Mi prima no es mi prima. Quiero decir, que es más que eso. Lo que pasa es que nunca hemos sido de esas de ''hermanas de distinta madre'' que luego se dan puñaladas traperas... Y claro que mi prima es como una hermana, es más que eso. Es que mi prima no es mi prima, ni mi hermana, ni mi amiga, es algo mucho más especial que no sabría cómo definir —como me suele pasar con las cosas que son demasiado importantes—.
No me gustaría enrollarme porque me quedan veinte minutos para las doce. No sé qué me pasa que me siento como cuando tenía trece y ella cumplía dieciocho y quería ser la primera en felicitarla por tuenti, con esos pedazo textos en los tablones y en los que me liaba seguramente mucho menos y le decía más claramente que la quería —la quiero— y que felicidades. Lo que pasa es que desde entonces soy mucho más seca, más sosa y más callada —en cuanto a emociones se refiere—. Entonces, quiero decirle que cada vez que ella llora y yo callo, cada vez que me cuenta sus sentimientos y me habla de sus cosas, las emociones se me traban en la garganta y me quedo sin nada que decirle, porque me doy cuenta de que siente tan profundo, quiere tan intenso, que creo que los consejos de una niña que no sabe hablar sin escribir y que tiene miedo a llorar, de poco le van a servir.Once minutos.
Y todavía no he conseguido definir lo que es mi prima que no es solo mi prima, sino que es mi hermana pero no me gusta llamarla así. Si me lo permites, pri, viendo que esto ya de felicitación tiene poco y es más bien una carta, voy a explicarte un concepto que me recuerda a nosotras:
en cazadores de sombras, los pabaratai son dos guerreros que estan unidos por un juramento, que luchan juntos por toda la vida, son como familia pero va más alla de eso, y saben lo que el otro siente sin preguntar.
Quería decirte que me vas a tener siempre aqui, sí, persiguiéndote como un castigo, y luchando a tu lado, apoyándote cuando tengas batallas que librar.
Que te quiero, que felices veintitrés, y que yo nunca felicito solo por cumplir años:
felicidades por ser tú,
felicidades por amar,
felicidades por ser amaada —lo eres, aunque no te lo creas—,
felicidades por tener sueños aunque la vida se ponga dura,
felicidades por tirar hacia delante de la gente que está a tu alrededor, felicidades por ser esa hermana mayor de todos los primos, porque tienes ese instinto maternal que te lleva a cuidarnos y que inspira protección incluso sin que te des cuenta.
Felicidades por aguantarme, que no es poco.Felicidades, prima -aunque seas mas que eso-.
Te quiero, y eres una de las constantes en mi vida que más seguridad me aporta; no me faltes, que te mato, jajajaja.

ESTÁS LEYENDO
Cartas.
PoesíaA quien -por casualidad o concienzudamente- esté leyendo esto: tengo un papel en blanco delante y una pluma en mano. Escribiré a mis temores y a mis sueños, a personas reales e inventadas. Te dejo que eches un vistazo a mis pensamientos, querido...