CAPITULO 17 - DECLARACIONES

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Hay muchas cosas que Ron no esperaba hacer en su vida, pero la vida era inexplicable e incapaz de controlarse por lo que cuando vio a Draco Malfoy salir corriendo y a su mejor amigo parado como una estatua sin saber que hacer, se dio cuenta que, lo que iba a decir, ni en sus más locos sueños se le habría ocurrido, pero aquí estábamos.

- ¿Qué esperas? Harry ve tras él

-Pero él...

-Nada de peros – Ron lo estaba empujando a la salida. – Si algo he aprendido es que, si alguien corre, tienes que perseguirlo... anda

- ¿Pero que le voy a decir?

-Ya se te ocurrirá algo – Cuando salieron del Gran Salón no había rastro de Draco. Mientras Ron arrastraba a Harry, Hermione había hecho un Accio* Mapa del Merodeador.

-Pero ya no está – dijo Harry mirando por el pasillo. Por otro lado, el mapa del merodeador llegaba justo a tiempo.

-Tal vez esto te sirva – dijo Hermione entregándole el mapa.

- Eres la mejor – Ron y Hermione se estaban adentrando en su propio mundo mientras Harry buscaba a su cita. Cuando lo hizo, Harry grito mientras corría, "los veo mañana".

El lago negro tenía sus atractivos, como ahora, cuando la luna se reflejaba sobre toda la superficie del agua en calma. A diferencia del agua, Draco Malfoy era todo menos calma. Si había escuchado bien, su aroma aparecía en la amortentia de Potter, pero no significaba que realmente estuviera enamorado de él, quizá le parecía atractivo y eso era todo. Harry le iba a dar regalos esperando algo a cambio, solo quería usarlo y después ¿qué? Los sentimientos de Draco parecían estar en otro nivel. No parecía ser buena idea perder lo poco que le quedaba de dignidad de esa manera.

Draco, que estaba sentado debajo de un árbol no advirtió la presencia del dueño de sus pensamientos y del caos en su persona. Harry se sentó cerca de Draco, pero a una distancia prudente por si no era bienvenido. El rubio lo miro de reojo mientras dirigía su mirada al lago.

-Draco yo... mmm no se cómo decir esto – Empezó Harry – lo que escuchaste hace rato... bueno – suspiro frustrado tratando de encontrar que decir – esto no es como imagine que sería – susurro más para sí mismo, aunque su acompañante pudo escucharlo.

- ¿Qué es lo que quieres de mi Potter? - Draco ahora si lo estaba viendo y parecía herido - ¿Quieres humillarme? ¿Quieres que yo viva un infierno para que tu puedas ser feliz? ¿Solo por eso no dejaste que fuera a Azkaban? ¿Para qué fueras mi verdugo personal? – Draco elevaba el tono de su voz con cada palabra - ¡Acaba con esto de una vez y dilo! ¡El gran Harry Potter...! -Fue interrumpido por Harry

- ¡No! No, no es nada de eso – Draco parecía a punto de llorar y Harry no sabia que hacer para decir lo que sentía – Draco no... lo ultimo que quiero es lastimarte, veras yo... amm... bueno tu...-

-Dilo de una vez- Draco estaba visiblemente irritado por tanto balbuceo.

-Draco tu me gustas- Harry vio como Draco asimilaba eso, primero confusión, pero inmediatamente parecía molesto.

- ¿Enserio esperas que crea eso?

- ¡¿Qué?!

- Harry Potter enamorado de un mortifago, si como no ¿Por qué no cuentas otro chiste?

- ¿Por qué crees que no puede ser? – Draco iba a responder, pero Harry siguió hablando – No se como paso y la verdad es que no me interesa. Me gustas y podría decir que estoy enamorado de ti ¿y a quien le importa si eras un mortifago? En definitiva, a mí no porque hace un momento mientras bailábamos podría jurar ser la persona más feliz del mundo. Es así como me siento y no me importa si no me crees o si no me quieres de vuelta, solo sé que así es.

Después de eso se quedaron en silencio por un rato. Harry pensó que Draco no diría nada, se iría de ahí y lidiaría con su corazón roto.

