Cartas.

XIV

                     7/1/15. 23:32 horas.

Dear friend:

Creo que a partir de ahora, también te escribiré a ti.

Porque leí —todos las hemos leído, y creéme, no sé si nos han hecho bien o mal—

las cartas que mi amigo Charlie te escribió y creo que eso de no intentar acostarse con una persona aunque puedas significa algo.

No sé qué, pero eres el único que no lo hizo, así que eres diferente.

Y además se me están acabando las figuras literarias, y las fórmulas de cortesía, y las frases bonitas.

Y entonces, quiero que sepas algo:

ahora sólo quiero escribir.

Y gracias, amigo. Porque ya me has ayudado; se me ha olvidado lo que te iba a contar, y de verdad eso es algo muy valioso, el que se me olviden cosas por las que supongo que me iba a quejar.

Te decía que no sé si leer las cartas de Charlie nos ha hecho bien.

A nuestra generación, digo.

Es que no sé, pero es como que estamos todos tristes y grises.

Y los que no están tristes están colocados y los que no,

están las dos cosas a la vez.

Es que leer que alguien se sentía igual de perdido que nosotros creo que nos hizo intensificar el sentimiento. O no, quién sabe.

Quizá la culpa es de las drogas. Pero es que yo no me drogo.

O de los padres, de la sociedad y de nosotros mismos y de nadie y no sé.

Qué mal, la adolescencia. ¿No?

Ya es hora de despedirse, estoy volviendo a ponerme gris.

  

                     Love always,

                                                b.