— Dale, Peter. Necesito que me ayudes.
Le dijo Agus a Pedro intentando arrastrarlo por el piso de mármol del penthouse de Agustin.
Peter estaba borracho, al igual que todos los días del último mes, desde que se alejó de Lali.
Cuando se fue sin decirle nada se subió a su deportivo negro y se fue a un bar escondido en Múnich. Le pidió a el de la barra que le de tragos, cualquiera, no importaba el precio. Pero que sean fuertes. Y desde ese día, venía haciendo lo mismo hacía ya cuatro semanas.
Peter tenía treinta y dos años. Cualquiera pensaría que sería muy inmaduro de su parte beber para olvidar.
Cualquiera lo diría.
Pero no el.
No si es para olvidar a la persona que más amaba y amó en toda su vida.
Porque se fue por eso.
Porque la amaba.
Se fue porque no podía pasar lo mismo qué pasó con Rochi. No podía soportar saber que la habían lastimado y que el no estuvo ahí para impedirlo.
Porque ese era su complejo desde que murió su hermana.
Su complejo era inseguridad, inseguridad de no tener el control. De perder el control y no poder impedir que lastimen a la gente que ama. Como había pasado con Rochi; el no había podido llevar el control de impedirle irse con su novio. Y por eso se murió. Porque no pudo cuidar de ella.
Desde ese día, Peter decidió hacerse cargo de la empresa por ese motivo: para llevar el control. Tenía lo que se podía llamar un toc. Miedo a impedir tragedias a alguien que ama.
Pero, querido Peter, las tragedias no se pueden impedir pero si se pueden aceptar y apoyar.
Ese era el motivo por el cual se había prohibido dejar entrar gente a su vida. No podía soportar no tener el control de lo que le podía pasar a esa persona.
Finalmente, resumido, el porque se fue dejando sola a Lali era porque no podía lidiar con el hecho de que alguien le haya destruido el corazón y a ella y el no haya podido hacer nada al respecto.
— La extraño, Agus.
Le dijo arrastrando las palabras y llorando.
Si. Llorando.
No porque sea raro que un hombre llore.
Porque era raro que alguien como Peter llore.
El no había llorado desde que habia dejado las drogas y el alcohol.
Así es. Como leyeron.
Peter tardó un año y medio en llorar por su hermana porque había tenido un bloqueo emocional. Una depresión escondida.
Llorar es parte del duelo de estar tristes o superar algo. Pero no para el duelo de Peter.
Muchos dirían que es «frío y sin sentimientos» no llorar si se muere un ser -muy- querido.
Mentira.
No es así.
Porque cada uno enfrenta sus demonios con distintas maneras. Por eso, hay veces que cuando pasamos por un mal momento no lloramos. Porque tenemos un bloqueo emocional.
¿Y se derrumba algún día esa pared?
Si, claro.
Algunos pueden tardar mucho -como Peter- y otros poco tiempo.
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Learn to love
Fiksi PenggemarEl aleman frío y lastimado dueño de la empresa de autos Daimler toma a Mariana Esposito de secretaria; argentina, cariñosa y lastimada también. ¿Podrán mantener el trabajo alejado del sexo? O peor aún, ¿El sexo alejado del amor? [la novela antes se...