— ¡Llegué! —Gritó Lali llegando a la lujosa mansión.
Ya habían pasado trece años de aquella vez que Peter le contó sus demonios a Lali. A los dos meses se enteraron que Lali estaba embarazada. Lo habían buscado y ambos estaban más que felices. Peter emocionado.
Habían tenido una ceremonia simbólica. Ni por iglesia, no porque no creían en Dios. Ambos creian. En lo que no creían era en la iglesia y sus reglas. Y tampoco se casaron por civil porque no les gustaba que un papel diga cuánto se amaban.
Tuvieron una boda simple y hermosa con Allegra en la panza de Lali.
Hoy tenían tres hijos; Allegra Lanzani, con trece años, Bautista Lanzani, con ocho años y Santino Lanzani con cuatro años.
— ¡Ma! —Santino bajó corriendo las escaleras sin remera.
— ¡Mi amor! —Lali lo agarró y lo levantó para abrazarlo. El era el más mamero. — ¿Como estas, peque?
— Tien. —intentó decir la palabra bien mientras sonreía sin las dos paletas del medio esperando a que le crezcan.
Santi era bajito y rubio, como el papá de chiquito. Tenía la nariz de poroto de Peter, al igual que sus dos hermanos y, a diferencia de Bauti y Alle, sus labios eran como los de Peter.
Alle tenía el pelo negro como la mamá y Bauti una mezcla de los dos. Los dos más grandes tenían la boca rosada de Lali y Allegra era la única que heredó los ojos verde de su padre. Los dos varones tenían ojos color miel, una mezcla de su mamá y papá.
Los tres eran una mezcla de Peter y Lali.
— ¿Y papá? —le preguntó Lali.
— Bañando a Bati y atudando a la hemanita con su tadea de matemáticas.
— Es ma temática, sin S, Santi. — Se hizo el enojado y ambos rieron. — ¿Vamos a verlos?
— Ti.
Los dos subieron hasta quedar en la puerta del baño en donde estaba Allegra con su carpeta apoyada en la tapa del inodoro y Peter explicándole algunas cuentas arrodillado al lado de la bañera mientras le pasaba shampoo en el pelo a Bauti que jugaba con una muñeca.
Lali rio ante la imagen y Peter se dio vuelta.
— ¡Holaaa! —dijo el, feliz, como siempre que la veía.
— Hola, mi amor. —Lali se acercó apoyando a Santi en el piso para besar a su pareja. — Campeona. —saludó a Alle y la abrazó. — Bauti, genio. — hizo lo mismo, empapando su blaizer.
— ¿Como te fue en el trabajo? —le preguntó Peter mientras le enjuagaba el shampoo del pelo a Bauti.
Lali estaba trabajando en la empresa, al igual que Peter. Había ascendido trabajando en la parte comercial y marketing. No fue ubicada por su pareja. Para nada. De hecho, la ascendió Morgan, una empleada que la odiaba.
— Bien. Estuvimos planeando la estrategia para lanzar el nuevo modelo. ¡No sabes lo que es la panza de Euge!
Euge y Nico si se habían casado por civil y Euge estaba embarazada de su segunda hija, Magnolia. La primera tenía diez y se llamaba Rufina.
Peter sacó a Bauti de la bañera para envolverlo en una toalla, agarrarlo a upa y llevarlo a su habitación seguido por Lali.
Alle y Santi bajaron a poner la mesa para que, cuando Bauti esté listo, comer las milanesas, su comida favorita de la nacionalidad de su mamá, que había preparado Peter.
— ¡Salí, pa! ¡Yo ya soy grande! —Le dijo Bauti a Peter cuando el lo quería ayudar a cambiarse. Lali y Peter rieron pero salieron.
Lali salió primera y Peter detrás cerrando la puerta. La agarro de la cintura y la dio vuelta para que lo mire.
— Ahora si. —se acercó a su cara— Hola. —le dio un beso como solo ellos saben. Primero un leve toque con la lengua a su lengua, le mordió el labio inferior suavemente, la miro a los ojos. —Te amo. —le susurró.
— Te amo. —le dijo Lali con el mismo tono de voz y Peter le asaltó la boca.
Ese era su saludo de siempre.
Porque habían pasado trece años pero ellos seguían igual de confidentes, con la misma pasión e igual de enamorados.
Porque el tiempo puede pasar pero, a veces, todo sigue intacto.
El amor es simple, nosotros lo dificultamos.
Amar con verdad y pasión.
Siempre.
Porque el amor es lo que nos mantiene vivos.
¡Hola! Llegamos al fin de la novela🥺🥺 Gracias por acompañarme hasta el día de hoy. Espero que les haya gustado y de vuelta, gracias por su apoyo.
Los adoro.💚Jose.
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Learn to love
أدب الهواةEl aleman frío y lastimado dueño de la empresa de autos Daimler toma a Mariana Esposito de secretaria; argentina, cariñosa y lastimada también. ¿Podrán mantener el trabajo alejado del sexo? O peor aún, ¿El sexo alejado del amor? [la novela antes se...