El aroma del amor [Drarry] TERMINADA

CAPITULO 15 - A TIEMPO

Draco estaba pensando que había sido mala idea salir 20 min antes de las mazmorras. Estaba parado junto al reloj y aunque aun no eran las 8:00, el tiempo de sobra con el que había llegado le hacían creer que lo dejarían plantado. Tampoco ayudaba que el baile estuviera a punto de iniciar, pues todos pasaban junto a él y lo veían de pies a cabeza. Se veía encantadoramente impecable, pero incluso sus compañeros de casa habían cuchicheado sobre su peculiar elección de colores.

Harry había salido corriendo de la Sala de Menesteres con menos de 10 min para la hora acordada. Las escaleras parecían conocer su desesperación pues se negaban a cooperar con su misión de llegar a tiempo. No seria el último en entrar, pero definitivamente tampoco el primero.

Hermione y Ron habían dejado de buscar a su amigo poco después del medio día, él mismo les había mandado una nota donde les decía que estaba bien y que los vería en el baile. Como los buenos amigo que eran, dejaron de buscarlo, pero eso no evito que siguieran preocupados. Es por eso qué cuando el baile estaba por comenzar, los mejores amigos de Harry estaban viendo quien pasaba por las puertas del Gran Salón.

Cuando vieron cruzar el pasillo a alguien que se parecía a Harry, solo que mejor vestido y agitado como quien llega tarde, decidieron asomarse por las puertas del Gran Salón. Harry había decidido correr a una velocidad prudente para llegar con pocos minutos de retraso. Tampoco quería llegar sudoroso y desalineado con su cita. Draco estaba mirando a todos lados buscando a su acompañante. Harry lo vio desde lejos aun sobre las escaleras. Era fácil distinguir un punto color rojo en medio de las túnicas de gala negras que casi todos usaban.

Harry se sintió derretirse ahí mismo. Draco lucia bellísimo y lo colores de su vestimenta parecían darle vida a su, últimamente, pálido rostro. Harry se apresuro a llegar junto a él, sin saber que sus amigos lo espiaban desde la puerta.

Cunado llego junto a Draco y esté lo vio, Harry solo podía sonreír. Todas las preguntas conflictivas, los nervios y el estrés de hace unas horas seguían allí, pero se transformaron lentamente en calidez cuando el rubio le sonrío de vuelta.

Aun si las cosas no salían como en las películas, Harry disfrutaría esta noche y las sensaciones maravillosas que la compañía de Draco le provocaban. Si era el movimiento correcto o no, Harry no lo pensó mucho, cuando extendió su mano a Draco y dijo.

- ¿Me harías el honor de acompañarme esta noche?

Draco casi ni se movió cuando dijo – Llegas tarde- y procedió a tomar la mano que Harry le ofrecía. El interior de Draco era un caos y si no se sonrojo fue por pura suerte.

-Lo siento por eso- dijo Harry, aunque llego con pocos minutos de retraso. Mientras que con las manos entrelazadas caminaban al Gran Salón – No quise correr más rápido o mi atuendo se arruinaría. Por cierto, te ves hermoso esta noche.

-Yo siempre me veo bien- dijo Draco mientras que sus orejas se volvían ligeramente rojas -Tu tampoco te ves mal.

-Tienes razón, siempre te ves hermoso y gracias, aunque yo solo me lo puse, quien lo eligió para mi tiene que llevarse el crédito.

Draco ahora si estaba sonrojado por completo. No había estado seguro de lo que Potter pretendía con todo esto, pero ahora lo sabía. El gran Harry Potter estaba coqueteando con él y saber eso no le molestaba en lo absoluto y si lo hacía, ya pensaría en eso mas tarde, por ahora disfrutaría sus manos entrelazadas y la cercanía de sus cuerpos.

EL gusto le duro poco, pues una vez que estuvieron dentro del Gran Salón y la música sonaba, a las personas no les intereso disimular sus miradas sobre ellos dos y sus manos entrelazadas. Hermione y Ron que habían estado mirándolos desde el umbral de la puerta, notaron su incomodidad, y es que quien no lo estaría.

-Compañero esto es un baile, no te quedes ahí parado nada mas- Ron palmeo el hombro de Harry en el proceso mientras sonreía y tomaba la mano de su novia par dirigirse a la pista de baile, que parecía retomar su ritmo.

Harry no necesitaba preocuparse por lo que sus amigos pensaran. Ellos siempre lo apoyarían. Con renovada confianza, le sonrío a su amigo y después a Draco.

-¿Me concederías esta pieza?