comisaría.
Los pensamientos de Eva están en una única persona.
Una persona con la que le gustaría volver.

Eva y Hugo - Carpe diemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora