Dictando Estupideces | AJxKhao

Especial Ohm :3

Las matemáticas para el resto del mundo posiblemente significaban terror, pero para Ohm, eran magnificas, no sabía explicarlas, pero eso no importaba. El chico con el raro habito de utilizar crallones para todo, era astuto, torpe y de gran corazón.

Creció en una familia cálida, le brindaron amor desde el momento en que llegó a sus vidas luego de tantos papeleos y noches de desvelos. Porque sí, Ohm el hijo de los grandes empresarios y dueños de una famosa cadena de restaurantes Archen Wiraphakul y Konchit Boonsatheepakdee, era adoptado. Pawat había llegado con serios problemas a la pareja, ya que los tramites surgieron luego de que la progenitora del niño muriera inesperadamente en un accidente, dejando sola a la criatura de tan solo cuatro años de edad.

Las dificultades llegaron cuando se supo que Ohm no tenia familiares, excepto su madre quien había muerto recientemente. Hubo problemas con los tramites y más aun cuando la última petición de la mujer había sido que su pequeño conservara su apellido, dando ha entender que sabía que moriría.

El tiempo pasó y la familia había cubierto cada necesidad del pequeño, no era para menos, sus nuevos padres hacían parte de una de las familias más ricas en toda Tailandia. Conoció a sus mejores amigos a la edad de cinco años, cuando le hicieron su fiesta de bienvenida a su reciente familia. Crecieron juntos cómo hermanos, cerca unos de otros, siguiendo los desastres que la amistad de estos jóvenes dejaba.

Estos desastres incluían las expulsiones de AJ en cada escuela a la que asistía. Chimon, Frank, Drake, JJ y Ohm, habían jurado estar juntos en cada momento, pero eso de cambiarse de una escuela a otra no aplicada para el primero de ellos, ya que su familia era estricta y tenia que estudiar en la academia donde todos y cada una de las generaciones antiguas había asistido.

Sin embargo, el que Ruangwiwat no pudiera asistir al mismo instituto que sus amigos, no cambiaba en nada su amistad, sólo la reforzaba. Los jóvenes siguieron creciendo y con ello las hormonas, Ohm había estado en relaciones con varias chicas desde temprana edad... El físico de este jovencito era muy atractivo, haciendo así suspirar a más de una persona, incluyendo también a los hombres.

Su corazón fue roto más de una vez, pero eso jamás desanimo al chico, era demasiado alegre como para echarse a morir por alguien que no lo merecía. Él creía fielmente que encontraría a alguien que lo amara el resto de su vida, así cómo sus padres y ese día al parecer había llegado.

-Cariño, ya levant-...- Nine quedo estático al ver a su hijo frente al espejo arreglando cabello- ¿Te pasa algo? ¿Por qué tan temprano fuera de la cama?

Caminó hacia Ohm y besó la coronilla de su cabeza.

-Iré caminando a la escuela hoy.- sonrió.

-Nunca haz echo eso, ¿tienes fiebre?- con preocupación toco la frente del joven e inspeccionó su rostro para verificar que estuviese bien.

-Estoy bien, papá. Es sólo que tengo una rara sensación de que debería ir a pie hoy, además, soñé que un crallon conducía un camión y atropellaba a un perrito, ¿qué tal que mate un perro hoy por ir en el auto? No señor, iré caminando.- respondió con una sonrisa y seguro de sí mismo.

Su padre rió por las cosas que había dicho su hijo y lo abrazó.

-Buenos días, amor.

-Buen día, papi.

-Bajemos, tengo que irme para la oficina temprano hoy con tu padre, salúdalo entes de irnos.

Bajaron y encontraron a Joong colgando una llamada.

-Campeón, ven aquí.- desordenó el cabello de su hijo y le dio un fuerte abrazo.

-Ya papá, arrugas mi uniforme.