-Creí que me odiabas – dijo Draco – Todos estos años yo he sido un imbécil. Hice cosas horribles ¿Cómo puede gustarte alguien así?

- La vida es un misterio y también lo es como funciona el amor. No podemos negar que fuiste un imbécil en el pasado, yo también lo fui, pero se que no eres ese Draco y yo tampoco soy el mismo. El hecho de que sabes que te equivocaste, habla de que has cambiado. No se porque me gustas, sinceramente no creo conocerte lo necesario, pero quiero hacerlo. Ahora sé que, defenderás lo que creas justo, aun si te dañan en el proceso. Pelearas por lo que creas importante, como tu familia y amigos. No eres una mala persona Draco, solo te has encontrado en situaciones malas aun si no fue tu decisión. Eres inteligente y alguien verdaderamente hermoso. El brillo en tus ojos cuando los profesores te felicitan es de mis cosas favoritas. He visto como sonríes cuando alguien de tu casa hace algo para estar orgulloso. Caminas como si no te importara el mundo y además eres muy lindo cuando te sonrojas.

Con eso Harry dio fin a su perorata y ahora si estaba listo para irse. El decir lo que sentía aun si no había obtenido una respuesta, le hacía sentir tranquilo de cierta forma.

-También apareces en mi amortentia – fue casi un susurro – Tampoco sé por qué, pero reconocería tu esencia en cualquier lugar y saber eso no me molesta.

Harry no había pensado en esa posibilidad, había tentado su suerte con el beso en las cocinas, pero esto no lo había ni soñado.

-Planeaba morir con esta confesión – continuo Draco – Soy una escoria y tú el Salvador del mundo mágico ¿Quién podría querer a alguien así? Se que no eres un santo – las lágrimas comenzaban a recorrer el rostro de Draco y Harry solo podía mirarlo – pero yo soy la peor persona de la que te podrías enamorar. Por favor, Harry, dale tu amor a alguien que al menos merezca ser amado.

Harry abrazo a Draco ¿Cómo alguien podría estar tan roto para pensar en no merecer amor? Todos lo merecen, de diferentes tipos y en distintos rangos. Draco lloraba como no lo hacia en mucho tiempo. Aun si Harry no podía arreglarlo, lo sostendría por un momento. El llanto continuo por algunos minutos, con Harry arrodillado abrazando a Draco y acariciando el cabello rubio; Draco tenia su cabeza recargada en el pecho de Harry y se aferraba a la túnica del Gryffindor deseando que lo mantuviera en tierra.

Cuando el llanto aminoro, Harry pensó que era momento para hablar, así que libero lentamente a Draco de su abrazo.

-Draco – El mencionado tenia la cabeza agachada y parecía no oírlo – Draco por favor, mírame – Harry tuvo que alzar la cara de Draco suavemente para que finalmente lo mirara.

-Draco escúchame. No eres una mala persona, además no solo hay buenas y malas personas, todos tenemos un poco de ambas. Tampoco puedes decirme quien puede o no gustarme. Justo ahora siento más ganas de enamorarme de ti, de este Draco que se sonroja, que acepta que se equivoca y que aun si llora sigue luciendo bellísimo. Eres la persona indicada para enamorarme, pareces aceptar que soy un idiota que no es perfecto como otros creen. Por favor... Draco déjame quererte.

Draco había estado mirando a Harry aun con lagrimas traicioneras que mojaban su rostro. Harry decía aquello tan convencido que a Draco no le fue difícil creerle. Esta vez, Draco inicio el abrazo, mientras le decía que sí y asentía con la cabeza aun con lágrimas en el rostro.

-Sabes Harry, no necesitas comprarme regalos para enamorarme – Harry miro a Draco esperando que continuara – A mi puedes comprarme con sonrisas – dijo Draco mientras sonreía. Harry también sonrío y decidió unir sus labios con los de su pareja.

A diferencia de su aroma, el sabor de los labios de Draco creo una explosión de felicidad en su interior.

El aroma del amor [Drarry] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora