Emperatriz Dragón Rosa

Capítulo 17: No lidiar con esta mierda

Descargo de responsabilidad: Lo siguiente es una parodia. RWBY es propiedad de Rooster Teeth y Highschool DxD es propiedad de Ichiei Ishibumi. Por favor, apoya el lanzamiento oficial.

Capítulo 17: No lidiar con esta mierda

Ruby tuvo suerte de que el día siguiente fuera un fin de semana, o de lo contrario habría hecho estragos en Beacon en un episodio de mal humor. Eso, por supuesto, no sucedió ya que la Emperatriz Dragón Rojo dormía profundamente en su cama, y ​​mejor aún, la falta de ventanas en la habitación generada mágicamente impidió que la luz del sol la irritara. Era la 'cueva' perfecta y más lujosa para un dragón como ella. Su forma de semi-dragón estaba fuera, con sus alas extendidas sobre ella como una capa extra de manta y su cola moviéndose perezosamente mientras sobresalía del pie de la cama. Sus salvajes mechones de pelo negro puntiagudo con puntas carmesí se extendían libremente sobre ella como una cortina. Cada respiro que tomó llevaba un retumbar sutil que era un vistazo de la entidad primordial que es. Pero no todo fue tan perfecto como parecía.

"... Vali ..." Ruby murmuró en sueños en un tono ronco, su aroma sobrenatural impregnando el aire. "Sí Vali ... sé mía ... sé mi compañera, mi emperador ... muerdeme, marcame ... abrázame ... dame crías-"

[¡BIEN, ESO ES SUFICIENTE FOLLANDO!] Gritó cierta alma de dragón obligado a mirar y escuchar. [¡DESPIERTA LA MIERDA, REINA DEL DRAGÓN CALIENTE!]

"¡KYA!" Ruby chilló mientras literalmente saltaba de la cama.

Había ascendido dos metros en el aire de su repentino y rudo despertar por parte de Ddraig, solo para caer de espaldas en el suelo a los pies de su cama. Ruby parpadeó hasta desaparecer el sueño de sus ojos mientras el resto de su cuerpo estaba completamente funcional por la adrenalina. Un ceño fruncido estropeó su rostro de su propio compañero despertándola, sus alas batiendo para levantarla sin la necesidad de sus extremidades. Todo lo que Ruby quería era tener un día de descanso por una vez.

"¡¿Qué diablos, Ddraig ?!" Gruñó Ruby, mientras miraba la parte posterior de una de sus palmas que brillaban en verde.

[Oh, lo siento.] Ddraig se burló de la disculpa. [Me sentí - oh, no sé - jodidamente lívido de tener que ser forzado a ver tus sueños húmedos toda la noche. Puedo tolerar tanto, y no hay forma de que pueda ver durante toda la mañana. Así que levante ya su culo caliente.]

"Tú ..." Ruby gruñó, apretando sus afilados dientes. "Lo juro por Great Red, te haré sentir dolor".

[Sí, claro, maldito mocoso.] Ddraig se encogió de hombros ante la amenaza de Ruby, haciendo que apareciera una marca en la frente de la Emperatriz Dragón Rojo.

"Encontraré una manera de apuñalarte." Ruby hervía.

No obtuvo respuesta del Dragón Celestial y Ruby dejó escapar un suspiro de derrota. Ruby se recogió, todavía vestida con la reveladora ropa de dormir, y fue a su armario en la esquina más a la derecha de su habitación. Una vez abierta, allí estaba su ropa habitual del día de su combate de cuero negro / equipo casual y capa roja reparada con escamas de dragón formadas en cuerdas esta vez para evitar que se quemara nuevamente por algo menos que llamas divinas. La Emperatriz Dragón Rojo se quitó la ropa y en cinco minutos estaba completamente vestida para los eventos de hoy que iba a enfrentar.

Con ese pensamiento, Ruby recordó la molestia de anoche en la forma de Rias Gremory, la hermana de Lucifer, ¡de todas las personas que intentan reencarnarla en una sirvienta! ¡La puta arrogancia era tan exasperante que podía reír de frustración! El diablo no era lo suficientemente fuerte en ninguna parte como para tener alguna esperanza de reencarnarla, e incluso si estuviera en posesión de una Reina Mutada, no había nada que pudiera cambiarla. Solo alguien de la clase Maou puede reencarnarla de manera efectiva, y eso seguramente requerirá más que unos pocos Peones.